Los ahogamientos son una de las principales causas de muerte en niños y adolescentes hasta los 15 años. En verano, cuando se está más tiempo al aire libre y el calor empuja jugar en el agua, hay que prestar especial atención a las posibles situaciones de riesgo.

La supervisión de adultos a cargo es esencial para prevenir ahogamientos en todos los casos y no deben estar a más de un brazo de distancia mientras se permanece en el agua.

Al momento de ir a una playa es fundamental bañarse donde haya guardavidas y respetar las señalizaciones. Cuando sea en el mar hay que nadar en paralelo a la playa de forma que las corrientes de agua y las olas no alejen demasiado de la orilla.

En el caso de las piscinas son varios los elementos a tener en cuenta. Cuando no esté en uso debe permanecer tapada en toda su extensión. Es conveniente que esté cercada en sus cuatro lados, de una altura que no sea fácil de trepar para los niños más pequeños. La cerca además debe tener un cierre seguro. Es recomendable que su profundidad esté indicada a sus lados.

No se debe correr alrededor de las piscinas así como tampoco es recomendable que los niños usen trampolines o se tiren desde la altura. La forma segura de tirarse al agua es de pie. Es bueno el uso de elementos que permitan flotabilidad adecuados para la persona que los utilice.

En los entornos de agua natural es importante tener en cuenta que saber nadar bien en piscinas no implica estar a salvo en estos lugares. En las playas de agua dulce y ríos la flotabilidad es menor; se debe tener especial atención a las señalizaciones y advertencias que haya en las zonas de baño. Las canteras en particular son de alta peligrosidad y lugares de frecuentes ahogamientos.

No se debe nadar bajo los efectos de sustancias que alteren la capacidad de percepción y atención ni zambullirse en lugares con escasa profundidad, donde no se conozca cuán profundo es o las características del fondo.

Recomendaciones:

Elegir siempre lugares seguros, bien señalizados, con guardavidas.
Evitar bañarse en ríos, lagunas, bajo cascadas; puede haber corrientes internas, algas y otras plantas acuáticas ,por lo que puede ser peligroso.
Los niños no se deben tirar de cabeza si desconocen la profundidad del agua y las características del fondo.
No se debe jugar o nadar cerca de los desagües de las piscinas o de hidromasajes que pueden producir lesiones por succión o atrapamiento.
Se debe evitar el baño de noche o bajo los efectos de sustancias.
Se debe tener cuidado con los resbalones y las zambullidas.
En el mar deben nadar siempre cerca de la playa y en paralelo a la orilla.
En caso de emergencia se debe siempre solicitar ayuda a los profesionales.