En el acto de toma de posesión, las autoridades resaltaron la importancia del INEEd para mejorar la educación uruguaya y se refirieron a los desafíos que afrontará.
Al acto de toma de posesión asistieron el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira; el Director de Educación, Gonzalo Baroni; el director general del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Landoni Couture, y la presidenta saliente de la Comisión Directiva del INEEd, Alex Mazzei.
Da Silveira, afirmó que el INEEd es “una institución enormemente importante” y que espera que prosiga con su capacidad de aporte para alimentar el debate educativo. Alabó a los miembros de la nueva Comisión Directiva por su combinación de solidez técnica, conocimiento del sistema educativo y equilibrio político. Dirigiéndose a las autoridades entrantes, el secretario de Estado dijo: “evalúenos, contrólennos, audítenos” porque “el que haya una institución con independencia y con solidez técnica, que diga lo que está mal, que diga lo que hay que mejorar, que señale dónde hay problemas, nunca puede ser motivo de enojo ni de molestia, es un insumo fundamental para el desarrollo de buenas políticas públicas” y para la mejora de la gestión.
Por su parte, Lasida, enumeró una serie de desafíos para el Instituto: cambiar y mejorar el gobierno del INEEd; evaluar en el contexto de la pandemia de Covid-19 haciendo foco en los estudiantes más afectados por la situación sanitaria; aportar evaluación independiente a los importantes desafíos que se han planteado las autoridades educativas para la mejora de la calidad de la educación uruguaya; consolidar y mejorar las acciones que se están haciendo desde el Instituto y analizar la posibilidad de agregar con prudencia nuevas áreas, y contribuir a generar una cultura de evaluación educativa en el país.
Caggiani, representante de la oposición, resaltó el trabajo de articulación con diferentes actores que despliega el Instituto y enfatizó que su rol será muy relevante en un año marcado por la pandemia de Covid-19.
Finalmente, Fossati hizo hincapié en que el Instituto es una gran creación y que su papel de generador de evidencia desde un punto de vista técnico e independiente lo coloca como un proveedor de información valiosa para el diseño de políticas públicas. Recalcó que el Instituto tendrá la necesidad de priorizar qué evaluará y para qué, buscando siempre la mejora del sistema educativo.