El transporte internacional de carga del Uruguay manifestó su preocupación por la situación en la que se encuentra el sector que fue fuertemente afectado por la pandemia y declararon que el transporte internacional uruguayo "está enfermo de COVID 19". Asimismo, reclamaron que el Ministerio de Economía no ha tomado medidas para reactivar el sector, ni para garantizar la competencia leal con las empresas de la región que operan en el país ni para preservar la viabilidad de esas empresas y los más de 10.000 puestos de trabajos directos e indirectos que genera.
Entre las medidas que le han planteado al MEF, pero de las cuales no han recibido respuestas, se encuentra fiscalizar la informalidad y minimizar la desigualdad de costos que hay con respecto a Argentina, por ejemplo, donde proponen que los fletes pagos en Uruguay a empresas argentinas deban ser cursados, indefectiblemente, a través de transferencia bancaria al país de origen, previa retención de los impuestos, por agente de retención designado o entidad financiera interviniente.
Otra de las propuestas que aún no ha sido tenida en cuenta es llevar a tasa 0 el IVA, que grava el tramo nacional de los fletes de importación, dado que Uruguay es el único país de la región que grava con IVA los fletes.
"Ya transcurrieron varios meses desde nuestra solicitud y sin tener respuesta alguna de las autoridades, solicitamos se tenga en consideración esta prioridad para las empresas de bandera nacional", sostuvo Gastón Landa, gerente general de Catidu.
Desde la Cámara hacen un paralelismo con el COVID, asegurando que las empresas uruguayas de transporte internacional están enfermas con el virus, ya que la pandemia atacó varias partes neurálgicas del sector de transporte, entre las que se encuentran: el sistema nervioso, es decir, la “Región”, afectada a causa de la volatilidad del mercado cambiario y las constantes asimetrías negativas que se generan con los vecinos países.
Los pulmones, que vendrían a ser los “costos operativos”, cada vez con menos capacidad respiratoria.
La circulación sanguínea (el valor de los fletes), con varias trombosis y el intestino, que sería la “Frontera”, con transito lento encareciendo la operativa.
"Nos encontramos con un sistema de salud asistencial (el Estado), el cual no tiene camas (soluciones) para este paciente, y los medicamentos (BPS, DGI, seguros, salarios muy por encima de los de la región) son de alto costo y con una falta importante de stock (controles).
Por último, se refirieron a las empresas formales como "pacientes vacunados" que están condenados a vivir entre anti vacunas que para Catidu son las empresas informales.
"Estamos inmersos en un sistema perverso, donde el que pretende hacer las cosas bien es el más perjudicado y donde indirectamente se fomenta el informalismo", expresó Landa.