(Escribe Emilio Hourcade Leguísamo) Carreras de caballos e hipódromos son actividades deportivas e instalaciones que se extienden a lo largo y ancho de todo el mundo, pero en la zona del Río de la Plata tienen profundas y particulares raíces íntimamente ligadas a expresiones sumamente populares como lo son el tango o la tradición gauchesca que tiene en el caballo a su principal ícono.
Dentro de las poblaciones de ambas márgenes “del Plata”, existirán personas muy allegadas al turf, como otras que nada sepan o les interese de ese deporte, pero lo que es innegable es la injerencia que tiene en nuestra sociedad siendo fuente de trabajo de miles de personas, motivo por el cual no extrañó que al producirse la actual pandemia de Covid 19, fue el turf el primer deporte al que se le permitió que reiniciara las actividades, tanto por la cantidad de gente que se veía afectada, como por tratarse de una actividad mayormente individual y al aire libre.
«El turf genera miles de puestos de trabajo en todo el país, incluyendo cuidadores, jockeys, capataces, peones, vareadores, herreros, veterinarios, empleados de establecimiento de cría y de agencias de recepción de apuestas”, informaba “El Observador” en su edición del 9 de mayo de 2020, a lo que podemos sumar miles de puestos de trabajos más, que indirectamente también son beneficiadas por esta actividad.
Reconociendo la trascendencia que este deporte tiene es que me abocaré a reseñar los orígenes de nuestro coliseo turfístico, identificado desde siempre con el nombre Hipódromo «Viera y Benavidez».
Evidentemente que las carreras de caballo en nuestra zona existían desde mucho antes de que se construyera el hipódromo, que como veremos más adelante fue en el año 1889, existiendo versiones que indican que la zona en donde se construyó, era uno de los sitios cercanos a Mercedes en donde ya se venían realizando carreras desde tiempo atrás, hecho que se confirman con las siguientes noticias publicadas por la prensa en el año 1885, dando cuenta de la realización de jornadas hípicas en ese paraje:
«En estos días formalizaron el compromiso de jugar una carrera, para el día 26 del próximo Julio (de 1885), en el camino conocido por de Rivarola, los señores don Juan José Díaz y don Pablo Ávila.
Uno de los caballos que correrá pertenece al señor Díaz, y el otro, es propiedad del Comandante (Gervasio) Galarza.
La apuesta es por doscientos pesos, dando el señor Ávila a su contrario cincuenta pesos de usura, por el hecho de que la carrera se efectúe en lo de Rivarola.»1
Cumplida la jornada anunciada, volvemos a recurrir a la prensa para conocer los cometarios que mereció aquella carrera:
«La que se jugó el domingo en el camino conocido por de Rivarola, fue ganada por don Pablo Ávila, con un caballo mestizo que le prestó el Comandante (Gervasio) Galarza.
Don Juan José Díaz Olivera, que es el dueño del caballo que perdió la carrera de que nos ocupamos en el párrafo anterior, hizo otra para el próximo domingo con el mismo caballo, a un picazo de don Melchor Muñecas, por la cantidad de trescientos pesos, y en el tiro de seiscientas varas.
Allá veremos quien vence a quien”. 2
Como puede apreciarse, en ambos artículos del año 1885 se menciona que las carreras se llevaron a cabo en el «camino de Rivarola», sitio que más adelante precisaremos su ubicación, pero antes, bien vale mencionar otros testimonios de años muy dispares, que dan cuenta de la celebración de carreras de caballo en ese mismo lugar:
Año 1857: «Antonio Cáceres, a quien creemos residente en la costa del arroyo Dacá, propietario de un caballo cebruno en quien confía ciegamente, acuerda formalmente la realización de dos carreras con otros tantos contrincantes, utilizando para ello los servicios del escribano Avelino Delgado, para que redactara los contratos a través de sendas escrituras públicas, para no dejar nada librado al azar. El 4 de febrero de aquel año otorga un contrato ante aquel profesional, reglando “una penca” que debe disputar su caballo, contra un zaino de don Carlos Cano, el domingo 22 de ese mes.
