Conocer la verdadera extensión de la pandemia de COVID-19 es un gran desafío para el sector de la salud pública, desafío asociado principalmente a la existencia de pacientes asintomáticos o con síntomas muy leves que no son detectados por los sistemas de salud.
La vigilancia microbiológica en aguas residuales puede utilizarse como indicador de la circulación del virus SARS-CoV-2 en la población, para conocer el alcance de la propagación del virus en una comunidad determinada o para la detección de nuevas cepas.
En abril 2020, se inició este estudio a partir de un trabajo coordinado entre la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua) del Ministerio de Ambiente (MA), el Parque Científico Tecnológico de Pando, la Facultad de Química de la Universidad de la República (UdelaR) y el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para determinar las capacidades locales para el ajuste de la técnica analítica que permitiera detectar la presencia del virus en las aguas residuales y generar así información relevante para la toma de decisiones sanitarias.
Su desarrollo implicó poner a punto la técnica de detección por RT-PCR del ARN del SARS-CoV-2 en aguas residuales, diseñar campañas de monitoreo en las ciudades priorizadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP), y optimizar la metodología de muestreo en función de las características particulares del sistema de saneamiento de cada ciudad.
Los monitoreos se realizaron en las ciudades de Artigas, Bella Unión, Canelones, Ciudad de la Costa, Maldonado/Punta del Este y Rivera, entre julio de 2020 y enero de 2021.
Debajo se presenta una reseña de la experiencia desarrollada, por parte del equipo del Polo Científico y Tecnológico de Pando, a cargo de la investigación.