¿Los hombres no se enferman?
Si nos enfermamos y si morimos más por accidente de tránsito y suicidio que las mujeres; ante la enfermedad nos retraemos, no pedimos ayuda o lo hacemos de manera equivocada.
La cultura actual de esta sociedad en que vivimos nos plantea al hombre como un “Súper Hombre”, pero no plantea nunca que él puede llegar a enfermarse, no hay espacio en la sociedad para él en este estado, no lo incluye, no lo toma en cuenta, ¿no existe?
Nos hemos tomado la pastilla de que todo lo podemos y que la fragilidad no es parte de la hombría, entonces la enfermad cuando se presenta la tomamos como una derrota y se lleva lo mejor de nosotros.
Entonces nos lleva a tener que mirar aspectos desconocidos para nosotros, a la autocompasión, que no la sabemos sentir, no la conocemos, ni la valoramos como tal; no sabemos cuidar de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, porque cuando se presenta la enfermedad la padecemos, no la transitamos, no la vemos de forma que pertenezca a nuestro ser, sino que la tomamos como una derrota total de nuestra masculinidad, que abarca todos y cada uno de los aspectos que te hacen sentir masculino, se expande por todos los ámbitos de la vida.
La derrota que sentimos como fracaso porque ya no podemos hacer determinadas cosas como lo hacíamos antes, cuando la enfermedad no estaba o no se manifestaba.
Y si… tener una enfermedad nos cambia la vida, nos enfrenta a tener que replantear todo de nuevo, mirar hacia donde nunca habíamos mirado y preguntarnos, preguntarnos cosas que nunca nos preguntamos y sin saber cómo preguntarnos o no tener las respuestas esperadas.
Si siempre fuimos cuidadores, dadores, proveedores, “Súper Hombre” ¿cómo permitirnos ahora dejarnos cuidar? Permitir que otro cuide de nosotros, realizar un acto de entrega total, sin que se confunda con debilidad y que nos haga sentir como incapaces.
Miedo, pavor de dejar de ser yo, para depender de una persona, nos sentimos vulnerables.
La enfermedad es parte de la naturaleza humana, capaz que tuvo una dimensión mayor por el estilo de vida tóxico que hemos construido. Tóxico en los alimentos, tóxico en las relaciones, tóxico en la forma de vivir de las sociedades.
Es necesario que tengamos la apertura para aprender, decodificar el mensaje que la enfermedad nos trae.
La vida humana es finita y la existencia humana es infinita.
Gastón Andino