21 de May del 2021 a las 09:26 -
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Un mercedario prisionero en submarino nazi
El capitán del buque "Maldonado" era Mario Atanasio Giambruno Castaing, de 42 años de edad, nacido el 9 de mayo del año 1900 en la ciudad de Mercedes.

(Escribe, Emilio Hourcade Leguísamo) Al desarrollarse la Segunda Guerra Mundial (1939–1945), una de las estrategias utilizadas por las fuerzas alemanas era la destrucción de los boques mercantes que llevaban suministros a sus enemigos europeos, en tarea que cumplieron fundamentalmente sus submarinos (llamados en inglés U-Boot, abreviatura del alemán Unterseeboot, «nave submarina»), los cuales navegaban las aguas entre América y Europa, sembrando el terror entre las naves que sin arma alguna y llevando solo su carga de mercadería, eran hundidas por estos, siendo muy ilustrativa sobre este tema la película «Greyhound» estrenada en el año 2020 y protagonizada por el destacado actor Tom Hanks.

Sabido es que luego de la Primera Guerra Mundial, a Alemania se le habían impuesto límites en cuanto a las distintas dimensiones que podían tener sus embarcaciones de guerra, obligándolos a pensar en naves relativamente pequeñas y ágiles, pero de gran poder de fuego, dando lugar a los llamados «acorazados de bolsillo», siendo Uruguay  testigo de una de estas naves, cuando el «Admiral Graf Spee», luego de haber hundido a varios cargueros en el Océano Atlántico, se encuentra y enfrenta a naves inglesas el 13 de diciembre de 1939 en la llamada “Batalla del Río de la Plata”, viéndose obligado a entrar a nuestro puerto de Montevideo en busca de refugio para reparar las serias averías que había sufrido en el enfrentamiento.

Luego de una intensa batalla diplomática, el gobierno uruguayo obliga al buque alemán a retirarse no dándole tiempo a efectuar las reparaciones, por lo que el 17 de diciembre abandona el puerto uruguayo, pero sabedor su capitán de que mar adentro lo esperaban las naves inglesas, decide explotar y hundir al «Graf Spee» frente a las costas de Montevideo.

Para tener una idea del poder de fuego de esta embarcación, cabe mencionar que dentro de su variado armamento tenía 9 cañones de 280 milímetros, capaces de arrojar proyectiles de 300 kilogramos, por lo que esa sola nave podría haber destruido Montevideo, sin posibilidad alguna para nuestro país de enfrentarlo.

Otro buque que fue pensado para sembrar terror no solo entre los buques mercantes, sino también entre las naves militares, fue el acorazado «Bismarck», fabulosa máquina para la guerra que en secreto construyeron los nazis y que contaba con una tripulación de más de 2000 hombres.

Para ejemplificar su poder de fuego podemos mencionar que, en cada ráfaga de fuego de sus cañones, arrojaba 7000 kilogramos de acero contra su enemigo, teniendo armas con la potencia suficiente para arrojar un automóvil pequeño a 40 kilómetros de distancia.

Esta nave, a mediados de mayo de 1941 sale de un puerto alemán junto al acorazado «Prinz Eugen» y se dirigen al Atlántico Norte, buscando un pasaje al Océano Atlántico que le permitiese junto a los submarinos, destruir por completo el suministro de víveres a sus enemigos europeos (Operación Rheinübung), debiendo cuidarse de no ser visto por la flota inglesa y eligiendo el Estrecho de Dinamarca entre Groenlandia e Islandia para cruzar al Sur, pero un avión de reconocimiento británico «Spitfire» los ve surcando entre los fiordos noruegos y la saca una famosa foto con la que identifican por primera vez a esta nave, y toman conocimiento de que había entrado en acción.

Si bien en su primera navegación se enfrentará y hundirá el 24 de mayo de 1941 al «HMS Hood», buque insignia de los ingleses que contaba con una tripulación que superaba también los 2000 hombres y que es hundido en apenas unos minutos de iniciada la batalla, le vida del «Bismarck» también será bastante efímera, ya que en ese primer viaje y concretamente el 27 de mayo de 1941, es hundido por la flota inglesa, luego de que un torpedo de contacto arrojado por un avión inglés «Swordfish» (Pez espada), dañara y atascara su timón, haciéndolo navegar en círculos, regresando a merced de las naves inglesas que lo terminaron hundiendo, luego de que casi llegara a algún puerto francés (en poder de Alemania), en donde habría sido reabastecido y reparado luego de la frenética y cinematográfica persecución que había recibido de la armada británica.

Corresponde entonces hacer mención a dos embarcaciones de bandera uruguaya que, transportando mercadería desde Montevideo a Estados Unidos, fueron atacadas y hundidas por submarinos del “eje” (Berlín-Roma-Tokio) de la Segunda Guerra Mundial.

Por un lado, tenemos al carguero “Montevideo”, hundido por el submarino italiano “Enrico Tazolli” el 9 de marzo de 1942, sin previo aviso y provocando varias muertes.

Por otro lado, y poco tiempo después del hundimiento del «Montevideo», le toca el turno al vapor «Maldonado», que es hundido el 2 de agosto de 1942 en el Mar del Caribe por el submarino alemán U 510, aconsejando para quienes les interese conocer más detalles de estos hundimientos, la lectura del libro ¡Tiren cobardes!, del joven escritor uruguayo Sebastián Panzl.

Pues bien, el capitán del buque «Maldonado» era Mario Atanasio Giambruno Castaing, de 42 años de edad, nacido el 9 de mayo del año 1900 en la ciudad de Mercedes, hijo de Ernesto Giambruno, comerciante de nacionalidad argentina, hijo de padre italiano y madre española, y Ana Castaing, de nacionalidad uruguaya, pero de padres franceses, domiciliados en calle Colón N° 154 de vuestra ciudad.1

Mario eligió la carrera de marino, mientras que su hermano Cyro, también nacido en Mercedes, pero el 16 de junio de 1898, optó por la medicina, logrando el título de doctor para luego radicarse en Fray Bentos y ejerciendo mayoritariamente como médico rural.

