La Red Nacional de Organizaciones de Personas Mayores (REDAM) ante un nuevo 1° de octubre, Día Internacional de las Personas de Edad, viene a recordarles que somos uno de los colectivos más numerosos del país y del mundo por lo cual reivindicamos nuestro espacio en la decisión de las políticas públicas el cual en nuestro país debiera canalizarse institucionalmente a través del Instituto Nacional de las Personas Mayores.
Nos interesa particularmente trabajar hacia el envejecimiento saludable uniéndonos a las propuestas de ONU para la presente década insistiendo en que el envejecimiento no es cuestión de viejos sino de seres vivos por lo cual involucra a gente de todas las edades. Pongamos énfasis en la salud integral de la población mejorando sustancialmente el cuidado de la salud mental y ampliando la atención primaria en todos los niveles y lugares. La vejez no es una enfermedad, es una oportunidad de vida, cuidemos la calidad de la vida durante toda la vida.
Insistimos en la importancia de un Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez como articulador de las políticas específicas de nuestra área.
Volvemos a llamar la atención de los legisladores sobre los tiempos de aplicación de la Justicia en el país. Son necesarios mayor efectividad y dinamismo porque en muchos casos la muerte llega antes que la Justicia.
Por último y no menos importante, queremos resaltar el papel de las personas mayores en la economía del país, recordando que la mayoría de nosotros tenemos propiedades y somos de los primeros en abonar los impuestos cada año, que también aportamos trabajo, fundamentalmente en los cuidados de niños u otros mayores y en el trabajo voluntario en organizaciones de tipo social y educativo que apoyan y optimizan el funcionamiento de la sociedad toda, somos consumidores activos no solo de medicamentos y artículos considerados de ayuda para mayores sino de todo tipo de productos y servicios. por los regalos y apoyos económicos que con frecuencia damos a nuestros hijos y nietos.
Queremos compartir lo que hemos aprendido formalmente y a través de la experiencia, solo necesitamos un espacio para actuar y ser tenidos en la debida cuenta con total respeto hacia nuestras personas como sujetos de derecho.