En la Unidad 24 del INR en paraje Pense, estuvo a lo largo de martes y miércoles equipo de la Oficina del Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario, encabezado por su titular Dr. Juan Miguel Petit, siendo recibido por los Diputados en el caso de este miércoles, por los Diputados por Soriano, María Fajardo (PN) y Enzo Malán (FA), y las autoridades del INR lideradas por su Director Nacional Crio. Gral. (r) Luis Mendoza, estando presente también el Director de la Unidad 24, el SOM Miguel Herrera.
En la oportunidad el Comisionado Dr. JuanMiguel Petit respondió a las interrogantes planteadas sobre temas de la actualidad nacional en materia penitenciaria.
¿En qué marco se circunscribe esta visita?
“Realizamos visitas periódicas a todas las cárceles, obviamente muy concentrados en el área metropolitana donde hay el 70% de la población, pero también en el Interior y hacemos además una visita anual que llamamos auditoría donde recabamos en profundidad la mayor información posible, recorremos todos los sectores, tenemos esta modalidad de trabajo muy interesante que surgió del diálogo con las autoridades, donde vamos a hacer una mesa de diálogo, habiendo venido muy amablemente los dos legisladores, (Enzo) Malán y (María ) Fajardo del departamento que enriquecen mucho la presencia y por supuesto las autoridades nacionales del INR.
Ayer (martes) recorrimos largamente la Unidad (24) tenemos una lista de cosas positivas que hemos encontrado, de avances muy importantes y también todavía hay problemas pendientes e inquieudes que nos plantean los privados de libertad para que a su vez las transmitiéramos a las autoridades, también en ese rol de transmisión.
Hay mucha cosa por hacer, quiero destacar el creciente rol que está teniendo la comunidad de Soriano, hay voluntarios en el área deportiva, productiva, empresas y también la Intendencia están colaborando con la cárcel.
Nos decía un director y también los internos que la cárcel es como una ciudad más, un pueblo más, un barrio más, y hay que tratar que todos los recursos que tiene la comunidad, también estén aquí.
Hoy (miércoles) vamos a dialogar sobre esto, es muy bueno que se encuentren legisladores que representan la diversidad política del país, las autoridades nacionales, también otras entidades de la sociedad y dialogar en base a los logros que nos alientan a seguir y los problemas pendientes que también son importantes, a los cuales hay que enfrentar, porque hoy Uruguay tiene un problema pendiente muy importante con el sistema penitenciario y hay que buscar nuevas alternativas, soluciones, nuevas maneras de actuar”.
¿Principal reclamo planteado en esta Unidad 24?
“Hay algunas cosa muy concretas, muy operativas, una de las cosas que hemos encontrado en muchas unidades y acá muy fuertemente es el planteo que realizan los internos, ellos necesitan un espacio donde poder analizar su proceso de vida, qué les pasó y por qué están acá. En ese sentido es muy importante contar con técnicos, sicólogos, trabajadores sociales, para atender toda la realidad familiar, el trabajo después afuera, donde van a trabajar, cual va a ser su proyecto de vida, de relacionarse con la comunidad. Una de las cosas fundamentales es contar con equipo técnico, tecnificar la intervención, hay aspectos edilicios que son importantes siempre, la seguridad que es importante siempre que es el marco que permite trabajar, pero el objetivo es la intervención técnica”.
Planteó tiempo atrás un Habeas Corpus sobre condiciones inhumanas en que se encontraban algunos reclusos en esta Unidad 24, ¿qué se mejoró de aquella presentación y qué resta por mejorar?
“Es bueno recordarlo porque esa situación se logró mejorar muchísimo nosotros planteamos un Habeas Corpus porque entendimos que había un lugar de centro de ingreso, en situación de hacinamiento y de no atención que no era para nada adecuada, había casi 20 personas en un lugar muy pequeño, sin luz, etc. El Habeas Corpus permitió mejorar eso pero a la vez que permite mejorar, permite una nueva cultura y una nueva política, el Habeas Corpus se refiere a un caso concreto pero genera cambios en la política pública. En ese sentido las nuevas autoridades de la cárcel desde hace muchos meses han logrado mantener ese lugar en buenas condiciones, es un lugar de ingreso, ya no es un lugar de retroceso o de castigo, las condiciones físicas están mejores, la gente permanece allí pocos días no más nunca más de 10 días y esa es una cosa positiva. Hay un camino allí, por eso nos reunimos con los jueces y fiscales, con los defensores, con empresarios, con la sociedad civil, porque se trata de construir entre todos los actores ese puzzle que en definitiva son proyectos de vida”.
¿Hoy tenemos una política de rehabilitación podemos decir eso considerando el alto índice de reincidencia que tiene el país?