La carrera se haría en una distancia de 450 varas (376 metros) y se disputó en el camino Oeste de este pueblo (Mercedes) que pasa frente a la chacra de don Luis Rivarola, casi donde hoy está la sede del Hipódromo “Viera y Benavídez”. Si lloviese el día antes o el de la contienda, de modo de no poderse correr la carrera por el estado del camino, se pospondrá la misma hasta que fuera posible jugarla (texto del artículo 4 del reglamento redactado para esa carrera)»3
Año 1888: «Se ha firmado ya el contrato para la carrera que se correrá entre el caballo del señor Maneiro y el Kapianga de don Julián Sunhary. La carrera ha sido concretada por la suma de mil pesos, y se correrá en esta ciudad, en el camino de Rivarola, en los primeros días del próximo marzo. ¡Prepararse!». 4 Volviendo a las carreras desarrolladas en el año 1885, el siguiente artículo da claras muestras de que aquel sitio mencionado como «camino de Rivarola», se destinaba usualmente para carrera de caballos con jornadas compuestas por varias competencias, al igual que los programas que ofrecen los hipódromos actuales:
«Esta semana es verdaderamente divertida para los que gustan de hacer apuestas a la ligereza de los caballos.
Si el domingo hubo una concurrencia numerosa, no fue menor la que asistió el lunes, martes y miércoles al sitio conde las carreras se efectúan.
Infinidad de carreras se jugaron en esos tres días, pero la de mayor importancia fue la que se jugó en la tarde del miércoles, con un caballo picazo del señor Jefe Político y un malacara propiedad del señor Odriozola.
El dinero se inclinó al último de los caballos, pero como no es el dinero sino el caballo el que ha de correr, la carrera fue ganada por el caballo picazo del señor Galarza, si bien un poco apuradillo en todo el tiro por el señor Odriozola. En fin, la verdad del caso es que la población está más animada y que las carreras no concluirán hasta el próximo domingo». 5
La denominación de “camino de Rivarola”, provenía de quienes fueron propietarios de las tierras ubicadas sobre el actual Bulevar «Viera y Benavídez” y posterior ruta 21 que une Mercedes con Dolores, justo frente al actual Hipódromo, habiendo existido allí la otrora muy conocida “Quinta de los Rivarola” que no solo abastecían de fruta a Mercedes, sino que incluso a otras ciudades del litoral.
En el plano de mensura6 que seguidamente se incluye, puede apreciarse la ubicación del campo de Rivarola y el Hipódromo (predio identificado como propiedad de Estanislada M. de Pereyra, tema al cual nos referiremos más adelante), y entre ellos, el llamado «camino de Rivarola», confirmando que en el paraje donde se ubica el actual Hipódromo, se desarrollan carreras de caballo desde hace más de 160 años.
Inclusive la «Cañada de los Hornos», que supo ser en otros tiempos, el limite Norte del terreno del Hipódromo, era llamada también como «Cañada de Rivarola», «por la “azotea” que Luis Rivarola erigiera después de 1861, inmediata a la cañada de los Hornos, en el ahora bulevar “Viera y Benavídez” de Mercedes, hoy demolida». 7
A continuación, se agrega una nueva imagen en donde puede apreciarse el actual Hipódromo, la Cañada de Hornos o de Rivarola, los predios que pertenecían a los Rivarola y el actual bulevar «Viera y Benavídez” o antiguo «camino de Rivarola».
Se desprende así mismo de los artículos transcriptos, la participación en las actividades hípicas desarrolladas en el amanecer de nuestro hipódromo, de un importante personaje de la historia de nuestro departamento como lo fue el Comandante Militar de Soriano, General Gervasio Galarza, hombre que supo pelear junto al Gral. Fructuoso Rivera y a Giuseppe Garibaldi.
La pasión por los caballos y las carreras también la tuvo su hijo el General Pablo Galarza, que inclusive tuvo un predio junto al Hipódromo tal como surge del siguiente plano de mensura 8.
Washington Lockhart se refiere al tema de los Galarza y el Hipódromo de la siguiente manera: «Sus diversiones favoritas (de Pablo Galarza 1848 - 1937) eran las pencas que se realizaban con frecuencia frente a su casa situada en el actual hipódromo, con jinetes descalzos, de vincha, chiripá y bombacha».
Más adelante y relacionado al crimen del periodista Antonio Coello producido a fines de 1887, al contar sobre un incidente en el cual Pablo Galarza encubre tiempo después al sospechado León Machuca, establece «que Galarza le permitió luego esconderse en sus galpones del hipódromo, donde había unos pozos adecuados para el caso».9
Cabe agregar que estos galpones existieron hasta hace unas pocas décadas en que fueron demolidos.
