Hoy me quiero referir a un tema que ya ha sido enfocado en periodo anterior, sin obtener los resultados esperados.
Concretamente se trata del histórico reloj de la Catedral de nuestra ciudad de Mercedes y su mantenimiento para el funcionamiento adecuado de toda la vida, lo que no se está dando en este momento lamentablemente.
No voy a realizar una reseña histórica de lo que ha significado y significa ese reloj para Mercedes, porque no soy historiador ni investigador histórico al respecto.
Pero sí es indudable que se trata de un verdadero ícono histórico para nuestra gente, más allá de la propia utilidad horaria y de su ubicación en un templo religioso.
Ha sido un referente y componente sustancial de la historia misma de la ciudad y su población.
Hoy muestra un notorio deterioro y no está cumpliendo su misión y las nuevas generaciones no han conocido de sus bondades.
Sus campanas, dando la hora cada 15 minutos, ya no cumplen adecuadamente con algo que era tradicional y hasta orientaba a los ciudadanos, incluso en sus labores.
Lamentablemente está quedando en desuso por la falta del mantenimiento adecuado y peligrosamente viene corriendo el mismo destino de la histórica sirena de nuestra fábrica Pamer que fue silenciada.
Tenemos entendido que desde siempre el mantenimiento ha estado a cargo, económicamente hablando, de la Intendencia Departamental.
También en un artículo reciente en medio de prensa escrita local, se ha dicho que el reloj está llegando al final de la vida útil y no hay forma de reparación.
Sin embargo, tenemos referencias de que existe una persona especializada en reparación de este tipo de relojes, residente en Montevideo, quien podría, al menos, ser consultado para establecer técnicamente la viabilidad.
Por esta razón, señor presidente, solicito que se ubique a esta persona y su realicen los contactos pertinentes a fin de convenir la eventual recuperación de este histórico reloj, de profundas connotaciones comunitarias.
Muchos compañeros quizás se sorprendan del porqué de este planteo aquí en la Junta, es que de acuerdo a lo que nos han informado, esta reliquia histórica, donada a la ciudad de Mercedes por el señor Francisco Milans, debería ser cuidada y mantenida en condiciones por el gobierno departamental.
Pido que mis palabras pasen al Ejecutivo Departamental y también al Obispado de Mercedes, a fin de que se coordinen acciones en este sentido y se radiquen en la comisión que usted entienda pertinente, a los efectos de realizar el seguimiento de estas gestiones, involucrándose en las mismas, en caso de ser necesario.