Recientemte @gesor consultó al Intendente de Soriano, Guillermo Besozzi, sobre si había novedades con respecto a la posible instalación en la zona de Playa de la Agraciada del emprendimiento aceitero de la empresa Cereoil.
En ese contexto, Besozzi dijo que no tener ninguna novedad, no explicándose lo que está pasando, "sí siento como sistema político un poco de verguenza, creo que hay una empresa que quiere invertir 150 millones de dólares y lo único que pide es que le digan si o no", enfatizó el jefe comunal.
"Si hay que decirles que no, que se les diga que no. Recordemos que la Junta Departamental de Soriano pidió que se expidieran la Comisión de Patrimonio y el Ministerio de Educación y Cultura, y todavía el tema no se ha resuelto. Yo espero una contestación y una llamada de algún actor del gobierno nacional, que me diga vamos a ir para adelante o acá se acabó todo", admitió el jefe comunal.
Reconoció que en este tema no puede dejar de trabajar con el gobierno nacional, porque siempre se apegó a él, "incluso un día dijimos con el Presidente de la República, vamos a intentar hacer el estudio de la instalación de la planta en un padrón que no sea ni en la Playa de la Agraciada, ni en la Estancia "Ordoñana", añadió Besozzi.
Aclaró que la última vez que habló con el Presidente de la República fue en Florida. "Él me dijo vamos a ver como sale esto, qué va a hacer el Ministro de Cultura, después más nadie me ha llamado por esta situación", explicó.
Para el Intendente Besozzi se debería dar una contestación en conjunto, entre el gobierno nacional y el gobierno departamental, donde se dé a conocer la positiva o la negativa, para que la empresa pueda tomar una determinación de instalarse en otro lugar, más arriba o más abajo, o quizás en otra parte del país.
Reiteró que la empresa no maneja ninguna alternativa, incluso nadie del gobierno nacional le planteó a la empresa otra opción, "ellos fueron hace 8 meses atrás a hablar con el gobierno nacional, hablaron con el Instituto de Colonización y nadie les dio una alternativa", dijo Besozzi. "Hoy la empresa sostiene que sigue esperando una respuesta luego del planteamiento serio que se hizo, en el cual se trabajó durante un año, por eso quieren que se les diga si o no", expresó.
"A veces, el sistema político no se da cuenta que los empresarios son los que realmente invierten, son los que terminan dando trabajo, por lo menos hay que contestarles. Yo lo único que voy a hacer es sumarme a la política de arriba, a trabajar en conjunto con el gobierno nacional", indicó el gobernante departamental.
A su vez, el intendente fue consultado por nuestra Agencia de Noticias sobre la posición que quedó claro en el acto del 1° de mayo y donde el SUNCA dio su voto positivo para que de una vez por todas la empresa Cereoil se instale en el departamento de Soriano.
"Yo creo que el SUNCA tiene una mirada del punto de vista laboral, acá en nuestro país no nos olvidemos que hay 5000 obreros trabajando en Montes del Plata, que empieza a bajar ese número de obreros porque llega a su culminación la obra. Y si no arranca alguna otra obra de porte, la obra del emprendimiento aceitero pueda llegar a cubrir más de 1000 puestos de trabajo, incluso tendrían que comenzar las obras del Puerto de Aguas Profundas, y en virtud de que son trabajadores que se mueven en todo el país.
El SUNCA busca tener empleo para toda su gente, por eso lo llevó al amigo Rodríguez (Eduardo) a decir eso, pensando nada más y nada menos que en su gente, para que haya trabajo para poder llevar el puchero a la casa todos los días", concluyó Besozzi al abordar el tema que sigue despertando polémica en base a su posible instalación en la zona de Playa de la Agraciada.
Enviado por: Arrayan
Creí oportuno pegar este artículo que me llego por correo, el cual aporta también algo a las luchas sociales de los pueblos contra el poder político y económico:
Ni un líder secular ni un líder religioso:
por una política sin dirigentes
A propósito de la muerte de Chávez y de la elección de Bergoglio como papa
La emancipación de los trabajadores
debe ser obra de los trabajadores mismos.
Estatuto de la Asociación Internacional
de los Trabajadores AIT, 1864.
I.
A menudo la muerte actualiza las humanas preguntas por la finitud de los cuerpos, el
sentido del dolor, la vulnerabilidad de la vida propia y ajena. Y a menudo la humanidad ha
respondido a esas preguntas creando religiones. De ahí que la muerte de Hugo Chávez y la
entronización de Francisco puedan asociarse como lo hizo Nicolás Maduro: «Nosotros sabemos que
nuestro comandante ascendió hasta esas alturas, está frente a frente a Cristo. Alguna cosa influyó
para que se convoque a un Papa sudamericano, alguna mano nueva llegó y Cristo le dijo: llegó la
hora de América del Sur.»
Para nosotrxs, la problemática política no pasa por una entronización papal, no pasa por la
muerte de un líder, no pasa siquiera por la mera crítica al populismo o a la religión. La
problemática política fundamental pasa por poner en crisis las relaciones sociales que necesitan
religiones para vivir y líderes para hacer política. Nuestro problema –práctico y teórico– es, en
general, la emancipación humana de toda forma de explotación y sometimiento; y es, en particular,
la autonomía de la clase trabajadora respecto de la relación social capitalista.