En cuanto al Hipódromo, si bien queda claro que en 1885, e incluso desde antes, ya se establecía aquel paraje como sitio específico para las carreras de caballo y por ende, para el juego de apuestas, será recién en los años 1888 – 1889, que una sociedad adquirirá terrenos en ese paraje y dotará de la infraestructura necesaria para el desarrollo de esa actividad, denominándolo como hasta el presente, Hipódromo “Viera y Benavídez”, en honor a Pedro Viera y Venancio Benavidez, caudillos que cumplieron preponderante papel en el llamado “Grito de Asencio” el 28 de febrero de 1811.
Las primeras noticias que dan cuenta de la idea de concretar el anhelado Hipódromo la encontramos en la prensa de mediados del año 1888: «Puede decirse que la idea de fundar un hipódromo entre nosotros, se ha hecho verbo. La sociedad se funda por acciones de a cien pesos cada una, alcanzando el número máximo de estas, a cuarenta.
Treinta y tres acciones han sido cubiertas ya, faltando siete para integrar la suma asignada al establecimiento del Hipódromo Departamental. Adelante».10 En la medida que los fondos iban siendo recolectados, la idea evidentemente tomaba cuerpo para ser concretada, y así es que las gestiones ahora se abocan a adquirir el terreno en el cual se instalaría: «Parece cosa resuelta que se ha designado para establecer el Hipódromo, una fracción de terreno perteneciente a Don Juan A. Silveira, situado al Oeste de la quinta de Rivarola». 11
Adquirido el terreno, paso siguiente es la diagramación de las instalaciones a construir, y el técnico designado a tales efectos visitará ni más ni menos que el hipódromo de Buenos Aires para tomar una excelente referencia al momento de elaborar el nuestro, muestra clara de las dimensión que al mismo se le quería dar: «En breve partirá para la capital argentina el agrimensor Pedro Ponce, donde lo lleva la idea de estudiar el hipódromo allí establecido, a fin de construir el que se proyecta entre nosotros, en las mejores condiciones posibles. Nuestro inteligente amigo don Gregorio Sánchez, ha sido el de esta idea, y él se propone también, una vez que vea empezados los trabajos, traer de Buenos Aires si le es posible, algunos potrillos, para que cuando tenga lugar la inauguración del circo, se haga con buenos elementos».12
Paulatinamente se suman gestiones y acciones con miras a las obras a realizar, y así, mientras el ingeniero encargado de su diseño tomaba los recaudos correspondientes para el éxito de su obra, los terrenos en los que se emplazaría se iban preparando: «Muy adelantados se encuentran los trabajos para la realización de Hipódromo “Viera y Benavídez”, que debe construirse en los terrenos contiguos a la quinta de Rivarola». 13
Dentro de las fuentes consultadas, es este artículo de agosto de 1888 en donde por primera vez se menciona el nombre de Hipódromo “Viera y Benavídez”, debiendo rescatar entonces que previo incluso a iniciar su construcción, ya estaba determinado el nombre que llevaría.
La Comisión encargada de la obra y que era presidida por el Dr. Benito Cuñarro, no se detenía y encaraba esta empresa con total energía, por lo que no extrañará encontrar el siguiente artículo periodístico: «El agrimensor don Pedro Ponce, ha recibido encargo de la Comisión Provisoria del circo “Viera y Benavídez”, de determinar el radio del circo para empezar los trabajos de construcción. Es de esperar, pues, que para noviembre pueda inaugurarse con carreras nacionales».14
Destaco entonces en este punto a dos importantes figuras que fueron fundamentales en el nacimiento del hipódromo de nuestra ciudad.
Por un lado, el Dr. Benito Cuñarro en su carácter de primer presidente de la Comisión Hipódromo “Viera y Benavídez” y por otro lado, el Agrim. Pedro Ponce, quien tuvo a su cargo la diagramación del mismo, en tarea en la que sin dudas volcó la experiencia e información recabada en la visita que había realizado al circo hípico de Buenos Aires.
