Al momento de presentar su alegato final el Dr. Pablo Vera, como abogado en representación de la víctima, el niño Brandon Banegas Clavero, estaba junto a los padres Emiliano Banegas y Elizabeth Clavero, y al comenzar a exponer señaló que el alegato de la Fiscalía "contempla y excede" lo que iba a manifestar, se iba a remitir a apoyar lo que allí se expresa y efectuó algunos conceptos.
El Dr. Vera sostuvo que "siguiendo la actuación que surge acreditada más allá de toda duda razonable, que la enfermera I.V., tuvo comportamientos y tratamientos inadecuados en materia de suministro de medicamento, prevención y atención al paciente. No existiendo justos motivos para dudar de los dictámenes periciales que le atribuyen responsabilidad".
Considera que "hubo una errónea aplicación de medicamento, existió una clara omisión en el control post operatorio, lo que derivó en un diagnóstico tardío, y ello tuvo injerencia fundamental en el desenlace fatal. La enfemera I.V. conocía su obligación, el riesgo y tenía capacidad de acción para evitarlo".
Por tanto, "estando todos los elementos de la culpabilidad acreditados, y el nexo causal entre su accionar y el resultado fatal, debe considerarse el hecho, como obra de la imputada.
En consecuencia, se solicita que se ampare en todos sus términos el petitorio fiscal de condena".
Cuando el Dr. Fagúndez hizo referencia a que lo que no está anotado en la Historia Clínica "no mata" y que en todo caso podría haber dicho -según Fagúndez- "niño descansando" si lo hubieran controlado mientras dormía, el Dr. Vera dijo que es cierto "eso no lo mató" pero "lo que lo mató fue la falta de control, podría haber dicho paciente con signos vitales descansando", añadiendo, "si esa actitud hubiese sido advertida por la enfermera quizá hoy no estaríamos acá, y Brandon estaría con sus padres, pero a Brandon no le brindaron esa oportunidad".