Esta enfermedad puede transmitirse por cerdos vivos o muertos, domésticos o salvajes y productos porcinos. Además, la transmisión también puede ocurrir a través de alimentos contaminados y fómites (objetos no vivos) como zapatos, ropa, vehículos, cuchillos, equipos, etc., debido a la alta resistencia ambiental del virus de la PPA. Actualmente no existe una vacuna aprobada para la peste porcina africana.
Este año la PPA reingresó a la región de las Américas, en la República Dominicana, luego de 40 años de ausencia en el continente americano y se ha extendido a Haití.
La prevención en países libres de la enfermedad depende de la implementación de políticas de importación apropiadas y medidas de bioseguridad que aseguren que ni cerdos vivos infectados ni productos porcinos se introduzcan en áreas libres de peste porcina africana.
Los países en forma individual y los organismos regionales ya se han reunido y tomado algunas medidas de urgencia.
Nuestro país ha reforzado los controles en las barreras sanitarias de puertos y aeropuertos y en los envíos que llegan por correo (sobre todo para inmigrantes de países afectados y limítrofes). Paralelamente se está sensibilizando a todos los actores involucrados en la cadena productiva porcina.
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