En sede de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) se reunieron vecinos para considerar la situación de inseguridad que se vive en Mercedes, habiendo realizado invitación abierta a las autoridades, habiendo respondido con su presencia los ediles Javier Siniestro, Eduardo Sarutte, Ruben Bacciarini, Osvaldo Celio, el Jefe de Policía Insp. Gral. (r) Washington Curbelo, el Sub Jefe Crio. Insp. Ricardo López, el Encargado de la Seccional 1ª Crio. Leonel Verde y decenas de vecinos que colmaron el local quedando gente afuera que siguió las alternativas del encuentro desde la vereda, pudiéndose apreciar vecinos de diferentes puntos de Mercedes.
Vecinos y actores políticos expusieron sobre la temática y luego fue momento del Jefe de Policía, que habló durante más de 40 minutos, contestando algunas preguntas intermedias. De su intervención rescatamos lo medular.
Puso énfasis en el consumo de pasta base, "desde que apareció la maldita pasta base, ha habido un plus de violencia, muchas veces innecesaria para la comisión del delito, se terminaron los códigos de los delincuentes, no respetan absolutamente nada porque actúan en forma irracional. En un promedio de 180 reclusos que tenemos acá, estoy convencido que si no existiera la maldita pasta base, habría 60 o 70, porque la mayoría son consumidores y la necesidad de consumir los llevó a cometer delito, con ese plus de violencia innecesario. No se necesita golpear a una persona mayor para robarle la cartera, sin embargo lo hacen".
El jerarca mostró diferencias con como están enfocándose las cosas en materia de consumo de estupefacientes, "lamentablemente los esfuerzos se encaminan para otro lado, las discusiones estériles, si marihuana sí o marihuana no, alguien podría pensar que la marihuana es buena, no, la marihuana es mala, no es la más mala de las drogas, que es sí la pasta base, un veneno".
Curbelo salió a defender su institución, "somos bomberos sociales, hoy estamos acá, y somos las únicas autoridades representativas, por lo menos visible, que estamos respondiendo a las inquietudes de los vecinos, porque siempre estamos al lado de la sociedad y por eso nos duele cuando se dice que en la policía hay corrupción, que no hace nada,o que hace esto o lo otro, a veces recibimos agravios gratuitos, sin justificación. No somos perfectos, tenemos muchos defectos, los mismos defectos que tenemos todos, y somos tan corruptos como todos los que estamos acá, ni somos una isla de corrupción, ni una isla de santos, porque los policías no salimos de una nave extraterrestre y aterrizamos en la comisaría, salimos de la sociedad, tenemos los mismos problemas que la sociedad, de formación educativa, problemas de compromiso, ese es un factor común entre la sociedad y la Policía. La Escuela de Policía, no hace milagros, no transforma de un día para el otro a una persona en Robocop. Somos bomberos sociales y tenemos muy poca incidencia en atacar las causas, lo nuestro es evitar, eventualmente investigar y reprimir".
Catalogó a la de Soriano como "una sociedad sin compromiso, se roba mucho sí, pero ¿dónde va a parar lo que se roba? Alguien lo compra y sabe que está comprando robado. Pero si al otro día lo roban a él, pone el grito en el cielo, "no puede ser que me roben soy un ciudadano honesto". Como sociedad hemos retrocedido con relación a los malvivientes, nos hemos recluido en nuestras casas, dejando que los espacios públicos sea el campo orégano para los malvivientes, nos preocupamos, nos quejamos de los gurises que se reúnen en la esquina, ¿alguna vez se preguntó alguien por qué están en la esquina? ¿Será porque nosotros no les hemos sabido encontrar que ocupen su tiempo en algo útil? ¿Alguien se preocupó por revertir el liderazgo negativo en positivo?".
Se quejó porque tenemos un Código Penal de 1934, "el Código de la Niñez y la Adolescencia es precioso desde el punto de vista teórico, pero está pensado para países europeos de nivel cultural distinto, es irreal, ese código fue pensado en proteger a los adolescentes y no para combatir el delito adolescente".