El Area de Género de FUCVAM emitió su posición respecto de un nuevo 8 de Marzo, Día internacional de la Mujer Trabajadora, el que transcribimos a continuación:
"Hoy las mujeres cooperativistas, trabajadoras, reivindicamos el 8 de marzo recordando a las 120 mujeres obreras que murieron en una fábrica textil de Nueva York luchando por mejores condiciones laborales. Este día como "Día de la mujer trabajadora" fue propuesto por Clara Zetkin en la segunda conferencia internacional de Mujeres Socialistas realizadas en 1910.
Desde que surgió el movimiento de cooperativas de vivienda en Uruguay el alto porcentaje de mujeres que lo integran ha sido un elemento distintivo. FUCVAM se ha caracterizado por la participación de las mujeres no sólo en un lugar históricamente masculino como es la obra, sino que también en espacios políticos y gremiales. El desarrollo social de nuestros barrios y comunidades es el reflejo de la militancia social y constante, sostenida principalmente por mujeres.
FUCVAM como movimiento nacido de la clase obrera sigue reivindicando otras formas de construir comunidades, más justas e igualitarias, dignificando nuestras vidas en todos los ámbitos, ofreciendo un modelo alternativo de acceso a la vivienda.
Es por eso que desde el movimiento reivindicamos el pago al 2% de interés para todas las cooperativas de vivienda, préstamos para construir, cartera de tierras a nivel nacional y promovemos el referéndum para poder debatir sobre los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración.
El año pasado la pandemia vino a mostrarnos la fragilidad de la vida bajo el sistema capitalista, donde prima el lucro sobre la vida, un sistema que incrementa sus ganancias a costa del trabajo explotado asalariado y el trabajo doméstico, invisible y feminizado. Trabajo doméstico históricamente desvalorizado, que implica a las mujeres muchas horas diarias destinadas a los cuidados. Tareas que aun recaen casi en su totalidad en nosotras... mujeres madres, mujeres hermanas, mujeres hijas, mujeres todas.
Cuando toda la economía se detiene, la reproducción de la vida sigue, el trabajo no pago de las mujeres continúa garantizando la supervivencia cotidiana.
Los desafíos que nos proponen los feminismos hoy, tienen que ver con los aspectos vinculados a las violencias hacia las mujeres y disidencias; la reorganización del trabajo doméstico y los cuidados; el desarrollo de alternativas productivas y solidarias; el ensayo de nuevas formas sociales y comunitarias más humanas, produciendo ciudad y hábitat con la vida y el cuidado en el centro.
Uno de nuestros ejes centrales de reivindicación es la ley de cotitularidad. Esta ley nos otorga más derecho y participación en nuestras cooperativas, además de garantizar la permanencia en nuestras viviendas.
Desde las cooperativas debemos colocar en el centro de nuestro accionar el cuidado y la reproducción de la vida, posicionándonos desde una alternativa anticapitalista que cuestione al sistema no solo desde la organización del trabajo y la explotación de nuestra clase, sino desde la doble explotación de las mujeres y su lugar en la cadena productiva y reproductiva.
¡Sin mujeres no hay cooperativismo!
Contra la precarización y el control de la vida. Luchar hasta vencer!!!".