En primer lugar, quiero hacer referencia a los tiempos que estamos viviendo y a los que se avecinan, que tienen mucha relación con los de ahora.
Tengo muy claro que no podemos detenernos en el pasado, más allá de lo necesario, es decir solo en las experiencias que nos permitan obtener insumos para proyectar desde el presente, un futuro mejor para todos.
Lo ideal y lo perfecto muchas veces se da de bruces con lo no tan bueno pero necesario para garantizar la calidad de vida de nuestra gente.
Los actores políticos debiéramos centrarnos en estas realidades, para no salir desesperados a prometer a troche y moche, abusando de la credibilidad de nuestros conciudadanos.
Lamentablemente es lo que están haciendo muchos de los que hoy tienen las baterías en funcionamiento buscando los sillones a nivel de los gobiernos departamentales y los municipios.
Lamentablemente basan sus promesas en los fracasos ajenos, a sabiendas que no ofrecen ninguna garantía de cumplimiento de lo que prometen y que también ellos pueden fracasar.
Más aún, desde los órganos oficiales donde actúan proyectan e intentan solidificar sus candidaturas y se convierten en profesores y maestros, señalando el camino por el que deben transitar los demás.
Aquí nomás, desde esta Junta hay quienes pretenden convencernos que, como ediles, tenemos vedado dirigirnos o hacer solicitudes a los Ministerios u organismos oficiales a nivel nacional.
Nos quieren hacer creer que nuestra jurisdicción es solo departamental y no va más allá.
Yo digo que no es así, porque nuestra principal tarea es atender las necesidades de la gente y muchas veces esas necesidades no pueden ser atendidas en el departamento.
Con el criterio que nos pretenden imponer no podríamos, por ejemplo, ni solicitar y mucho menos hacer gestiones ante OSE por el saneamiento que tanta falta hace en distintas zonas del departamento, y que es un pilar fundamental en la calidad de vida.
Y así podríamos seguir enumerando tantas cosas que no se resuelven con mesas de convivencia y participación ciudadana, donde solo se incentiva a la gente con un montón de palabrería barata y los logros son muy mezquinos.
Todo esto no es ni chicha, ni limonada. Se transforma en una rueda de café, donde se discute y se arman soluciones irrealizables para problemas reales que afectan fuertemente a los ciudadanos.
Donde hay que golpear y hacer palanca por esas soluciones, es donde realmente están, aunque sea las más remotas posibilidades de solucionar la problemática afligente.
Y es ahí donde muchas veces tenemos que recurrir más arriba, a movilizar toda la estructura política del país, para que tome conciencia de esas necesidades reales y entre todos, con el aporte de todos, encontrar las esperadas soluciones, sin alimentar falsas expectativas.
Este razonamiento es muy fácil de comprender, pero choca con las intenciones de muchos y son una traba para quienes buscan generar esperanzas a través de mecanismos que no admiten esas esperanzas.
Peor aún, cuando queremos trasladar la responsabilidad de las soluciones a los propios ciudadanos que, cansados de tanta cháchara barata, no concurren a las reuniones y no se interesan, porque saben de lo infructuoso, que tarde o temprano es el resultado final de estas reuniones.
Como políticos debemos entender de una buena vez, que los ciudadanos nos votaron como sus representantes para gobernar y lo debemos hacer con todas las letras y con todas las herramientas que les dijimos teníamos, al presentarles nuestros programas de gobierno para que nos votaran.
-
En otro orden de cosas y ratificando lo anterior, queremos referirnos brevemente al problema que enfrentan funcionarios policiales, en actividad y retiro del interior del país, que ven amenazada su atención médica, porque los gobiernos de turno no vuelcan a las Mutualistas que los atienden, los aportes que les descuentan de sus salarios y jubilaciones con ese fin.
Los de Montevideo no tienen este problema porque son atendidos en el Hospital Policial, que vale la pena recordar, fue construido con un aporte importante de los funcionarios de todo el país, pero hoy en su gran mayoría, se maneja solo en la órbita montevideana.
No soy abogado, pero tengo claro que cuando uno se queda con plata ajena, o la roba o está haciendo una apropiación indebida, y para mí es esto último lo que está ocurriendo, porque hay un descuento con una finalidad que no ha sido volcado en ese fin específico.
Si ya no se ha solucionado este tema, pido que se le encuentre salida urgentemente, antes de que la situación empeore, y se lo pido al Ministerio del Interior, que no está aquí en Soriano, pero que con este proceder está afectando a mi gente, que es la gente de Soriano.
Que mis palabras pasen al Ministerio del Interior en forma urgente.
Muchas gracias señora presidenta.