Montevideo, 18 de abril de 2021.
El Consejo Directivo Central de la APU expresa su enorme preocupación por la creciente escalada de ataques a la libertad de expresión y de agravios contra los trabajadores de los medios de comunicación a la que estamos asistiendo.
La situación en la que se ha visto involucrado en las últimas horas el periodista Aldo Silva, socio de nuestro sindicato, marca el nivel de desprecio hacia la profesión que se refleja en algunos colectivos
políticos y anónimos, que se ocultan en las redes sociales El odio hacia la opinión discordante se ha expresado en toda clase de agravios y amenazas, alguna de ellas formulada por algún legislador/a,
y ha llegado al inaceptable extremo de exigir el despido del colega.
Lo ocurrido con el compañero Aldo Silva es el último capítulo de una triste saga que en el contexto de una de las peores crisis sanitarias de la historia del país ha tenido como protagonistas involuntarios a periodistas de varios medios de comunicación.
El denominador común de esta lamentable realidad a la que estamos asistiendo es el agravio, la amenaza, la atribución de intenciones y la descalificación, en muchos casos amparados en el cobarde anonimato que otorgan las redes sociales.Lamentablemente algunos actores políticos e incluso algún medio de comunicación han formado parte de la claque que ante la menor discordancia de opinión promueve el escarnio y el descrédito contra los trabajadores de la comunicación, llegando al extremo de atentar contra su fuente laboral.
En las últimas semanas y en directa proporción con el agravamiento de la situación sanitaria del país, se ha intensificado la virulencia de los ataques contra todo aquel que ose expresar una opinión discordante
con el manejo de la pandemia, especialmente si se trata de un trabajador de los medios de comunicación.
Nuestro sindicato y alguno de sus principales dirigentes también han sido objeto de toda clase de injurias, agravios y amenazas que hasta ahora no hemos contestado para no seguir dando argumentos a los intolerantes.No obstante, esta escalada parece estar lejos de detenerse y, por el contrario, se agrava día a día.
El CDC de la APU condena enfáticamente todas las expresiones de odio e intolerancia, los agravios, las injurias y las amenazas contra los trabajadores de los medios que – haciendo uso de la libertad de
expresión que consagra nuestra Constitución – manifiestan su opinión sobre la grave situación que atraviesa el país.
Las opiniones pueden ser compartidas o no, pero eso no justifica poner en tela de juicio la honestidad intelectual y la independencia de los trabajadores de los medios de comunicación y, mucho menos, atentar
contra su fuente laboral.
La condena social sumaria que se promueve a través de las redes sociales, en algunos casos fogoneada por conspicuos dirigentes políticos, es una práctica profundamente antidemocrática y peligrosa para la sociedad.
El CDC de la APU tiene la obligación de advertir sobre este creciente y preocupante fenómeno que se ha instalado en algunos ámbitos de nuestra sociedad, que atenta contra valores fundacionales de nuestra
democracia.
CONSEJO DIRECTIVO CENTRAL
ASOCIACIÓN DE LA PRENSA URUGUAYA