Una madrugada agitada vivieron algunos vecinos de Palmitas, cuando un joven de nombre A. B., originario de Paysandú, que se había radicado en la localidad sorianense debido a que familiares habían venido a trabajar a campo de Colonización en la zona, y él se inscribió y estaba participando del programa Jornales Solidarios, en determinado momento de la madrugada apareció corriendo en una casa particular pidiendo ayuda, diciendo que lo seguían y lo querían matar, pero le dijeron que allí no se podía quedar porque había menor de edad, por lo que en la desesperación decidió ingresar en local de al lado rompiendo un ventanal, lo que le produjo algunos cortes. En momentos que pasaba por el lugar un móvil de la Seccional 6a. vecino lo ayudó a salir del local y lo entregó a los funcionarios policiales, quienes lo trasladaron a la policlínica local.
Cuando llega a ésta y es depositado en la camilla, se dan cuenta que llega esposado y ya sin vida, no pudiendo ser reanimado a pesar de los intentos realizados.
Poco después se toma conocimiento que una moto había aparecido incendiada, tratándose de vehículo de propiedad de B., que fue prendida fuego según los primeros indicios, aunque restaba realizar la pericia técnica correspondiente.
Se enteró a Fiscalía Departamental de Mercedes, que determinó actuaciones a llevar adelante, incluyendo la autopsia que inicialmente llevaría adelante el Dr. Carlomagno, Médico Forense de Dolores, aunque no se descartaba el envío del cuerpo o de determinados órganos o fluidos, al Instituto Técnico Forense en Montevideo, a los efectos de poder establecer con las herramientas y elementos necesarios que no se cuentan en las morgues de Soriano, los estudios en busca de determinados resultados que interesan a la investigación, que ayuden a determinar la causa de la muerte y si hubo algunos elementos que pudieron incidir en ella.