Planteado entonces en el terreno el proyecto que se había concebido, el diario “La Reforma” del 13 de setiembre de 1888 dará cuenta de que «en breve se empezarán los trabajos en el Hipódromo “Viera y Benavídez” a fin de poderlo inaugurar para el año nuevo» hasta que concretamente a fines de noviembre de 1888 se inician finalmente las obras: «Se ha dado principio ya a los trabajos del Hipódromo Departamental que se ha de construir en esta ciudad».15
Lejos de las fechas de inauguración que inicialmente se manejaron, la obra demandó varios meses y ello demuestra la magnitud de las mismas, por lo que luego de 6 meses de comenzadas y ya en plano año 1889, las tareas se continuaban y se barajaba una fecha patria importante para nuestro país como posible día de apertura: «Siguen adelante los trabajos del Hipódromo que se construye en esta ciudad. Según datos que tenemos, el 18 de julio próximo es el día señalado para su inauguración».16
Pocos días después, volvemos a encontrar otra referencia a los trabajos que se venían desarrollando y se publica por primera vez un programa de carreras a realizarse en el novel establecimiento, proyectadas justamente para su inauguración por parte de la Comisión del Hipódromo:
«El 18 de julio próximo tendrá lugar irremisiblemente la inauguración del Hipódromo que se construye en esta ciudad. Hoy publicamos el programa respectivo, recomendando su lectura a los aficionados a las fiestas hípicas”. 17
El programa publicado se puede apreciar en esta página, y aunque figura al pie fechado
«Julio 4 de 1889», el mismo se encuentra en la edición del 6 de junio de 1889, por lo que podríamos suponer que fue un error de imprenta.
La obra que demandó la construcción del hipódromo fue importante y costosa, y motivó que además de los fondos aportados por la Comisión del Hipódromo presidida por el Dr. Benito Cuñarro, fuera necesario el aporte del gobierno departamental quien a cambio de tierras linderas pagó $ 300, tal como se especifica en el siguiente informe pasado por la Junta Económico Administrativa de Soriano al Ministerio de Gobierno Julio Herrera y Obes sobre las obras realizadas:Días después, vuelven a surgir novedades dándose cuenta de que se estaban finalizando las construcciones que se venía realizando: «Dentro de tres o cuatro días, quedarán completamente terminados los trabajos del Hipódromo Viera y Benavídez». 18
«Se arregló con la empresa del Hipódromo que ella satisfaría $ 700 por la parte que precisaba para establecer el circo de las carreras y los $ 300 restantes los abonaría la Junta por las tierras sobrantes que alcanzarían a unas 50 cuadras aproximadamente.
Esta negociación se confió al Diputado señor Fleurquin, a quien se le enviaron los fondos para que pueda llevarla a cabo y se está aguardando la escritura respectiva para concluir los cercos comenzados».19
Finalizada la construcción, será hora de poner en funcionamiento aquella infraestructura creada, y la Comisión no demorará en ofrecer sus instalaciones para ser explotadas por particulares:
«La secretaría del Hipódromo “Viera y Benavídez”, llama a propuestas para el alquiler del salón de Palco y para el establecimiento de toda clase de negocios en el terreno que ocupa. Las propuestas se recibirán hasta el 10 del entrante Julio a las 4 de la tarde». 20
Seguramente uno de los primeros documentos que existen de la sociedad que construyó las instalaciones del Hipódromo «Viera y Benavídez», es la nota que luce en la siguiente página, firmada por su presidente, el Dr. Benito Cuñarro y el secretario D. Viera, fechada el 2 de julio de 1889, que, dirigida al Presidente de la Junta Económico Administrativa de Soriano, solicitaba colaboración para los premios a otorgarse «En las fiestas hípicas con que se inaugurará el 18 del presente, el Hipódromo “Viera y Benavídez”».21
Poco a poco va quedando todo pronto para que el 18 de julio de 1889 se lleven a cabo las carreras inaugurales y el programa es publicado en la prensa:
La fecha elegida, evidentemente que muestran la intencionalidad de sumarse a un día festivo como lo es el aniversario de la jura de nuestra Constitución, y el profundo espíritu de patriotismo que rodeaba a la sociedad y en particular al mundo del caballo, queda patentada en la siguiente nota publicada en los diarios de la época, en la que se instaba a que la población en general participara de los festejos: «El Directorio del Hipódromo “Viera y Benavidez”, en vista de que tanto nacionales como extranjeros, deben participar del regocijo popular que experimentan los pueblos cuando se conmemoran los aniversarios de sus días clásicos, invita al comercio en general para que el día 18 cierren las puertas de sus casas de negocio desde las 12 hasta las 7 p.m., a fin de que todos tomemos participación en tan simpáticas fiestas. Mercedes, julio 17 de 1889. El Directorio».22
Pese a todos los anuncios y preparativos, un dato importante a tener en cuenta es que finalmente y debido a las inclemencias del tiempo, la inauguración del Hipódromo no se realizó el 18 de julio de 1889:
«Debido al mal tiempo que tuvimos ayer, y que parece continuará, se han postergados hasta el domingo próximo las carreras que debían efectuarse hoy en el Hipódromo “Viera y Benavídez”. Con tal motivo, el Directorio ha resuelto celebrar una reunión a fin de ver si se pueden concretar algunas otras carreras y al efecto invita a los aficionados para la que tendrá lugar mañana a las 10
a.m. en el domicilio del Dr. Warren». 23 La jornada se reprograma y la fecha de inauguración del Hipódromo “Viera y Benavídez” fue realmente el domingo 21 de julio de 1889, observándose en el programa que se vuelve a publicar, el cambio del mismo a esa fecha.
