Este fin de semana Mercedes fue sede del Primer Congreso Nacional de Ciegos. Una actividad que concitó la atención de numeroso público, y de diferentes delegaciones que llegaron especialmente a participar. Como adelantamos en este Congreso se trataron diferentes temáticas que involucran a las personas ciegas o con baja visión. Uno de los participantes fue Carlos Pellejero, proveniente del departamento de Treinta y Tres quien al dialogar con @gesor reflexionó “a veces no es necesario llegar a la discapacidad. Hoy si prevenimos nos podemos evitar tener dificultades visuales. Porque es muy alto el número de personas con dificultad visual. Por muchos factores. Entonces se puede prevenir. Lo importante es que la gente concurra a un oftalmólogo. Que ante cualquier circunstancia de problemática visual acudir a un especialista. Hacer los tratamientos y no dejarte estar. Porque la prevención en este caso es no caer en una discapacidad”.
Agregando más adelante “la mayoría de los que estamos acá estamos por los jóvenes. Nosotros no queremos ciegos en el interior de un tipo y ciegos en Montevideo de otro. Así que la integración, la inclusión ya no debe ser más hablada, tiene que ser una acción. Con igualdad de oportunidades, la misma educación para todos, las mismas herramientas; y que tengamos la dignidad de incorporarnos laboralmente. Que los chicos tengan esa oportunidad de incorporarse al sector laboral para desarrollar su vida social, su familia como individuos”.
Las posibilidades educativas para los jóvenes no son las mismas en el interior que en Montevideo. ¿El sistema educativo viene acompasando esas necesidades para los chiquilines con baja visión o ciegos?
-“Lo que pasa es que hay una realidad, el interior no son sólo las capitales. Hay un interior profundo que es toda la parte rural, y a veces las distancias, la capacitación de los docentes… se intenta. Hoy se abrió una puerta. Este Congreso abrió una puerta. Las autoridades escuchan lo que aquí decimos. Pero bueno, ver un ciego que en el interior se maneja con un palo de escoba es muy triste. Ver un ciego que reclama que alguien lo guie porque no se anima a caminar con un bastón es triste. Mucho más cuando se sienta en un aula y queda un poco de lado. Entonces queremos llegar a todo el Uruguay y que cada ciego pueda acceder a la educación y al trabajo”.