(Escribe Emilio Hourcade) Si bien la situación sanitaria actual de nuestro departamento, ameritó la suspensión de la mayoría de las actividades en el marco del día del Patrimonio, los días 3 y 4 de octubre se realizarán a lo largo y ancho del país, distintas actividades que tendrán como temática la medicina, atentos a que este año la referencia elegida es el Dr. Manuel Quintela, destacado médico nacido el 26 de julio de 1865 en Treinta y Tres, propulsor de la creación del Hospital de Clínicas que actualmente lleva su nombre, institución creada por Ley y dependiente de la Facultad de Medicina, habiendo sido presidente de la Comisión Honoraria encargada de su construcción hasta su muerte.1
Pues bien, el departamento de Soriano cuenta con una rica historia en lo que refiere a la medicina con un Hospital Departamental creado en 1894 y con innumerables profesionales que, en distintas ramas y funciones, han dejado y dejan una labor fundamental para nuestra sociedad como lo es el cuidado de la salud, rescatándose un valioso patrimonio material, pero fundamentalmente, humano.
Y si este día del patrimonio rescata a un médico que supo ser pionero entre los suyos, en Soriano entonces, bien vale recordar a la Dra. María Inés Alustiza, nacida en una modesta familia de Mercedes el 20 de abril de 1886 y fallecida en Montevideo el 27 de febrero de 1946, quien además de ser una de las primeras mujeres que realizó estudios universitarios en el Uruguay, fue la primera mujer médica de Soriano y la primera mujer Psiquiatra en Uruguay.
Para tomar conciencia de las dificultades a las que debía sobreponerse una mujer para llegar a ser universitaria a principios del Siglo XX, es muy gráfico el siguiente dato: en el año 1900 ingresaron a la Facultad de Medicina 34 hombres y 1 mujer, mientras que, en el año 2011, fueron 357 hombres y 850 mujeres. Por otro lado, recién en el año 1908 se graduó la primera mujer médica en el Uruguay, alcanzando tal graduación la Dra. Alustiza en 1921.2
Nuestra comunidad ha sabido valorar a esta profesional de la salud, incluyendo su nombre en el nomenclátor de Mercedes, con una calle que comienza en la intersección con la calle Dr. José May y finaliza en su encuentro con la Avenida Aparicio Saravia, justamente en una zona de la ciudad en donde, dada la proximidad con el Hospital Mercedes, muchas de las calles recuerdan a distintas personalidades ligadas a la salud.
Al cumplirse el primer año de su fallecimiento, se realiza la publicación de un folleto con los discursos pronunciados el 27 de junio de 1946, con motivo de la colocación de una placa – retrato en el taller del Hospital Vilardebó que lleva justamente su nombre, habiendo hecho uso de la palabra la Dra. Luisa Volonté de Albo, Dra. Isabel Pintos de Vidal, Dra. Emma Pereyra, el Sr. Abelardo Rondán y el Dr. Rafael E Rodríguez.
De las palabras expresadas por la Dra. Luisa Volonté, rescatamos las siguientes: «María Inés hizo su bachillerato en Mercedes, ingresando pues a nuestro “cónclave” como llamábamos los compañeros del bachillerato, recién cuando ingresamos a la Facultad.
Mis compañeros y yo la mirábamos con cierto recelo, ellos estaban habituados a mi modalidad, única compañera en esos años. Su gran criterio y su inteligencia nos conquistó, y su definitiva incorporación a nuestro “cónclave” fue un hecho.
Para los problemas que debimos resolver frente a la cama del primer enfermo del Hospital, la solución moral y sentimental de ellos fue a veces difícil, ¡no teníamos que olvidar que por encima y sobre todo éramos mujeres y como tal debíamos resolverlos!”
Volviendo a su época de estudiante, cuando María Inés Alustiza finalizó sus estudios, la prensa de Mercedes no fue ajena a aquel logro, destacando de la siguiente manera lo que significaba la graduación de la primera mujer médica de Soriano: «En la capital acaba de terminar en forma brillante su carrera de médico, la señorita María Inés Alustiza.