El Dr. Cyro Giambruno fue también diputado, embajador e incluso Ministro de Instrucción Pública durante el gobierno de Alfredo Baldomir (1938 – 1943), o sea que era ministro de gobierno en momentos en que su hermano siendo capitán del «Maldonado», era hecho prisionero y hundida su nave por un submarino nazi.

 Volviendo al hundimiento de las naves, cuando fue atacado el carguero “Montevideo”, no existió aviso previo y de allí la cantidad de víctimas fatales que se produjeron, mientras que en el ataque al «Maldonado», el submarino nazi dio aviso previamente, dando tiempo a que la tripulación abandonara la nave en los botes auxiliares, destacándose en ese momento la serenidad y orden que impartió el Capitán Giambruno a su tripulación al momento de abandonar la embarcación.

«El submarino alemán habría estado cuatro horas siguiendo a nuestro buque, hasta que finalmente emergió en forma definitiva sobre la banda del “Maldonado”, requiriendo la presencia del Capitán. Con determinación y sangre fría, el C/C Mario Giambruno se tomó su tiempo para dar directivas fundamentales a sus hombres, ordenar el abandono del buque, indicar el rumbo hacia Bermudas la tierra más cercana, poner a recaudo los valores del buque y luego asumir con hidalguía, su incierto destino embarcando en el submarino alemán como prisionero. La tripulación de forma ordenada y expeditiva desembarcó en cuatro botes salvavidas. Luego de ello, con fuego de superficie desde una distancia de 60 metros, el submarino intentó hundir a nuestro mercante. Al no lograrlo se sumergió y luego de un tiempo de maniobra disparó un torpedo que dio de lleno en la banda del indefenso buque, hundiéndolo en contados minutos». 2

Preso su capitán en el submarino nazi, los 49 tripulantes de “Maldonado” se distribuyeron en las 4 embarcaciones menores, logrando permanecer medianamente juntas los 2 primeros días, hasta que las inclemencias del tiempo los hizo separar, pero tal como lo relata el Contra Almirante Viglietti en el artículo anteriormente referido: «Pasaron similares vivencias, similares riesgos y afortunadamente el denominador común fue el rescate sin pérdidas de vidas», hecho ocurrido aproximadamente una semana después del ataque.

Conocida la noticia, la prensa de nuestro departamento se hará eco de ella al conocerse que dentro de la tripulación había además un marino oriundo de la ciudad de Dolores: «El dolor de este cobarde atentado contra un buque indefenso, nos ha tocado muy de cerca. Dos coterráneos nuestros viajaban a bordo y quien sabe las peripecias que han de correr. Nos referimos al comandante del “Maldonado”, capitán de corbeta Mario Giambruno, hijo de Mercedes, que fue hecho prisionero por el corsario, y el Segundo Oficial, Tte. de Marina Alfredo Bastreri, oriundo de la ciudad de Dolores y perteneciente a una estimada familia muy vinculada en nuestro medio».3

Según lo relata Sebastián Panzl en su libro ¡Tiren Cobardes!, Giambruno, una vez alojado dentro del submarino alemán, fue interrogado en francés, preguntándole sobre las características del «Maldonado», la carga que transportaba, procedencia y destino de la misma. Posteriormente y antes de ser torpedeada la nave uruguaya, el capitán alemán ofreció a Giambruno la posibilidad de retirarse y así no ver el hundimiento, pero este prefirió presenciarlo y así observar que sus tripulantes, que lentamente se alejaban en los botes auxiliares, no sufrieran daño.

En cuanto a su estadía en el submarino, Giambruno acató las órdenes que se le dieron y sintió las detonaciones en momentos en que el submarino era atacado por aviones, como así mismo cuando éste disparaba sus torpedos, navegando por el Atlántico a lo largo de un mes hasta llegar a un puerto francés. De allí fue llevado a Berlín en tren y recluido en un campo de concentración, hasta que luego de ser interrogado por el Comando de la Marina Alemana, es liberado y se le permite regresar al Uruguay, a donde llega a fines de enero de 1943.

«Ascendido poco después, al Capitán Giambruno le requiere información la Embajada de EE.UU. pero él se niega a responderles, remitiéndolos al informe que le confeccionara a la Armada. Sin duda el episodio marcó su vida pues poco tiempo después pidió su pase a retiro voluntario».4

 

La historia náutica de nuestro departamento ha sido mayormente ignorada, desconociéndose la importancia que han tenido sus ríos para nuestras poblaciones, sus puertos, los barcos que los navegaron y dentro de los variados oficios que en ellos se desarrollaron, se destacan los marinos y no solo de cabotaje, ya que Soriano ha sido siempre cuna de varios hombres de mar, que al igual que el Capitán Giambruno, dejaron su marca en esa tan rica historia como es la marítima y fluvial.

REFERENCIAS

1 Partida de nacimiento N° 144, año 1900 – Registro Civil Intendencia de Soriano

2 “Los hundimientos del “Montevideo” y el “Maldonado”, Contra Almirante Hugo Viglietti Di Mattia, Revista Naval, Año XVI, N° 51, Diciembre 2005

3 “El Radical”, Mercedes, 9 de agosto de 1942

4 “Los hundimientos del “Montevideo” y el “Maldonado”, Contra Almirante Hugo Viglietti Di Mattia, Revista Naval, Año XVI, N° 51, Diciembre 2005

 

Blog del autor

Revista Digital “Soriano fluvial”

 

 

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