El Ministerio de Salud Pública realizó una serie de recomendaciones para evitar infecciones y/o intoxicaciones por consumir alimentos en mal estado. Una situación que puede desencadenarse , de no tener las previsiones suficientes, en los meses de verano por el notorio aumento de la temperatura.
La limpieza es una de las claves para lograr la seguridad de los alimentos. Los microorganismos peligrosos están presentes en el suelo, los animales y las personas; en las manos, los paños de limpieza y los utensilios, especialmente las tablas de cortar. El menor contacto puede conllevar su transferencia a los alimentos y provocar enfermedades de transmisión alimentaria.
Para que eso no suceda:
- Lávese las manos antes de preparar alimentos y con frecuencia durante su preparación.
- Lave y desinfecte todas las superficies y equipos usados en la preparación de alimentos.
- Proteja los alimentos y las áreas de cocina de insectos, plagas y otros animales.
Los alimentos crudos, especialmente las carnes rojas, la carne de ave y el pescado y sus jugos, también pueden contener microorganismos peligrosos que pueden transferirse a otros durante su preparación y conservación. Por ello separar los alimentos crudos de los cocidos es necesario al momento de mantener los alimentos saludables:
- Separe las carnes rojas, la carne de ave y el pescado crudos de los demás alimentos.
- Use equipos y utensilios, como cuchillos y tablas de cortar, diferentes para manipular alimentos crudos.
- Higienice tablas y cuchillos correctamente cada vez que se procesen distintos productos alimenticios.
- Conserve los alimentos en recipientes distintos para evitar el contacto entre los crudos y los cocidos.
Está demostrado que la adecuada cocción de los alimentos mata casi todos los microorganismos peligrosos, por lo que cocinarlos a una temperatura de hasta 70°C contribuye a que sean seguros. La cocción de carne picada, trozos grandes de carne y las aves enteras requieren atención especial.
- Cocine completamente los alimentos, especialmente las carnes rojas, la carne de ave, los huevos y el pescado.
- Hierva los alimentos como sopas y guisos para asegurarse de que han alcanzado los 70°C. En el caso de las carnes rojas y de ave, asegúrese de que los jugos sean claros y no rosados. Se recomienda el uso de un termómetro.
- Recaliente completamente los alimentos ya cocidos.
Los microorganismos se pueden multiplicar con mucha rapidez si los alimentos se conservan a temperatura ambiente. A temperaturas inferiores a los 5°C o superiores a los 60°C, el crecimiento microbiano se ralentiza o se detiene. Igualmente algunos microorganismos peligros pueden todavía crecer por debajo de los 5°C. Por esto es que hay que mantener los alimentos a temperaturas seguras:
- No deje alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de 2 horas.
- Refrigere lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos (preferiblemente por debajo de los 5°C).
- Mantenga la comida muy caliente (a más de 60°C) antes de servir.
- No guarde alimentos durante mucho tiempo, aunque sea en el refrigerador.
- No descongele los alimentos a temperatura ambiente.
Además es esencial la selección de materias primas, puesto que en alimentos dañados o mohosos se pueden formar sustancias químicas peligrosas. Lavar la fruta, verdura y hortalizas, sobre todo si se consumirán crudas.
- Use agua segura o trátela para que lo sea (hirviéndola por ejemplo).
- Seleccione alimentos sanos y frescos.
- Elija alimentos procesados para su inocuidad, como la leche pasteurizada.
- Lave la fruta, la verdura y las hortalizas.
- No utilice alimentos vencidos.