Condenaron a 4 personas por la rapiña sufrida por una mujer en su casa. La decisión judicial tiene que ver con una rapiña ocurrida el 19 de octubre pasado cuando una mujer de 82 años que vive en calles Paysandú y Rivera debió recibir asistencia del servicios de ambulancias Vivem por una crisis de nervios a raíz de una rapiña que experimentó estado e su casa. La mujer estaba junto a su empleada, de 59 años, cuando un hombre llamó a la puerta diciéndole que le traía un paquete. Con ese pretexto ingresó, la amenazó con un destornillador llevándole el dinero que tenía en una cartera y dos teléfonos celulares.
La investigación policial emprendida por personal de Área de Investigaciones Zona Operacional 1 derivó en el allanamiento de varias casas de la ciudad donde fueron detenidas cuatro personas, incautándose los objetos denunciados, más municiones de armas de fuego diferentes calibres.
La instancia judicial realizada en el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Mercedes de Cuarto Turno, a cargo de la Dra. Ana Fuentes, dispuso condenar a Bruno Rodríguez Rodríguez, de 47 años, como autor penalmente responsable de “un delito de rapiña especialmente agravado en reiteración real con un delito de tráfico interno de municiones”. Imponiéndosele la pena de cinco años y ocho meses de penitenciaria de cumplimiento efectivo.
Además se dispuso la condena de la mujer de iniciales C. M. C. G. de 24 años, como autora de “un delito de receptación agravado” imponiéndosele la pena de siete meses de prisión a cumplir en régimen de libertad a prueba con las obligaciones previamente acordadas.
Respecto los hombres a los masculinos M. A. F. G. de 21 años y J. C. M. M. de 27 años, se los imputó como autores de “un delito de receptación”, imponiéndoseles la pena de seis meses de prisión a cumplir en régimen de libertad a prueba con las obligaciones previamente acordadas.
Lamentable acto de cobardía rapiñar a una persona a esa edad todavía... Vivir hasta los 82 y tener que soportar eso de una lacra.. la verdad que todos se merecen el doble de condena o que le corten las manos por miserables ratas