Si se habla de lealtad en política, un concepto muy devaluado desde algunos años, Guillermo Besozzi es un referente en ofrecerla -y también en reclamarla- y así lo demostró mientras pudo compartir su carrera política con Jorge Larrañaga, cuando éste sufrió peores reveses en cuanto a resultados electorales, y hubo algunos exitistas que les gusta jugar sólo a ganador y que como se dice habitualmente van “para el lado donde calienta el sol”, él siempre se mantuvo leal a Larrañaga aun cuando muchos le decían que era “su” momento, pero sin embargo, respetó el liderazgo de Larrañaga en Alianza Nacional y se mantuvo a su lado.
Por eso hoy cuando ha desaparecido físicamente el líder y se buscan liderazgos, y cuando se escucha decir a algunos que sin Larrañaga, Alianza Nacional no tiene sentido, cuando todo apuntaba a que Besozzi siguiendo con esa lealtad a su líder y para que quienes hoy ocupan cargos en el gobierno en nombre de Alianza, sientan el respaldo, asumió el compromiso y junto a algunos otros dirigentes le dijeron al Presidente de la República que Alianza estaba allí, en ellos.
Pero cuando este domingo en el día del cumpleaños de Jorge Larrañaga, la Juventud Nacionalista de Soriano le organizó un homenaje en la Departamental de Mercedes y estuvieron presentes dos de los hijos de Larrañaga, Jorge y Aparicio, dirigentes nacionales y departamentales, Besozzi dejó abierta una puerta a buen entendedor en la parte final de su oratoria.
Besozzi comenzó expresando que se trataba de “un día especialísimo, el día del cumpleaños de Jorge, es desencontrado. Aque día que nos avisan lo peor, un frío corrió por mi, sin entender, sin comprender, sin dar crédito, era como un revolcón en la helada, duro había quedado, no podía ser cierto. Y hoy a la distancia me ha costado, y más hoy el día de su cumpleaños, estar acá. Hoy lo que tenemos que hacer es mirar para adelante que es lo que querría él”.
Habló de su relación con Larrañaga, “yo tenía amistad política que todos la conocen, de lealtad mutua, fuerte y de mucha amistad personal y no por eso nos desencontrábamos a veces, yo no soy manso y él era un toro, duro, espinudo, pero de un corazón enorme, interpretando lo que es ser blanco, bondadoso, compañero, siempre cerca del otro, estar en las más difíciles, nunca se retiraba, estaba de vuelta apoyando, perdiendo, porque estar en las buenas ganando es facilísimo, pero perdiendo hay que estar y él siempre estaba porque ponía primero la Patria, después el Partido, luego su grupo y recién por allá él, así era, esa es la figura”.
En ese sentido, Para Besozzi, “el homenaje de los jóvenes calza exacto, hombre que luchó por la juventud de su Partido, decía él “no hablemos de la juventud para conseguir los votos, hagamos cosas para que se sienta parte de...”, eso hacía Jorge Larrañaga, por eso un día estuvieron las elecciones de jóvenes”.
Hizo referencia a que “hubo algo que no se le dio nunca, la Presidencia de la República, algo que se la tenía más que merecida, pero las condicionantes del país no se dieron porque si hay alguien que llevó al Partido hacia arriba, fue Jorge Larrañaga, al 35% lo llevó en aquel momento y hoy se gana con bastante menos. Ese Jorge Larrañaga que supo perder, porque a pesar de haber perdido, termina impulsando la elección de Jóvenes, no descansó, el que le puso el Guapo no le puso porque fuera para adelante en la lucha personal, que lo era, pero él era el Guapo por se la jugaba en la adversidad, siempre estaba en las buenas y en las malas, porque se le ocurría decir vamos a intentar reformar la Constitución, nos juntó a todos y nos dijo eso y le dijimos “Jorge vos estás medio loco” y él en cambio con total convencimiento nos dijo “no, no, vamos a intentarlo porque la reforma de la Constitución es para mejorar la seguridad y con ello la calidad de vida de la gente, es necesaria”.
Cuando le preguntamos si estaba seguro, la respuesta es con un convencimiento total y nos convencía a todos y así salíamos todos a convencer la gente, se consiguieron las firmas y faltaron unos pocos votos, por nada no se llegó...”.
