Desde la semana pasada podría decirse que oficialmente Acción Poética comenzó a intervenir muros en la ciudad cuando un grupo de jóvenes emprendió la tarea de pintar un tramo del paredón del edificio del INAU, en calle Rodó pasando 19 de abril. Unas semanas antes los mercedarios pudieron ven algunas frases firmadas por Acción Poética en los pilares del Puente “Líber Seregni”, pero como experiencia introductoria a esta tarea. Ana da Silveira comentó a @gesor “en los primeros muros firmados Acción Poética del Mundo no seguimos las reglas de lo que es el Movimiento. Sólo nos sumamos como amantes de la poesía”, y posteriormente “nos fuimos dando cuenta que se había logrado un pequeño impacto, es entonces que nos fuimos conectando amigos, compañeros de trabajo, estudiantes y gente que ni siquiera conocíamos pero compartimos el mismo interés por la Poesía. Nos pusimos en contacto con Fernando Ríos, el coordinador en Tucumán, ahora nombrado coordinador nacional en Argentina, quien nos puso al tanto de las reglas básicas del movimiento, enviándonos todo el material que el dispone y estando a diario en contacto para evacuar cualquier duda que nos surgiera. Re enganchados con la idea buscamos articularnos con alguna institución que le interesara trabajar en este tipo de intervenciones. En principio articulamos con un proyecto de INAU "Pintando Poesía", igualmente ya tenemos muros ofrecidos desde vecinos de la comunidad y otras instituciones de la órbita pública y privada”.
El movimiento Acción Poética Uruguay (APU) nació en noviembre de 2012 y desde ese entonces se ha ocupado de plasmar literatura en muros abandonados o cedidos, buscando que los montevideanos puedan leer una frase que cambie su estado anímico.
Se trata de una tendencia extendida en toda Latinoamérica, con origen en la ciudad mexicana de Monterrey. Allí Armando Alanís Pulido hace más de 15 años y con el propósito de la “revalorización de la palabra mediante la inclusión de la poesía como parte del paisaje urbano”, según anuncia la página de Facebook de APU.
Los versos deben cumplir con ciertas reglas, que con el tiempo fueron variando: letras mayúsculas negras sobre una superficie blanca, intentando poseer una extensión no mayor a ocho palabras, divididas en dos líneas como máximo. También deben de estar “totalmente desligadas a lo que es político o religioso”. El motivo de este protocolo a seguir es que aquellos que pasen por el lugar, ya sea en vehículo o a pie, puedan “ver un muro que estaba descuidado o abandonado, con una frase de aliento o de amor”. Puede tratarse de frases propias o citas de poemas de autores reconocidos.
Este movimiento ya se instaló en Mercedes, donde la semana pasada emprendieron la tarea de pintar el primer muro ya en forma ordenada y proyectan para mañana intervenir otro muro, convocando am participar a través de la red social Facebook, prometiendo llenar de poesía la ciudad.