Uruguay comenzó a delinear su estrategia de hidrógeno verde mediante la instalación de tres mesas de diálogo que articularán los aportes del sector público, empresas privadas y representantes de la academia. A través de estos encuentros, que se iniciaron el martes 19 de octubre y finalizarán a mediados de noviembre, el país busca construir una base sólida y consensuada sobre la cual desarrollar diferentes acciones que lo posicionen como un actor relevante en el mercado internacional del hidrógeno verde.

El hidrógeno verde es aquel que se produce sin la participación de combustibles fósiles, únicamente a partir de energías renovables.

Este primer taller, realizado de forma virtual, reunió a más de 70 participantes de diversas reparticiones estatales, empresas públicas, el sector académico, consultores, gremiales empresariales y representantes de empresas privadas locales e internacionales, que evaluaron las potencialidades de desarrollo del mercado local y de exportación para el hidrógeno verde.

La actividad contó con la participación del ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, además del equipo técnico del MIEM a cargo del programa H2U.

“El gobierno está avanzando en la consolidación de la segunda transición energética que tiene como objetivo alcanzar la descarbonización de la economía para 2050, y este paso que estamos dando hoy es fundamental para desarrollar uno de los pilares de la estrategia, junto al avance de la movilidad eléctrica. Atraer a Uruguay a los principales agentes que están siendo protagonistas en el desarrollo del hidrógeno verde es el mayor aporte que podemos hacer para sumarnos a una ola que crece rápidamente en el mundo. La mejor forma de hacerlo es mostrar nuestra experiencia y potencial en el desarrollo de capacidades de generación de energías renovables -que nos ha colocado en el segundo lugar del mundo después de Dinamarca-, lo que redundará en inversiones que nos aporten capacidades, conocimiento, formación de capital humano y experiencia en un campo completamente innovador”, dijo el ministro Paganini.

La incorporación de hidrógeno verde ofrece oportunidades de desarrollo industrial, económico y laboral; mayor independencia energética; disminución de la vulnerabilidad respecto de la volatilidad de los precios del petróleo; y ahorro de divisas según surge de las cifras preliminares obtenidas en las etapas iniciales de este proceso.

El programa H2U es el paraguas bajo el cual se impulsa junto con varios ministerios (MA, MEF, MTOP), las empresas nacionales energéticas (UTE y ANCAP) y las agencias de promoción (Uruguay XXI, ANP y ANII) las distintas líneas de trabajo. Este nuevo proceso de intercambio para la construcción de la estrategia de hidrógeno verde cuenta con el apoyo táctico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la consultora internacional McKinsey & Company, quienes han proveído soporte analítico para estimar el potencial.

A través de estas instancias, se busca colectivizar los resultados de carácter preliminar obtenidos a partir de la labor realizada hasta el momento, con el objetivo de obtener valiosos aportes de actores relevantes del sector que permitan consolidar una estrategia país para el desarrollo de un energético clave para la descarbonización, ya que se elabora estrictamente a partir de fuentes de energía renovables.

Como principales hallazgos preliminares se puede mencionar que:

• Uruguay cuenta con la posibilidad de desarrollar una producción de Hidrogeno globalmente competitiva (los costos de producción alcanzables ubicarían a Uruguay entre el conjunto de países que ocuparían el rol de exportadores netos de este vector).
• Los productos en los que el país alcanzaría mayor competitividad en el largo plazo serían el hidrógeno y los synfuels [1] (combustibles sintéticos) en particular jetfuels verdes (combustibles de aviación).
• Para 2030, las oportunidades de exportación podrían llegar a ser importantes, impulsadas mayormente por combustible Jet Fuel e hidrógeno potencialmente utilizable como materia prima en la industria o en el sector transporte y, potencialmente, amoníaco destinado a transporte marítimo.

Por su parte estos escenarios podrían llegar a acelerar su desarrollo si por razones ambientales se verificara un incremento en los impuestos al CO2 o a partir de compromisos acelerados de descarbonización que pudieran llegar a adoptar algunos sectores privados (por ejemplo, el sector naval o la aviación comercial).

El objetivo de Uruguay es integrarse al mercado mundial del hidrógeno verde, aprovechando sus ventajas comparativas, como su altísima penetración de fuentes renovables en la matriz eléctrica —que promedia el 97%— y la complementariedad verificada entre los recursos eólico y solar.

Esta iniciativa forma parte del programa H2U, que incluye un primer proyecto piloto de hidrógeno verde en Uruguay para transporte pesado (en abril se realizó el lanzamiento de un data room virtual al que asistieron 650 personas de 30 países), del cual se comunicarán las condiciones de la convocatoria a finales del presente año.

[1] Combustibles obtenibles mediante proceso  Fischer-Tropsch a partir de hidrógeno verde.