Reafirmó que Larrañaga “era un Guapo en su vida política y personal, con ese cariño a la familia, a los hijos, de siempre, cuidando a todo el mundo, y a pesar de eso que no es fácil en la política porque las deslealtades están a la vuelta de la esquina, él sabía que era así.
Cuando le tocó perder esas internas, parecía que Jorge se iba, pero Jorge volvía y asumía responsabilidades. Había que ser candidato a la Vicepresidencia salía, había que ser Ministro del Interior en esta que nadie pensaba que podía serlo, porque muchos decían “que no agarre es un fierro caliente”.
Recordó una anécdota, “me llamó un político de otro partido a decirme, “decile que no agarre, decile a Jorge que pongan a otro, esa es la tumba de los crack” y yo pensaba si le decía o no, pero pensé que si se cruzaba con este política y le preguntaba iba a decir Besozzi no me dijo nada y entonces le dice porque correspondía. Y él me dejó hablar y me contestó “pa' que me decís esto si vos sabés lo que te voy a contestar”, casi me retó, que le encantaba retarme. “Si vos sabés que yo tengo la mirada que hay que deja todo por la Patria, por el país. Si cada vez que nos ofrecen cosas para sacar adelante a la gente y no nos gusta el lugar vamos a decir que no, así no. Cuando nos toca hay que asumir y hay que estar. Si hay que dejar el cuero en la estaca, lo voy a dejar”, mirá donde está hoy. Ese era Jorge Larrañaga, capaz de dar todo por su país, por su gente, por los jóvenes, que tenía una mirada de padre siempre, dándoles un consejo, hay que estudiar, hay que prepararse”.
Destacó la preponderancia de la figura de Larrañaga, “lo extrañamos todos, era un hombre de peso específico, cuando te dicen que tenía muchos menos votos, claro, sí tenía menos votos, pero el peso específico que tenía Jorge Larrañaga, políticamente hablando, no solamente en nuestro partido, en el sistema político, no hay muchos, ni siquiera de los que están hoy ni de los que estuvieron antes, se le va a recordar como un blanco de ley que siempre estuvo a la altura de los acontecimientos en la situación que fuere para su Partido”.
Recordó una de sus venidas a Mercedes y allí abrió una puerta hacia el futuro de Alianza, “hay orden de no aflojar decía Jorge en una de sus frases, también un día vino al Praga, hizo un discurso, y allí utilizó otra frase que es de la época de Aparicio Saravia, en quien Jorge se inspiraba, ese hombre del Interior al que le decía ¿valdrá la pena hablar tanto del Interior? Los montevideanos no nos van a votar, y él me decía, el Interior está todo dentro de Montevideo, son todos hijos del Interior. Cuando vino al Praga en aquel momento en una Interna que no estaba fácil, terminó con esta frase que era de 1904, cuando Chiquito Saravia sale a recorrer la tropa y viene preguntando cuantas municiones le queda a cada uno, y un cabo viejo le dice a Saravia, “una bala pa' todo el día General”. Bueno, hoy tal vez nos queda una bala a Alianza Nacional, a esa línea política de Larrañaga, de Wilson, de muchos, pero que hoy no están, pero siempre hay una bala para luchar en el buen sentido, para pelear en el buen sentido, por lo que uno siente, que tiene que ser un país, una sociedad, un gobierno, el bienestar de la gente, que es lo que hay que buscar siempre.
Ese Jorge Larrañaga que nos enseñó tanto, como otros del Partido que nos llena de orgullo y felicidad todo lo que nos enseñó, andará en alguna nube blanca, por ahí, seguro, con el viejo Saravia, quien sabe pensando qué. Este sentido homenaje en el día de su compleaños, pero que con mucha alegría diría él, hay que seguir, pasó lo que pasó, hay que levantar las banderas de nuestro Partido, de los grupos y seguir trabajando, para mejorar este hermoso país que tenemos hoy y que dependerá de nosotros mismos que cada vez sea un poquito mejor. Viva el Partido Nacional. Viva Jorge Larrañaga, Gracias a todo y hay que seguir insistiendo por un Partido de lealtades, de amistades y de buenas acciones para la sociedad!!!”.