El cierre de la primera ronda fue con una murga con historia, desde Dolores, llegó ¨7 y 3¨ fundada en 1989, su propuesta para este año se denomina ¨Era¨, sus directores responsables son Osmar Herrera y Pedro Santisteban, director escénico Willy Malatés, ensayan en sede del Club Atlético Progreso, puesta en escena es de Fabricio Speranza, arreglos corales Eduardo Villegas, textos Fabricio Speranza, maquillaje Selene Pérez, vestuario Eduardo Domínguez.
Los presentadores, José María Romeros y Silvana Martínez hicieron referencia a que la actuación de anoche era dedicada a su integrante Noelia Borges quien se encuentra cursando un embarazo de siete meses y que estuvo allí cantando junto a sus compañeros.
El plantel se integra con Eduardo Rovetta, Luciano Montiel, Dante Muñiz, Manuel Vecino, Marcelo Barja, Diver Martínez, Moisés Cabrera, Noelia Borges, Pablo Estéves, Claudio Estévez, Lucas Pérez, Ailton Silva, Mauricio Larrea, Luis Giménez, Lucas Vecchio, Osmar Herrera, y el matrimonio mercedario de Gabriela Ibarra y Martín Díaz Oten. Los utileros son Eduardo Prestes y Carlos Sasso.
Una murga con la historia y la estirpe de ¨7 y 3¨ demostró anoche que es como el ave Fénix, que más allá que puedan pasar carnavales y no salir, que no estén algunos nombres, la murga está y que a la hora de pararse sobre el escenario en el momento de correrse el telón y encenderse las luces, el coro potente y afiatado volverá a sonar.
Así fue, la ¨7 y 3¨ volvió al Carnaval y lo hizo con todo, para pelear arriba con las principales de la categoría, con una propuesta que lleva a los espectadores por diferentes tiempos, décadas que marcaron la historia de los propios integrantes de la murga y de muchos uruguayos de una u otra manera, el regreso después de tantos años de la vieja y nueva ¨7 y 3¨ es lo que plantea la murga.
Desde el arranque se percibe ese coro potente y tras unos pequeños desajustes iniciales inmediatamente corregidos, de allí en más sonó perfectamente afiatado.
En ese recorrido y con Martín Díaz como hilo conductor plantea la importancia que tiene para Dolores y para los doloreños, la siesta, aunque ella está vista más allá del necesario descanso que muchas veces es necesario, si no que también se ve desde la crítica a lo que no se hace o se deja de hacer, como a los servicios que no se prestan por estar cerrados emprendimientos que debieran permanecer abiertos a esa hora, incluso se llega a lo grotesco de ironizar que el tornado de abril del 2016 llegó después de las 16.00 horas para no interrumpir la siesta.
Luego hace todo un paseo por los años '90 y su inevitable comparación con el presente ya sea por la presencia de los Lacalle en la Presidencia de la República como por el papel importante que tienen algunos personajes políticos como Julio María Sanguinetti y también determinados aspectos del gobierno que a criterio de la murga se parecen a la gestión de aquella década.
Pero tampoco se salva la izquierda, especialmente cuando se le hace una dura crítica hacia el doble discurso con lo inclusivo, que lo impulsa cuando es hacia afuera, pero cuando es en el ámbito propio no lo aplica.
Finalmente un párrafo para el recuerdo a Gastón Dino Ciarlo, con un solo de Moisés Cabrera que tal como nos tiene acostumbrados esa voz de sobreprimo, te hace erizar la piel, con un texto apropiado al querido músico uruguayo que eligió Dolores para vivir sus últimos años.
Una actuación muy buena de los doloreños que también lo ponen en la definición para nosotros con La Celeste y Con Gusto no Pica, un poquito más abajo Sale con Fritas que tuvo algunos errores que le pueden costar caro en el final. Tiempo de actuación 41'53".