II.
En las sociedades en las que vivimos se supone que no se puede organizar un gobierno sin
representantes, sin políticxs profesionales y sin punterxs territoriales; en los lugares donde
trabajamos se supone que no puede llevarse a cabo la producción sin jefxs, sin gerentxs y sin
técnicxs; en las universidades o profesorados donde nos formamos se supone que no podríamos
educarnos sin funcionarixs administrativxs y sin catedráticxs profesorxs; en los sindicatos en los
que nos afiliamos se supone que no podríamos defender nuestros derechos laborales sin militantes
profesionales, sin líderes gremiales y sin dirigentes… El colmo de este supuesto es la religión: no
existiría nada si no fuera por la divinidad del caso que lo creó y que vela por el mantenimiento de
tal existencia.
Estamos tan acostumbradxs a delegar las decisiones que afectan nuestra vida cotidiana que
nos resulta dificilísimo o imposible concebir una política sin dirigentes. Es decir: nos resulta
dificilísimo o imposible confiar en nuestra propia capacidad para tomar esas decisiones, en nuestra
propia capacidad para controlar la producción, en nuestra propia capacidad para autoeducarnos,
en nuestra propia capacidad para autogobernarnos.
III.
La existencia de líderes, jefxs, dirigentes… supone una relación social en la cual y por la
cual una parte de la sociedad sustituye –heterónomamente– la experiencia de pensar y de decidir –
autónomamente– de otra parte de la sociedad. La relación dirigentedirigidxs implica la
separación entre dos polos de predominancia: lxs que deliberan y lxs que ejecutan, lxs que dan
órdenes y lxs que las obedecen, lxs que piensan y lxs que hacen, lxs que hablan y lxs que
escuchan, lxs superiores y lxs inferiores. Esta relación social soporta y reproduce todas las formas
de explotación y sometimiento que conocemos. Y, en particular, soporta y reproduce la relación
social capitalista.
En condiciones capitalistas, la producción humana se subordina más y más al principio
capitalista de la acumulación de ganancias. El Estado garantiza ese mando, en tanto no es más que
la junta administradora de los intereses de la burguesía. De manera que al sostener y reproducir
cotidianamente las relaciones de mando y obediencia, sostenemos y reproducimos también
nuestro sometimiento al capital y su Estado. En este sentido, nos corremos de identificar la
propiedad común con la propiedad pública. En los límites de la gestión pública o estatización de la
propiedad, por más “humanizado” que pueda considerarse el capital, sigue siendo un grupo de
funcionarixs lxs que manejan y deciden todo el proceso: qué parte se destina para mejoras,
innovación, gastos sociales, tajada para funcionarios y parte que reciben lxs trabajadorxs. El control
obrero no puede ser un programa de estatización o propiedad pública para que nada cambie y todo se
reforme en los puños de un pequeño grupo, sino que debe ser la experiencia de la propiedad común
en manos de sus propios productores.
IV.
No se trata simplemente de «pensar que podemos», como si fomentáramos el voluntarismo
de la autoayuda. Se trata de experimentar, con nuestrxs compañerxs, en cualquier espacio cotidiano,
efectiva, paciente, constante, racional e imaginativamente, formas de autoorganización de la
producción social. Mientras nuestra experiencia sea sustituida por dirigentes seculares o religiosos,
da lo mismo, nuestro pensamiento al respecto será abstracto: sólo en la práctica concebimos
concretamente los límites y alcances de la apuesta política por la autonomía de clase; y, a la vez,
sólo mediante un pensamiento y un conocimiento autónomos, mediante un reconocimiento del
acierto y del error por el propio esfuerzo mental, orientaremos autónomamente esa práctica
individual y colectiva.
Tampoco se trata de cambiar dirigentes malxs por dirigentes buenxs dado que
entendemos que la relación dirigentedirigidxs es la que debe reemplazarse, en vistas de que es
siempre contraria a la libertad individual y colectiva. Más allá del color de la relación roja o
amarilla lxs dirigidxs se encuentran en relación de sumisión. Aunque creamos y practiquemos
dicha relación como la única posible, sabemos que no es ni divina ni natural, y por tanto, puede
transformarse en otra relación social. Y, en última instancia, preferimos fracasar en el esfuerzo por la
autoemancipación humana que tener éxito con políticas que refuerzan y reproducen el orden
establecido. Es por ello que apostamos por practicar y pensar aquellas experiencias que se
esfuerzan por crear y habitar una relación social sin dirigentes ni dirigidxs, como son las prácticas
de autoorganización donde decidimos sobre nuestra vida cotidiana. Estas prácticas, a su vez,
evidencian las capacidades de lxs productorxs de decidir sobre la producción, de instituir sociedad,
con todo lo que ello implica, sea en los puestos de trabajo, en el barrio, en la universidad, o en
cualquier ámbito de la vida.
Nodo Colectivo de coorganización militante
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