En 2019 se registraron en todo el país 4.764 casos de violencia hacia niñas, niños y adolescentes, de los cuales 1.100 fueron abusos sexuales. La cifra impacta y en gran medida aumentó durante la pandemia, según dijo la Lic. Natalia Argenzio, Directora de INAU. En diálogo con @gesor la Lic. Argenzio comentó “estamos impulsando las líneas estratégicas del plan que nos va a guiar de cara a lo que es nuestro cometido que es la protección a niñas, niños y adolescentes” comentó la Lic. Natalia Argenzio, Directora de INAU. “Pero dentro de ese sistema de protección” a niños, niñas y adolescentes “está todo lo otro que nos golpea a nosotros como sociedad que son las violencias. Esta región ha sido impactada” por este fenómeno, comentó Argenzio. “Recibimos contantemente noticias, e informes de situaciones muy complejas, muy desgarrantes”. Poniendo como ejemplo “en los últimos dos meses, del 1 de abril al 30 de junio en todo el Uruguay hubieron 134 casos de violencia hacia niñas, niños y adolescentes, y en esta región” Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano “hubieron 15. O sea no es menor, es más del 11%. Entonces el tema de la violencia, el tema de la trata viene de la mano de muchísimas cosas”. Destacando “el anclaje del Estado” a través de las distintas instituciones ya que “conduce a desnaturalizar muchas cosas en las que se vulneran derechos”.
¿La violencia recrudeció en la pandemia o eran cosas que estaban subterráneas y no se veían?
-“En el resumen general sí, hay un aumento; pero hay un mejor abordaje inter institucional. O sea hoy estamos captando más. Pero nos está faltando prevenirla.
El año pasado hubo 4.764 casos de violencia de los cuales 1.100 eran abuso sexual. Entonces si será importante. Es bueno captarlos porque se visibiliza, nos golpea a todos, pero ¿ahora qué hacemos? Entonces este Directorio en lo que hablamos con los compañeros de esta región convinimos que tenemos que profundizar en dos cosas con el problema hoy: la prevención y la restitución del derecho. Que estamos muy débiles como instituto y muy débiles como Estado. Porque hoy una niña o una adolescente que es explotada sexualmente va al juzgado y de ahí viene el oficio para que INAU le brinde protección; y nosotros no tenemos dispositivos acordes a la rehabilitación y restitución de ejercicios de derechos que necesita esa niña”.