Cumplida la actividad, la prensa vuelve a darnos datos sobre los acontecimientos:
«Anteayer domingo, tuvo lugar ante una concurrencia bastante numerosa, la inauguración del Hipódromo “Viera y Benavidez”, en cuya reunión se notó animación y orden desde el principio hasta el fin.
La primera carrera le cupo en suerte al caballo zaino Más o Menos, premio departamental que produjo un dividendo de $ 3,44 por boleto. La segunda al zaino Tarugo, premio Dacá que dio un dividendo de $ 4,92, y la tercera al Perico, premio Porvenir, que fue el que produjo mejor dividendo pues alcanzó a $ 12,54 por boleto.
Como decimos la fiesta fue bastante animada, tanto más, cuanto que algunas señoras y señoritas de nuestra sociedad, dieron con su presencia el realce y animación que saben dar a toda fiesta en que se ostentan flores tan bellas como las que allí pudimos admirar.
Aún no sabemos con exactitud las ganancias que haya obtenido el Hipódromo, pero nos aseguran que han sido buenas.
Bien por la comisión del Hipódromo, por las señoras y señoritas que contribuyeron tan favorablemente en esta ocasión y por los ganadores en general».24
Otra referencia sobre la fecha del domingo 21 como día de inauguración del hipódromo es el siguiente artículo: «El domingo después de terminada la reunión formada con motivo de la inauguración del Hipódromo, se paseaban en carruaje por las calles de esta ciudad, la señora viuda de Zubiría, la hermana del doctor Brugulat y la señorita Guadalupe Haedo, cuando de pronto se asustó uno de los caballos que tiraban el vehículo, amenazado volcarlo, amenaza que se hubiera hecho práctica a no ser la sangre fría del cochero que pudo contener la fuga del animal».25
La empresa del Hipódromo “Viera y Benavidez” forma parte viva del inicio del hipismo en el Uruguay, y prueba de ello es que en el Registro de Comercio de los años 1887 – 1888 – 1889, aparecían entre otras las siguientes empresas:
«Bancos: Nacional de la República Oriental, Constructor Oriental, Constructor Uruguayo, Transatlántico, Cobranza, Popular, Hipotecario y Constructor de Tacuarembó, Agrícola Industrial, Del Plata, Monte-Piedad y Caja de Ahorros, Agrícola Comercial; Sociedades: Mannheim de Seguros, Ferro-Carril Norte, Midland Uruguay Railway, Mediterráneo del Uruguay, Lyon Fire Insurance Company, Campos Auríferos del Uruguay, Nacional de Crédito y Obras Públicas, Nacional de Consumidores de Gas y Luz Eléctrica, Nacional de Alumbrado, Telefónica Nacional, Navegación del Este, Telefónica de Montevideo, Cooperativa de Lavaderos Económicos a Vapor, Gran Hotel Balneario de la Playa Ramírez, Teatro Solís, Unión Italiana de Seguros, Cervecería “Germania”, Cargadores Unidos del Río de la Plata, Compañía General de Inquilinato, Tierras-Canales y Colonias, Forestal Colonizadora Uruguaya, Hipódromo Viera y Benavidez, Edificadora Sudamericana, Edificadora Uruguaya, Unión Comercial, Lloyd Uruguayo, Crédito Mercantil Italo-Platense, Cervecería Montevideana, Tranvía Nacional de Montevideo, etc.»26 .
Evidentemente que si tomamos en cuenta las empresas que se mencionan, no solo se puede apreciar la importancia y trascendencia de la empresa mercedaria, sino que, además, como empresa hípica solo se menciona la del Hipódromo Viera y Benavidez, mostrándola como decana a nivel del interior del Uruguay.
Por otro lado, esta empresa abordó incluso la compostura de las calles que desde Mercedes conducían a sus instalaciones, favoreciendo de esta manera el traslado de quienes presenciaban las actividades que se llevaban a cabo:
«Con la cooperación de la Jefatura Política y de la Sociedad “Hipódromo Viera y Benavídez”, la Junta ha mandado arreglar la calle Yí (Don Bosco), desde la de Artes (Colón) hasta la de Maulas (Pozzolo).
