La nota que publicara @gesor con la versión de algunos internos de la Unidad 24 del INR en Pense, en la cual reclamaban por el estado de la comida y por la falta de algunas mercaderías que decían que se debía a que entre algunos funcionarios policiales y cocineros (internos) de años en el centro de reclusión se llevaban esas mercaderías, originó que se contactaran con nuestra Agencia Soriano de Noticias, funcionarios policiales para señalar que eso no era así.
Uno de ellos, que estuvo prestando tareas en el lugar durante dos años y hoy ya no se encuentra allí contó como es el mecanismo teniendo en cuenta que le tocó vivirlo a diario “cuando se abren los pabellones, de mañana temprano, se sacan personas privadas de libertad (PPL) de cada uno de los pabellones A, B, C y D, los que salen son elegidos por quien es el “encargado” de la cocina por decir de alguna manera, y que por lo general se trata de una persona con años de reclusión y que muchas veces se encuentra entre quienes están en el sector de confianza, es decir en la chacra vieja. Quienes salen de cada uno de los pabellones son los que lo van a ayudar a cocinar, son los que a su vez hacen la leche y la reparten junto con el pan en la mañana y después se quedan a ayudar en el almuerzo”.
Más adelante sostuvo “los que cocinan tienen un supervisor que es de los propios presos y a su vez todos ellos están con custodia permanente de un funcionario policial que controla que no vayan a llevar algún corte para las celdas. Ese supervisor de la cocina que es un preso, es el que le pide al funcionario policial, las cosas para cocinar, ya que el policía tiene las llaves de donde están las mercaderías”.
Señaló que una vez a la semana “llega verdura, carne vacuna, pollo, y se va distribuyendo de manera tal que dure para los siete días, hacen guiso al mediodía y el guiso de la noche que se entrega a las 7.00 de la tarde, más la bandeja con pan y los fines de semana son fideos con tuco”.
Dijo que a su vez las PPL “que salen de los pabellones para ayudar a cocinar, le piden azúcar, leche en polvo, verdura, o alguna otra mercadería al encargado de la cocina y éste le tiene que pedir al policía y éste a veces autoriza y a veces no, eso es algo que debe manejarse con el criterio de sobrellevar la situación, lo que llevan es para cocinarse en los pabellones o hacerse leche en las celdas, porque cuando los familiares les llevan cosas, ellos se juntan y entre todos hacen comida, a veces utilizando esas cosas que llevan los compañeros desde la cocina”.
Este funcionario expresó, “del rancho famoso como se le dice a la comida de la cárcel he comido y compañeros también y le puedo decir que la comida está bien, incluso esa comida tampoco es para todos, hay quienes son celíacos, los diabéticos, los hipertensos, es decir aquellas personas que tienen determinadas patologías por indicación médica, se les cocina aparte. También se cocina aparte para las mujeres y los de la chacra también llevan las cosas y se hacen la comida aparte, allá hay un cocinero y le mandan las verduras y la carne”.
Hizo referencia que hablaba “de los turnos que me tocaba estar a mi, le puedo asegurar que jamás ví que alguien se llevara carne o leche en polvo como dicen ellos, en cambio sí le puedo decir que quienes salen para ayudar a cocinar muchas veces allí en los tiempos que me tocó estar en el lugar, los muchachos comían bien, churrasco o alguna otra cosa mientras se hacía el guiso para llevar a los pabellones, pero ellos comían otra cosa con la misma ración que le dan para hacer la comida para todos. Hay veces que son ellos mismos los que achican la comida, con lo que comen en la cocina y para llevar para los pabellones, son ellos mismos los que se achican la comida, pero no lo van a decir”.