De acuerdo a datos de GroundWater Foundation, más del 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua, pero de esa agua, sólo el 1% está disponible para el uso humano. De ese 1%, el 99% está almacenado bajo nuestros pies como agua subterránea.
Esto es así porque el 97.5% del agua disponible es salada, el 2.5% es agua dulce, y de ésta casi el 70% no está disponible para consumo humano debido a que se encuentra en forma de glaciares, nieve o hielo.
Este año, Naciones Unidas propuso como lema: “Aguas subterráneas. Hacer visible lo invisible”. Las aguas subterráneas son utilizadas para consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales. Además, son fundamentales para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos. Protegerlas de la sobreexplotación y la contaminación es fundamental para mitigar el cambio climático y satisfacer las necesidades de toda la población.
Para el mundo, las aguas subterráneas representan la principal fuente de abastecimiento de agua. También en nuestro país, hay ciudades y localidades que se abastecen de agua subterránea de forma exclusiva. La ciudad de Rivera, es un ejemplo de ello.
En Uruguay los acuíferos más relevantes son: Sistema Acuífero Guaraní, Sistema Acuífero Raigón (que es el más productivo del sur del país), Acuífero Mercedes, Acuífero Salto, Acuífero Chuy y Acuífero Arapey. Los usos están asociados a abastecimiento a poblaciones y actividades agrícolas.
A nivel nacional, el Ministerio de Ambiente es la institución rectora encargada de llevar adelante la Política Nacional de Aguas. Ejerce la custodia de los recursos hídricos superficiales y subterráneos, aplicando instrumentos de gestión integrada para promover el desarrollo social, económico y ambiental, de forma planificada y participativa, teniendo en cuenta los distintos usos y demandas de la población.
Esto implica una coordinación de esfuerzos institucionales que se plasma en el Plan Nacional de Aguas. Los consejos y las comisiones de cuenca, que forman parte de este plan, son espacios de coordinación y sistematización que fomentan la gobernanza del agua brindando un lugar a todos los actores involucrados.
La medición y el monitoreo también son aspectos fundamentales. En el camino de avanzar hacia un Uruguay Sostenible, el Ministerio de Ambiente (MA) recibe en tiempo real mediciones de distintos parámetros sobre los vertidos provenientes de 54 empresas. Esto representa un monitoreo directo de cerca del 80% del total de los autorizados en el país. Con esta información instantánea, el Ministerio es más eficaz y eficiente en el control de las actividades y su impacto en la calidad de las aguas.