En ese trayecto se construirán tres fuertes tajamares, se rellenará con balastro y tierra los inmensos zanjones que existían en la falta de los cerros colorados. Con esta mejora ganará mucho no solo la Comisión de Hipódromo sino también el público en general, pues tendremos así un buen camino que nos conducirá a la misma puerta del circo.
Como esto demandará gasto de consideración, no solo a la Junta y a la Jefatura sino también a la Comisión del Hipódromo, la Junta autorizará a esta última para que en los días de carreras explote el referido camino cobrando un módico impuesto».27
«Por resolución del Directorio de la Sociedad “Hipódromo Viera y Benavídez”, se invita a los señores accionistas para la Asamblea General que se verificará en su local en calle Paysandú N° 231 el día 20 del corriente mes a las 8 y ½Las carreras se van desarrollando y los accionistas de la sociedad del Hipódromo para el año 1891, abordan en sus reuniones la situación de los terrenos sobrantes, dejando en evidencia que inicialmente habían adquirido mucha mayor extensión de campo que en la medida que determinaron lo necesario para el hipódromo, generó un sobrante que no sería utilizado y por lo tanto era su intención desprenderse de esas tierras excedentes:
p.m. con el objeto de proceder a la elección de 3 miembros del Directorio y tratar la creación de socios suscriptores y distribución entre los accionistas del terreno sobrante del Hipódromo. Mercedes, 10 de marzo de 1891. El Secretario».28
Es de destacar que las instalaciones del Hipódromo sirvieron también para el desarrollo de otras actividades muy variadas tales como carreras de bicicletas en el año 1900 29, o el aterrizaje del primer avión que sobrevoló la ciudad de Mercedes al mando de Bartolomé Cattáneo, quien tripulando un Bleriot XI (monoplano de estructura de bambú y tubería de acero, cubierta por tela engomada), aterrizó en el Hipódromo “Viera y Benavidez” a principios de setiembre del año 1912 30.
En un manuscrito formulado en el año 1909 por Juan H. Soumastre, relacionado a «Crónicas y noticias respecto de Mercedes, referidas por cronistas de antaño al que suscribe y otras contemporáneas», al referirse al Hipódromo Viera y Benavidez expresa lo siguiente: «Se formó por acciones una Sociedad Hípica que compró terrenos al Sur de la cañada de los “Hornos” o “Rivarola” y calle por medio con la chacra de Luis Rivarola. Esta Sociedad empezó muy bien, pero los elevados premios y otras causas análogas obligaron a liquidar y vender terrenos, palcos, etc. y desapareció la Sociedad. Ahora pertenece a la Sucesión de Demetrio Pereira».
El Coronel Demetrio Pereira fue un destacado militar de Soriano que supo combatir bajo las ordenes de Máximo Pérez cumpliendo destacada labor en el combate de Bequeló del año 1863. Estaba al frente de la Guardia Nacional de Mercedes cuando la revolución de Timoteo Aparicio en el año 1870.
Combatió en Perseverano el 7 de octubre de 1875 como segundo en jefe del batallón Florida, a las ordenes de teniente coronel Pedro Callorda.
Fue también dos veces Presidente de la Departamental Colorada, Presidente de la Junta Electoral, miembro de la Junta E. Administrativa varias veces y su Presidente hasta 1889. Falleció el 20 de mazo de 1900, habiendo estado casado con la ya mencionada Estanislada Maneiro de Pereira.
Queda claro entonces que la Sociedad “Hipódromo Viera y Benavídez” había desaparecido para principios del siglo XX, perdurando el hipódromo como tal, pero ahora siendo propiedad de Estanislada Maneiro de Pereira, encontrando para el año 1922 la existencia de otra sociedad llamada “Jockey Club Mercedes” que lo tenía en arrendamiento, pero debido a la mala situación económica, resolvía dejar sin efecto ese contrato: «La Comisión Directiva de la sociedad hípica denominada “Jockey Club Mercedes” ha hecho entrega a la señora Estanislada Maneiro de Pereira, del local de carreras.
Sin embargo, se nos informa, que hay personas interesadas en tomar a su cargo el Hipódromo para ofrecer reuniones semanales».31
El contrato respectivo venció ayer, los tiempos que corren son malos para gastar dinero en cosas innecesarias, por lo cual entendemos que la Comisión del Jockey hizo bien en proceder en la forma que dejamos apuntada.
