Leonel Gasso nació en Florida, en 1985. Es bandoneonista. Comenzó a tocar a los 8 años en la orquesta de su padre, también bandoneonista. A los 22 años culminó los estudios de bandoneón en la Escuela Municipal de Música de Montevideo. En 2008-09 formó parte de la Orquesta de Tango Emilio Balcarce de Buenos Aires, siendo el primer uruguayo en egresar de la prestigiosa institución especializada en la enseñanza del Tango.
En Buenos Aires tiene como maestros a grandes del bandoneón: Néstor Marconi, Carlos Corrales, Juan José Mosalini, además de Leopoldo Federico, Víctor Lavallen y Raúl Garello entre otros.
En el año 2017 actuó en el Encuentro Internacional de Músicos Jazz a la Calle. Fue una velada que por la situación climática tuvo que realizarse en el Teatro 28 de Febrero. En este 2022 volvió a Mercedes, ya no a participar del espectáculo en el escenario principal “porque me enteré tarde y no me anoté”, pero si a participar como público y como un músico más en los toques callejeros.
Luego de uno de esos toques dialogó con @gesor sobre el Festival Jazz a la Calle, sobre música, el tango, y por supuesto el bandoneón, su instrumento y su pasión.
¿Qué lo motiva a un tanguero volver a un festival de Jazz?
-“Primero el instrumento que toco porque le tengo un amor increíble, porque me llegó al corazón desde muy niño porque mi padre era bandoneonista. Mi madre cantante, mi hermana tocaba el piano, como que teníamos una familiaridad con la música desde muy niño; y el jazz enlaza, abraza a todas las músicas populares del mundo”.
Pero el tango está asociada a una cosa de viejo, pasada de moda. Una cosa bastante esquemática y estructurada. Se puede fusionar con el Jazz y tú lo demostrás que sí.
-“El Jazz es una de esas músicas que te brinda esa posibilidad, y un instrumento como el bandoneón es un gran desafío, porque no es un instrumento lógico, y eso hace que uno tenga que estudiar el doble, porque abriendo es un sonido, cerrando es otro, en una y otra mano y son diferentes entre sí también”.
¿Pero el lenguaje del tango no es muy antiguo para las nuevas generaciones, para que puedan entenderlo?
-“Y habría que preguntárselo a Piazzolla que logró meter el tango y el bandoneón en un lugar de festivales de Jazz, entonces las generaciones nuevas que vinimos lo podemos observar y absorber más familiarmente gracias a Astor y a otros intérpretes como Dino Saluzzi o el mismísimo Ruben Juárez”.
Justamente Ruben Juárez y otros, Raúl Barboza en el litoral argentino hicieron esa fusión. ¿Las nuevas generaciones están apostando a eso? O por dónde andan buscando.
-“Depende. Porque hay orquestas jóvenes, de mi generación o incluso más jóvenes con 4 bandoneones, 4 violines, contrabajo; una orquesta típica, histórica del tango, que hacen tango a lo Darienzo. El tango más tradicional y lo hacen con mucho amor, y funciona y se llena la pista de bailarines, en todas las pistas del mundo y especialmente de Buenos Aires”.
¿Qué motivación le encontrás a Jazz a la Calle para volver?
-“En que la organización y el festival es increíble. Incluso están sacando generaciones nuevas que se están tocando todo. Los escuché, y es una maravilla lo que han logrado y lo que van a seguir logrando. Hasta me dan ganas de quedarme a vivir acá. Porque la ciudad donde uno quiere habitar tiene que ver también con el amor y el afecto que uno pueda recibir y dar, en los lugares que uno se siente que es especial. Este lugar es especial; y no importa el nombre que tenga, si es Mercedes o Cancún”.
Esperemos que vengas el próximo enero, y los próximos eneros.
-“Ojalá que sí”.