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20 de November del 2021 a las 11:01 -
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La felicidad de mi abuelo... (Para mi hermano Carlos Rey) 
por Artigas Osores

Nuca fui así muy interesada por el fútbol, es màs ni pelota le doy.
Me parece absurdo que la gente se enloquezca por once tipos o veintidós tipos corriendo atrás de una pelota.
Que la gente discuta a los gritos, se pelee, se mate por el fútbol, no, no, tenés que estar loco...
El mundial? Sí claro!! Obvio que lo ví.
Miré algunos partidos con amigos, otro en la casa de mis viejos creo, pero los últimos partidos los miré con el abuelo. Me acuerdo que se había quebrado el pie... saltó del sofá a gritar un gol de Forlán, pisó mal y se quebró un tobillo. Después le contaba a todos con alegría, "fui yo que le di el pase y me fauleron" jajaja.
Yo iba a cuidarlo y charlar con él, me pedía por favor que fuera a mirar el partido, como yo no entiendo mucho, no comento nada y eso le gustaba al abuelo, me explicaba la jugada errada y me decía, nena, "A aquel, a aquel se la tenía que haber pasado, estaba solo!!" Y después le gritaba al loco Abreu comilón!!
Amagaba levantarse de la silla de ruedas en cada jugada de Uruguay. Me divertía eso, su pasión con que gritaba y rezongaba, que el mismo partido.
Que si se calentaba? Claro!! más vale que se calentaba... los cagaba a puteadas a todos... al juez ni te digo.
Si sería gracioso que se las agarraba con los comentaristas de la tele jajaja.
Los relajaba a todos, el flaco narigudo ese bueno...  Y ni te cuento lo que le decía  al gordo canoso aquel que falleció el año pasado de covid, de todo le gritaba, como si el tipo fuera a escucharlo atrás de la tele jajaja.
Mi abuelo es loco por el fútbol, bueno, ahora ni tanto...
A veces la tía le pone los partidos del fútbol uruguayo en la tele de su cuarto y ni bola le da...
Estos últimos partidos de la selección creo que ni los miró, con eso te digo todo.
No, no es que la selección no esté jugando nada o algo por el estilo, el abuelo está complicado de salud, además ahora también le detectaron Alzheimer, hay días que ni a la tía conoce, que está con ella toda una vida...
Recuerdo que la última vez que vino el tío Cacho de Buenos Aires, le trajo de regalo la camisa de Uruguay con su nombre escrito en la espalda, no se la sacaba ni para bañarse jajaja.
Y la bandera uruguaya? Pasaban tres, cuatro o cinco meses después del Mundial y la bandera uruguaya seguía atada a la reja de la ventana que da a la calle, jajajaja.
Anoche la tía le sirvió la cena y estaba mirando el informativo de Subrayado, cuando escuchó que lo habían echado al maestro Tabárez de la selección.
Dice la tía que se puso mal, que los cagó a puteadas a todos los dirigentes de la AUF.
Dice la tía que no se salvó ni Blanca Rodríguez, jajaja.
Después le dijo que me llamara por el celular, se ve que estaba lúcido anoche, cuando llegué, ya estaba durmiendo.
Ahora de mañana me miró y no me dijo nada, como a la nueve desayuno y le dijo a la tía que cuando fuera yo, le regalara la camisa de Uruguay con su nombre en la espalda.
La  tía le dijo, pero Verónica está ahí, désela usted mismo, me miró como si fuese una desconocida... y no me dijo nada...
Después la tía aprontó el mate y nos fuimos para el patio que estaba más fresco.
Fue cuando apareció el abuelo, rengueando, porque del pie, nunca quedó bien y me dijo :
- Usted es Verónica? 
- Si tata soy yo!!
No me respondió, se giró para donde estaba la tía y le dijo: 
- Cuando la vea a Verónica, dígale que esto es para ella y le entregó prolijamente doblada la camisa de Uruguay con su nombre bordado en la espalda.
Y agregó ignorando mi presencia, dígale que la cuide mucho, que con esta camisa viví mis mejores años como hincha de fútbol...
Se le llenaron los ojos de lágrimas y salió renegando para su cuarto a acostarse y escuchar la radio.
Miré la tía y sus ojos también brillaban por las lágrimas...
Allá en el cuarto en penumbras, el abuelo ríe sin motivo en voz alta, escuchando la radio.
En el patio de mi tía Juana, yo abrazo la camisa de Uruguay junto a mi pecho y recuerdo las palabras de mi tata, que en sus pocos minutos de lucidez, le recomendó a mi tía que la cuidara mucho, que fueron sus mejores años como hincha de la seleccion uruguaya.
Quizás después cuando ya no escuche el nombre del maestro Tabárez, no se acuerde más.
Pero yo sí abuelo, quédese tranquilo, que cuidaré para siempre esta camisa que tiene bordado su nombre en la espalda, porque además de eso tata, como usted dijo: fueron sus mejores años como hincha y su felicidad abuelo, su felicidad para mí es lo más importante, aunque usted ya no se acuerde...

Artigas Osores
 

(1890)


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