Efectivamente y confirmando que el Hipódromo además de tener diversos dueños, supo también ser explotado por distintas sociedades, ese mismo año 1922 ya estaba en manos de otro administrador que continuaba con las actividades: «Muy complacidos hemos venido constatando que contrariamente a lo que se esperaba, después de los incidentes que produjeron la disolución del “Jockey Club”, las actividades del turf vuelven a iniciarse con el entusiasmo propio de los que sienten verdadera afición por las reuniones turfísticas.
Para el domingo 15 de actual, se prepara una interesante reunión, bajo el patrocinio de una Comisión de Carreras que encabeza el empresario actual del Hipódromo don Rogelio Mujica». 32
Pasaron los años y recién a mediados del siglo XX, el “Jockey Club Mercedes” adquirirá el Hipódromo por venta efectuada por los sucesores de Estanislada Maneiro el 29 de mayo de 1948 ante el Esc. Víctor Albert.33
Para resolver tan importante compra, se efectuó una Asamblea General el 15 de mayo de 1948, en donde también se elegirían las nuevas autoridades:
Realizada la reunión, «fue votada por unanimidad la lista que se hiciera conocer para los cargos Directivos y Fiscales, y fue autorizada la nueva Comisión para la adquisición del predio del Hipódromo Viera y Benavídez”. 34 Días después, la prensa también dará cuenta de la concreción de dicha transacción: «Por escritura que pasó ante escribanía del Escribano don Luis R. Invernizzi, los herederos de la testamentaria de doña Estanislada Maneiro de Pereira procedieron a otorgar en favor del Jockey Club Mercedes, que resultó comprador, la venta de la fracción de terreno que comprendió el Hipódromo Viera y Benavídez.
La venta se llevó a cabo por la suma de $ 48.600». 35
En el plano de mensura N° 8724 antes indicado, figura que la compraventa fue realizada ante el Esc. Víctor Albert, mientras que en el artículo periodístico se menciona que fue ante el Esc. Luis Invernizzi, pudiendo agregar que en la prensa de esos días se estableció que la venta incluso no había sido hecha por los sucesores de Demetria Pereira, sino por quien había adquirido el bien poco tiempo atrás por remate: «Según informa nuestro colega “Acción”, se ha dispuesto adquirir el predio en que está instalado el Hipódromo “Viera y Benavídez”.
El señor Julián Razquin, actual propietario, que pagó en reciente remate $
36.000 por esa propiedad, la vende ahora al Jockey Club Mercedes en $ 40.000, pro solo recibirá en efectivo $ 36.000, dejando el resto, $ 4.000, en acciones. La entidad adquirente ha dispuesto emitir acciones hasta de $ 50 para financiar esta operación».36
Confirmando esta última versión, el siguiente artículo da cuenta de la venta de acciones que el Jockey Club había iniciado, como así mismo de la campaña de socios, iniciativas con las cuales intentaría recaudar los fondos para concretar el pago total del precio del Hipódromo: «Una intensa campaña pro socios está realizando la nueva directiva del Jockey Club Mercedes, habiéndose anotado la incorporación de varios centenares de aficionados. Así mismo y con mucho éxito, se viene efectuado la colocación de bonos hipotecarios para la adquisición del Hipódromo Viera y Benavídez, cuya activa demanda asegura su financiación y la posibilidad de introducir importantes mejoras en nuestro viejo circo». 37
«La entidad adquirente ha dispuesto emitir acciones hasta de $ 50 para financiar esta operación”. 38
En definitiva, en el mes de mayo de 1948 el Hipódromo es finalmente propiedad del Jockey Club Mercedes, pasando varios años hasta que, en la década de 1970, se encaran nuevas obras con el fin de dotarlo de mayor capacidad.
En relación a la reconstrucción del Hipódromo realizada en la década de 1970, un folleto aportado por el Prof. Oscar Gilardoni, da cuenta de los importantes cambios que sufrió la estructura del mismo, adecuándola a una población cada vez más numerosa que concurría y concurre a las distintas jornadas hípicas que allí se desarrollan.
En el mismo folleto se pueden apreciar algunos conceptos que en base a lo anteriormente expuesto, no corresponderían a la realidad, dado que se establece que el Jockey Club Mercedes fue fundado el 18 de julio de 1889, cuando en realidad en ese momento lo que existía era una sociedad de accionistas llamada Hipódromo “Viera y Benavídez”, y justamente la fundación del Hipódromo no fue el 18 de julio sino el 21 de julio de 1889.
