
María del Huerto Bonino
¿Qué podemos decir de nuestra querida vecina? Que quien ingreso a Salud Publica como simple empleada, a fuerza de trabajo, constancia y tesón, robándole horas a su descanso y familia a fin de capacitarse, fue ascendiendo y hoy podemos decir, que en la Villa tenemos una enfermera de lujo, partera cuando le toca serlo y en ausencia del médico, decidir que se debe hacer con un enfermo y si hay que derivarlo a un centro hospitalario. Su humanidad, queda de manifiesto, cuando es requerida su presencia a fin de atender una emergencia, aplicar un inyectable o una nebulización, cualquiera sea la hora del día o la noche, ella concurre con la mejor buena voluntad, sin poner mala cara al momento y por el contrario, brindando su ayuda al sufriente, por encima de sus obligaciones.