La señorita Alustiza inició estudios en nuestro Liceo distinguiéndose siempre por su clara inteligencia y su ejemplar escolaridad. Felicitamos sinceramente a la referida coterránea por la feliz terminación de sus estudios”. 3
Tiempo después y al llevarse a cabo su graduación, la prensa vuelve a referirse al tema e incluso se realiza un evento en su homenaje: «La sociedad de Mercedes, con una espontaneidad que la honra y con rara unanimidad, ha resuelto tributar un merecido homenaje de simpatía a nuestra talentosa coterránea la novel doctora señorita María Inés Alustiza, con motivo de su reciente egreso de la Facultad.
La doctora Alustiza, es la primera mujer mercedaria que se gradúa en Medicina y, como estudiante, tanto en el Liceo Departamental como en las aulas superiores, dejó bien en alto los prestigios de los estudiantes chanás.
El homenaje a la Dra. Alustiza, con cuyo retrato honramos hoy nuestras columnas, se realizará mañana a las 11 de la noche, en el Club Sportivo y consistirá en un té danzante, al que concurrirán numerosas familias de esta sociedad y un buen número de intelectuales, amigos y admiradores de la obsequiada.
El registro de adhesiones al festival de mañana, permanecerá abierto hasta hoy por la noche, en el consultorio de la señorita Angélica Rava Castelli. Los adherentes hasta hoy, pasaban los 150». 4
En el desarrollo de su profesión, trabajo en el Hospital Vilardebó de Montevideo, junto a su maestro el Dr. Rafael E. Rodríguez, con quien incluso instaló una Casa Quinta de Salud en Avenida Agraciada 3452, mientras que su consultorio personal se ubicaba en calle San Martín 2486 de la capital uruguaya. 5
Como se mencionó anteriormente, en el año 1947, un año después de su fallecimiento, al taller existente en el Hospital Vilardebó se le dio su nombre en homenaje a su pionera y fecunda labor: «En 1905 surgieron en el Hospital Vilardebó numerosos talleres: escobería, carpintería, zapatería, canastería y pintura, entre otros. En la década del treinta la doctora Inés Alustiza dirigió los primeros talleres de laborterapia». 6
Apenas fallecida producto de una cruel enfermedad, sus restos fueron traídos a la ciudad de Mercedes, anunciándose que «el cortejo parte del Paso a Nivel. En la empresa Pérez Roubin y Klappembach y en la plaza Independencia habrá coches a disposición de las personas que deseen concurrir». 7
La Dra. Alustiza reunió en vida muchas de las mejoras cualidades que pueden adornar a una persona, tales como valentía, dedicación, seguridad, solidaridad y respeto, desafiando y superando las barreras que la época imponía a las mujeres, logrando no solo alcanzar una profesión, sino desarrollarla en forma destacada, quedando su memoria perpetuada en la mejor historia de la medicina de nuestro país.
Finalizando este artículo, reproduciré el siguiente párrafo del discurso pronunciado por la Dra. Isabel Pinto de Vidal, en la ceremonia realizada en el año 1947 en el Hospital Vilardebó que ya fue citada anteriormente: «Despreció el dinero, sólo lo poseyó para dedicarlo a aliviar el mal ajeno, murió pobre, pero rica en afectos y agradecimiento; labró la felicidad de los demás, la suya consistía en eso mismo, en ser buena y generosa con el que sufre».
En el Día del Patrimonio 2020, rescatemos en la memoria de esta ejemplar mujer, a todos quienes han honrado y honran esa labor de fundamental importancia para cualquier sociedad como lo es el cuidado de su salud, y que en estos tiempos justamente, ha sido tema por demás preocupante para la humanidad entera.
Referencias
1 Rizzi, Dr. Milton, “Manuel Quintela” (1865-1928)
2 Rizzi, Dr. Milton, “Lauros concernientes a la mujer en medicina en Uruguay 1908-1953”
3 “El Radical”, Mercedes, 10 de diciembre de 1920
4 “El Día”, Mercedes, 22 de noviembre de 1921
5 “Bosquejos”, N° 5, Montevideo, noviembre de 1936
6 Andrés Techera, Ismael Apud, Cristina Borges, “La sociedad del olvido”, año 2009
7 “El Radical”, Mercedes, 28 de febrero de 1946
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