Otro tema que también hemos visto, es que la aparición del nombre de “Jockey Club Mercedes” la vimos cuando en el año 1922 deja de arrendarle el Hipódromo a Estanislada Maneiro de Pereira, por lo que podemos pensar que el mismo había surgido en esos años, confirmando en el folleto que seguidamente se expone, que su personería jurídica fue aprobada el 22/06/1922 y posiblemente, producto de su disolución, fue nuevamente aprobada en fecha 02/10/1936.
Sin duda que muchos datos quedarán para agregar a este trabajo, pero al menos nos acerca al origen de nuestro Hipódromo que, con más de 130 años de existencia, sigue siendo centro de atracción y fuente de mano de obra a toda la gente que se siente atraída o trabaja en las carreras de caballos.
Finalizando este trabajo, se agregan una serie de fotos actuales de sus instalaciones, dejando en claro que en este trabajo solo se abordó el tema del Hipódromo, existiendo una riquísima historia de jockey, cuidadores, caballos, etc., que no he tratado en absoluto por ser un tema tan rico y basto como desconocido para mi y que sin duda que la gente que sabe sobre ellos, ha hecho y hará, riquísimos aportes al respecto en distintos ámbitos
............................
Notas
1 “La Reforma”, Mercedes, 19 de junio de 1885.
2 “La Reforma”, Mercedes, 28 de julio de 1885.
3 “Cuadreras de Otras Épocas”, artículo sin autor, Carpeta 351 – Archivo Prof. Manuel Santos Pírez – Centro Histórico y Geográfico de Soriano.
4 “La Reforma”, Mercedes, 1 de diciembre de 1888.
5 “La Reforma”, Mercedes, 31 de julio de 1885.
6 https://planos.mtop.gub.uy/pesgpm/servlet/hconsulta, N° Referencia 74813
7 Olazarri, José, “Nombres y Lugares de Soriano”, Entrega2000 S.R.L., Diciembre 2004
8 https://planos.mtop.gub.uy/pesgpm/servlet/hconsulta, N° Referencia 122204
9 Lockhart, Washington, “Vida de los Caudillos: Los Galarza”, Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, año 1968.
10 “La Reforma”, Mercedes, 5 de julio de 1888.
11 “La Reforma”, Mercedes, 2 de agosto de 1888
12 “La Reforma”, Mercedes, 7 de agosto de 1888
13 “La Reforma”, Mercedes, 16 de agosto de 1888
14 “La Reforma”, Mercedes, 18 de agosto de 1888
15 “La Reforma”, Mercedes, 1 de diciembre de 1888
16 “La Reforma”, Mercedes, 23 de mayo de 1889
17 “La Reforma”, Mercedes, 6 de junio de 1889.
18 “La Reforma”, Mercedes, 22 de junio de 1889.
19 Informe al Ministro de Gobierno don Julio Herrera y Obes de fecha 13 de abril de 1889, Libro de partes de la Junta Económico Administrativa de Soriano, 1888 – 1891, Folios 108 y 109 – Centro Histórico y Geográfico de Soriano
20 “La Reforma”, Mercedes, 29 de junio de 1889.
21 Expediente 67/1889, Junta Económico Administrativa de Soriano, Archivo Intendencia de Soriano
22 “La Reforma”, Mercedes, 17 de julio de 1889.
23 “La Reforma”, Mercedes, 18 de julio de 1889.
24 “La Reforma”, Mercedes, 23 de julio de 1889
25 “La Reforma”, Mercedes, 23 de julio de 1889
26 Boletín Histórico del Ejército, Nº 283 – 286, págs. 187 - 188, Montevideo, año 1992
27 “El Teléfono”, Mercedes, 18 de setiembre de 1890
28 “El Teléfono”, Mercedes, 14 de marzo de 1891
29 “El Diario”, Mercedes, 24 de agosto de 1900
30 “El Progreso”, Mercedes, 3 de setiembre de 1912
31 “El Nacional”, Mercedes, 1 de setiembre de 1922
32 “El Nacional”, Mercedes, 7 de octubre de 1922
33 Plano de mensura de padrones 11313, 1134 y 2350 (parte) de fecha 23 de agosto de 2003 del Ing. Carlos Magano Ferro, inscripto en la Dirección Nacional de Catastro con el N° 8724.
34 “Acción”, Mercedes, 17 de mayo de 1948
35 “Acción”, Mercedes, 2 de junio de 1948
36 “El Tiempo”, Mercedes, 27 de mayo de 1948
37 “El Radical”, Mercedes, 9 de julio de 1948.
38 “El Tiempo”, Mercedes, 27 de mayo de 1948.
......................
Blog del autor
http://sorianofluvial.blogspot.com/