En el día de hoy, vísperas de un nuevo 8 de marzo en el cual se celebrará el Día Internacional de la Mujer, es nuestra intención referirnos de una manera muy especial a esta fecha tan significativa.
En primer lugar, no podemos olvidar, como representantes del Partido Nacional, que fue gracias a nuestra colectividad política que las mujeres pudieron acceder al sufragio, transformándose éste, en un hecho sin precedentes no solamente para nuestro País, ya que ésa fue además, la primera vez que una mujer en América del Sur pudo acceder al voto secreto.
La historia marca que una brasileña radicada en Uruguay, Rita Ribera, fue la primera mujer en inscribirse al registro de votantes participantes del plebiscito de Cerro Chato. En tanto, las primeras dos mujeres en ingresar el voto a las urnas fueron Martina Fros y Justa Jacinta Sánchez de Santana, cada una en una de las mesas de las dos comisiones que fueron asignadas para esa instancia. Así, esa votación de los comicios realizados el 3 de Julio de 1927, donde votaron un total de 356 personas y más de cien eran mujeres, marcó un antes y un después en la historia electoral del país y la región. Datos y no relatos.
Es por eso, que con el compromiso histórico que tenemos en nuestras espaldas, es que tampoco podemos deslindarnos de la responsabilidad que respetar la imagen de las mujeres y la importancia de éstas en la vida civil y política de nuestro País. En nuestro gobierno nacional, una mujer es quien ocupa por primera vez un cargo de tan alta jerarquía y eso nos debe hacer sentir orgullosos del lugar que ocupan. En nuestro departamento, contamos con una diputada mujer. Volvemos a repetir: Datos y no relatos.
No obstante, creemos en la calidad de la participación y no en la cantidad, y es por eso que bregamos a que en una República de la cual gozamos de una democracia plena en el más amplio sentido de la palabra, sean cada vez más las mujeres que ocupen cargos de responsabilidad, decisión, gestión y ejecución, y no deban estar sometidas a la denominada cuota política, ya que, reiteramos, creemos en la capacidad de las mujeres para encarar sus acciones sin la necesidad de estar sometidas a un determinado número de oportunidades, algo que consideramos, absolutamente injusto.
Por último, como Edil e integrante de ese equipo de compañeros, no puedo omitir hacer referencia a algunos episodios repudiables del pasado reciente en el cual compañeras edilas han sido víctima de abusos por parte de integrantes de este cuerpo. Nuestra opinión al respecto es sabida. Pero no está de más, recordarnos a todos, de la responsabilidad, primero que nada como seres humanos y personas de respeto, que debemos de tener para con nuestras compañeras y compañeros evitando que hechos como los sucedidos vuelvan a repetirse jamás y condenar sin medir las consecuencias estos hechos aberrantes.
Por último, quiero expresar desde mi lugar, que hay un enorme trabajo por hacer y un largo camino por recorrer en la lucha de la equidad y el género. Quienes integramos el sistema político debemos de asumir los cambios que la realidad actual lleva a que la denominada “IGUALDAD DE GÉNERO” no sea un mero slogan publicitario, y se transforme de una vez por todas, en la base de una sociedad más justa, solidaria y humana.