
Voy a hablar en representación de la bancada del Partido Colorado y voy a ser breve porque sabemos que hay muchos compañeros ediles del Partido Nacional que quieren hacer uso de la palabra para homenajear a quien fuera uno de sus líderes.
Hacemos llegar nuestro saludo a la familia de Jorge Larrañaga, a sus compañeros de Alianza Nacional y a todo el Partido Nacional porque consideramos que han perdido un gran hombre y un referente para todos ellos. Hacemos llegar nuestras condolencias y nuestro demostración de respeto a quien consideramos fue un luchador de la vida.
Saludamos especialmente al intendente Guillermo Besozzi, sabemos que esta pérdida fue un golpe muy duro para el, pero no tenemos duda que se recuperará tal como su líder lo hizo una y otra vez.
El país ha perdido un gran ministro del interior y como dijo el presidente el gobierno ha perdido un bastión.
Había sido 2 veces intendente de Paysandú, candidato a presidente, senador de la república y ahora había aceptado con guapeza hacerse cargo del ministerio del interior, con la responsabilidad y exposición que eso conlleva, siendo quizás el cargo más difícil de asumir en un gobierno.
En el año y pico que estuvo al mando, realizó una excelente gestión fiel a sus principios y los resultados así lo demuestran. La policía se sintió respaldada, respetada y apoyada, y eso se vio reflejado en el respeto que su figura logró en el sindicato policial.
Un trabajador y luchador incansable, tal así que era capaz de anteponer su responsabilidad con el país, por encima de su salud.
Les voy a contar que por esas casualidades de la vida, pocos días antes de su fallecimiento, Jorge Larrañaga y yo nos encontrábamos solos en la sala de espera de un nosocomio en la capital, los 2 habíamos tenido una intervención quirúrgica similar en la columna y estábamos esperando ser atendidos por el mismo médico para controlar la evolución de la cirugía.
Yo no me aguanté, me presenté y le saqué conversación. Lo felicité por el trabajo que venía haciendo y le hice una broma que lo veía peor que yo a pesar que el llevaba más días de recuperación.
Con la seriedad que lo caracterizaba me confesó que no venía haciendo del todo bien los deberes en su recuperación porque eso le quitaba tiempo y él no se permitía aflojar ni un día en la labor que había asumido. También me comentó que no veía la hora de empezar a sentirse bien porque había mucho trabajo por hacer.
Esa charla creo que resume lo que Jorge Larrañaga para todos los uruguayos. Un servidor que ejercía su rol fuera cual fuera, con guapeza, seriedad, responsabilidad, dedicación y mucho pero mucho corazón.