En estos momentos ocurre un debate sobre el Hipódromo "Viera y Benavidez" de Mercedes que tiene una historia de más de cien años y por supuesto los amantes y admiradores de lo que ellos llaman deporte.
Sin entrar en el mérito o no, en la polémica de si lo es, o no un deporte, quiero dar mi opinión como simple y humilde ciudadano, que ve desde la realidad de nuestra sociedad y el futuro de una juventud que necesita ser estimulada y apoyada.
Darles las herramientas suficientes para su desenvolvimiento, desarrollo e integración a un mundo cada día más exigente.
Hoy di mi opinión en Agesor y seguramente está, creerá más polémica aun.
Pienso honestamente que se debería tirar todo abajo, anexar junto al Parque Don Bosco y realizar un gran proyecto que incluya viviendas dignas y con costos accesibles para los trabajadores.
Construir plazas de deportes y recreación, un centro cultural que atienda el barrio Artigas, Grito de Asencio y los conjuntos habitacionales de cooperativas y las viviendas construidas por la intendencia, además de los barrios Cerro y Nuevo Amanecer.
Escuela de teatro, música, danza y biblioteca y con acceso a internet gratis. Un mega emprendimiento cultural que atienda y preste estos servicios gratuitamente.
Darle condiciones a los jóvenes para su desarrollo cultural y educativo.
Esto sería mucho más útil que 10 carreras por año que hay en el hipódromo, sin contar que es un centro de apuestas, que en nada contribuye para el desarrollo de nuestra juventud.
¿Es caro realizar este tipo de obra?
El polideportivo nó salió barato y también atiende los intereses de un grupo reducido de personas acaudaladas.
Invertir en cultura, educación y deporte para el futuro nuestros jóvenes.
Hipódromo, Parque Bon Bosco y Polideportivo, no prestan ningún tipo de servicio con intereses en la construcción de una sociedad inclusiva e igualitaria.
Criticar desde los cómodos sillones la juventud, las drogas y la violencia es lo fácil.
Culparlos y señalarlos, no los ayuda en nada.
Nuestra generación, esta que se va extinguiendo, porque esas son las leyes naturales de la vida, debería dar un paso en ese sentido.
Golpearse el pecho y gritar que nuestra juventud fue más hermosa, divertida y sana, ¿para qué sirve?
De qué sirve vivir contando nuestras anécdotas de que dormíamos con las puertas y ventanas abiertas.
Que dejabas algo ahí y nadie lo tocaba.
Que el respeto a nuestros padres, abuelos, maestros y etc, etc, etc...
Eso ya pasó!! No nos quedemos de brazos cruzados viendo nuestros hijos y nietos, degradarse cada día...
La educación y la cultura transforman al ser humano y el ser humano transformará el mundo.
Artigas Osores