Uruguay proyecta dispersar 28 millones de moscas estériles por semana, en un plazo de dos años, para evitar que la de la bichera se reproduzca. Esta plaga representa una pérdida de 40 millones de dólares anuales para el país, explicó el ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte, tras reunirse con representantes de gremiales agropecuarias. “No es fácil, pero es posible la erradicación”, auguró.
Carlos María Uriarte se reunió, este martes 9, con representantes de la Federación Rural, la Asociación Rural y la Cooperativa Agraria de Fomento, para ajustar las líneas de acción del borrador del proyecto de la ley destinada a la campaña de control y erradicación de la mosca de la bichera o gusano barrenador del ganado.
Uriarte expresó que, para enfrentar este desafío, se cuenta con el apoyo del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado, con vasta experiencia en el tema en América Central y América del Norte.
“Uruguay sufre una pérdida directa de 40 millones de dólares por año por la mosca de la bichera. Es el momento de encarar este programa junto con los productores”, relató el secretario de Estado.
Detalló que el programa se divide en un año de información, dos años para dispersar 28 millones de moscas por semana en determinadas regiones del territorio nacional y otro año de conservación. La tecnología que se considera utilizar es la del macho estéril. “Nos hace pensar que la erradicación del insecto es posible”, señaló Uriarte.
El jerarca explicó que la propuesta abarca el uso de método que se aplicó en el siglo pasado con mucho éxito en América Central y del Norte. En la actualidad se emplea en un corredor de unos 100 kilómetros de ancho, en Panamá, país donde se siembra constantemente moscas estériles para impedir que el parásito ingrese desde América del Sur.
Uriarte detalló que la mosca de la bichera copula una sola vez en su vida y si en ese momento se relaciona con un macho estéril, no se reproduce. Agregó que los machos son esterilizados por irradiación de rayos gama en una planta de energía atómica localizada en Panamá, con la cual Uruguay mantiene contacto desde hace tiempo porque está interesado en utilizar esa tecnología.