“Tenemos bases para una política de rehabilitación, todavía estamos lejos de poder decir que tenemos un sistema operativo funcionando, está en construcción, el INR tiene diez años, las políticas de prevención y combate de la adicción están todavía en diseño, falta muchísimo en la comunidad, falta muchísimo en nueva dimensión de la política social, también es cierto que ahora sabemos más y hay otra cosa muy importante que señalan muchos pensadores. Ha aumentado nuestra sensibilidad humana, hoy en día nos preocupa y sufrimos y nos amargamos con una cantidad de cosas que antes no se detectaban, porque ha cambiado la humanidad y la cultura. En 1948 cuando se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos la sensibilidad de la humanidad era una, hoy es otra, hoy vemos cosas que antes estaban naturalizadas, se convivían con ellas, de todo tipo, desde la violencia hacia las mujeres, la violencia doméstica, situaciones de infancia, de pobreza o de acceso a derechos que hoy en día nos sensibilizan más. Tenemos más información y más sensibilidad, eso no necesariamente quiere decir que todo el mundo esté peor o que todas las cosas estén peor, quiere decir que están mejor nuestras ganas de hacer cosas, nuestro espíritu está mejor, hay que tratar de plasmarlo en políticas concretas, nacionales, de Estado. Los logros y las carencias de un país son de todos, las administraciones pasan, las políticas públicas continúan”.
¿Por qué cree que cuesta consolidar esas políticas de rehabilitación?
“Es como cuando nos preguntamos por qué nos ganó Ecuador, porque el problema es muy difícil, complejo, no es necesariamente porque seamos tontos o que tengamos un estado insensible, Uruguay tiene un Estado muy sensible, tiene intendencias municipales muy activas y una sociedad civil preocupada, lo que pasa es que el problema es complejo. No tenemos tampoco que flagelarnos diciendo que somos el peor país del mundo que no resolvemos los problemas, los problemas son complejos, hay que saber que el problema está en los problemas, en buena medida y en una parte de nosotros en como podemos juntar esfuerzos, articular los recursos que tenemos, innovar, inventar, buscar nuevos caminos, favorecer nuevos actores, despertar fuerzas dormidas que tiene la sociedad civil y sobre todo generar vida en aquellos lugares donde hoy tenemos violencia y muerte. Es un enorme desafío que es parte de la evolución que tiene el desarrollo de los derechos humanos en los tiempos del Siglo XXI”.
Usted recibió un apoyo unánime del Parlamento para la reeleción, ¿siente que ese mismo apoyo lo tiene a la hora de buscar soluciones a las problemáticas que plantea en sus informes que han cuestionado las condiciones de vida que hay en las cárceles uruguayas?
“La nuestra es una Oficina que realiza recomendaciones, presenta documentos, que trata de ser un espacio de reflexión sobre estos temas, tampoco pretendemos que todo lo que decimos sea lo acertado, muchas cosas son para debatir, son opinables, tratamos de ser lo más fundados y transparentes posibles, basados en diálogo con muchos actores.
Tenemos que renovar esa confianza día a día y avanzar día a día, tratamos de cumplir nuestra tarea...”.
¿Pero siente ese respaldo?
“Sí, creo que hay una creciente conciencia en la comunidad toda, y en el sistema política también que hay que generar nuevas políticas y que este tema no es solamente de aquellos que están privados de libertad, este es un tema de la sociedad, tener buenas cárceles es un derecho de los ciudadanos además. Es un derecho de las personas privadas de la libertad el querer rehabilitarse, hay un derecho a rehabilitarse, de acceder a una vida que no pase por transgredir y cometer delitos y daños a otros”.
¿Le preocupa que cuando se creó el nuevo CPP, la pérdida de la libertad iba a ser la excepción, sin embargo la cantidad de personas presas ha seguido creciendo, como si en determinado momento quienes creyeron inicialmente que esta era una solución terminaron cobrando para la tribuna?
“Es un tema complejo sobre el cual trabajamos mucho, lo hemos podido colocar en el debate público que es la alta prisionización que tiene Uruguay, se refiere a muchos factores: a la prevención, a políticas sociales preventivas, a medidas alternativas, he hablado mucho con los jueces sobre lo que son las medidas alternativas para personas que cometen un delito leve y muchas veces es mejor que tengan una pena en la comunidad, por ejemplo vayan al centro de rehabilitación o tengan prisión durante la noche en aquellas personas con temas de adicciones por ejemplo, o con transgresiones vinculadas a determinado horario, que entrar a una cárcel donde la ruptura es mucho más grande, la huella es mucho más grande, las relaciones sociales se vuelven mucho más complicadas allí. Sobre todo ello hay que discutir, debatir mucho, por eso es muy bueno que estén acá los legisladores, para pensar entre todos, porque dos cabezas piensan más que uno y diez cabezas mucho más. Bienvenido todos los actores a pensar sobre ésto”.