Lo ocurrido con el caso aclarado en las últimas horas por la Fiscalía de Dolores a cargo de la Dra. María Virginia Sigona, con una denuncia que venía de diciembre 2017 sobre un hecho ocurrido en agosto 2017 y que a pesar de haber sido catalogado como "grave", no había registrado avances en las investigación por la demora, en poder contar con la pericia de un teléfono celular incautado en aquella oportunidad y se entendía había sido enviado a periciar a Montevideo, como ocurre habitualmente en los casos donde se incautan ese tipo de elementos para buscar pruebas.
La sagacidad de la Fiscal Dra. Sigona, el interés por profundizar qué había pasado con esa investigación, cuando llegó en mayo 2020 a la Fiscalía de Dolores, con el apoyo de sus Adscriptas Dras. Ana Martínez y Cecilia Saavedra, llevó al envío de determinados exhortos para poder conocer en qué se encontraba la realización de esa pericia.
Allí se encontró con una sorpresa, y a pesar que la Dra. Sigona sobre este hecho no ha querido hablar porque la Policía está levando adelante investigación interna, @gesor pudo saber que el celular desde diciembre 2017 nunca fue enviado a periciar a Montevideo y ello abre varias interrogantes como establecemos en el título de la nota, que son parte de esa investigación interna que mencionamos a nivel policial, el celular quedó en una dependencia policial y terminó enviándolo la propia Fiscalía a periciar.
¿Cuánta presión genera en una comunidad el poder o conocimiento de un empresario? ¿Tuvo que ver ello con que el celular no enviara a periciar y el caso "durmiera" el sueño eterno y de no haber sido por la Fiscal Sigona, terminara con el tiempo archivándose?
Y esto se suma a la preocupación que @gesor venía manejando ya por parte de la propia Fiscalía desde tiempo atrás, en cuanto a que han ido quedando casos importantes sin aclarar en Dolores y que en algunos de ellos se han solicitado determinados informes a la Policía y ellos nunca han llegado, desconociéndose si esas tareas de investigación se efectuaron o no, y tienen que ver con personas conocidas de la comunidad en determinados casos y con seguimientos, y lo que en el viejo trabajo policial se llamaba uso y costumbres de personas que denuncian hechos en los cuales hay de por medio importantes sumas de dinero.
Todo esto hace que nos preguntemos, ¿cuáles son las garantías y la confianza con que la Fiscalía de Dolores debe trabajar en su relación diaria con la Policía? Sabemos que el Jefe de Policía está al tanto de estas cosas, incluso en las últimas horas hubo reunión con el Jefe de Zona Operacional II, de la Seccional 5a. y también otros funcionarios de oficinas de Dolores, por lo que se esperan resoluciones en la búsqueda de ese restablecimiento de la confianza en el trabajo mancomunado por más que está claro que son casos aislados, pero que sin dudas no es uno solo, sino varios.