El Club Rotary tiene entre sus objetivos, colaborar con la educación, con la ecología, con el medio ambiente. En su sede de “La Colmena” ubicada en calle Wilson Ferreira Aldunate 1184 montó un invernáculo que se ha puesto al servicio de la formación docente.
Tras superar varias etapas en el acondicionamiento del predio, con el aporte de varias instituciones y personas, se ha cristalizado la iniciativa de construcción de Invernáculo como aula para alumnos del Instituto Formación Docente en el marco de la preparación previa a la Práctica Docente Rural.
Jorge Pérez, maestro de amplia trayectoria en la docencia, presidente del Rotary Club Mercedes Oeste, en declaraciones recogidas por agesor, tras una jornada pedagógica de práctica para futuros maestros, se refirió al montaje de un aula diferente, convertido en un espacio educativo y formativo diferente.
“Lo más hermoso es ver a estas futuras maestras trabajar con mucho entusiasmo es muy valeroso” señaló Jorge Pérez.
“Esto tiene un efecto multiplicador importantísimo, cada uno de estos futuros docentes tiene una carrera de más de 20 años para desarrollar, y en cada año, puede estar volcando a cada uno de sus alumnos lo que aquí está aprendiendo” agregó.
Se trata de una modalidad muy interesante desde el punto de vista pedagógico, resulta una manera de trasladar la teoría a la práctica, que en ocasiones la formación en el seminario de educación rural resulta de mayor utilidad en la práctica, previo, antes de concurrir a la práctica docente a las escuelas rurales.
En opinión del maestro Jorge Pérez el espacio permite al maestro darle su impronta y desarrollar cantidad de actividades curriculares, “porque interviene la geometría, la geografía, las ciencias en general, `pero también el idioma el lenguaje, y también hasta par Cineduca (Programa de Alfabetización Audiovisual del Consejo de Formación en Educación de la ANEP), hay una importante beta que pueda ser aprovechada en el registro y la evolución de esto que se está desarrollando”, comentó.
Destacó que la experiencia no tiene límites “es un retorno a la agricultura, al trabajo a la tierra, hace a las personas más independientes, porque el que aprende a cultivar su propio alimento está haciendo algo muy importante”, concluyó Pérez.