Desde la Comisión Memoria, Justicia y contra la impunidad - Soriano decimos presente en este Primero de Mayo, y pensamos muy especialmente en estas dos palabras: Presente y Primero.
Respecto al Presente. Hace pocos días volvimos a escuchar -esta vez de boca del Senador Manini Ríos- preguntas del tipo: "¿Hasta cuándo se seguirá procesando a militares octogenarios por hechos ocurridos hace 50 años?". En este caso, la pregunta surgió frente a la detención del Capitán Lawrie Rodríguez, en el marco de un proceso judicial relacionado con crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado. No es la primera vez que oímos este tipo de preguntas que, más que una interrogante, plantean algo completamente imposible: que el presente prescinda del pasado.
Esta idea de que los temas del pasado hay que dejarlos atrás, porque el Presente es otra cosa, aparece de la mano de conceptos absolutamente extraños a nuestro orden jurídico, como el de "venganza". Nos parece realmente peligroso que un Legislador se maneje en términos tan ajenos a Derecho, reclamando a otro poder, como es el Poder Judicial -que debería ser independiente- que enlentezca aún más su trabajo.
En Uruguay, los procedimientos judiciales por los delitos del terrorismo de Estado han tardado y tardan lo suficiente como para que las madres se mueran sin encontrar a sus hijos desaparecidos, es decir: tardan mucho más que demasiado.
Basta pensar en la sentencia de la semana pasada que condena a José "Nino" Gavazzo a 25 años de penitenciaría, por declararlo coautor del delito de homicidio especialmente agravado cometido contra el Maestro Julio Castro, quien fue detenido por funcionarios del Servicio de Información de Defensa (SID), hace casi 43 años, para luego ser torturado, asesinado y enterrado en dependencias militares de Toledo (Canelones), donde sus restos fueron hallados tras haber estado 34 años desaparecido.
Como ven, sólo se condena a uno de los coautores, los demás siguen impunes, y fueron 43 años que tardó la actuación judicial, varios más de los que durará la condena de Gavazzo. La propia sentencia hace referencia a las muchas "demoras" en el proceso, junto a otras tantas "falsedades oficiales". Mientras las verdades sigan presas, los delitos se siguen cometiendo, de manera continuada, en el Presente. Por eso, en el Presente las preguntas las hace la sociedad: ¿Dónde están? El Estado, actuando a través de todos sus poderes, debe dar la respuesta.
Mientras se prolonguen los crímenes y sus responsables gocen de impunidad, seguiremos insistiendo en la memoria, reclamando la verdad, porque miramos hacia atrás y hacia adelante, y vemos con claridad que no queremos nunca más terrorismo de Estado. Por eso, el próximo 20 de mayo, a 25 años de la Primera Marcha del Silencio, vamos a volver a decir ¡PRESENTE!
En este Primero de Mayo, en medio de un Presente de crisis social y santiaria, nuestra Comisión reafirma la convicción de que lo Primero es la Solidaridad. Así lo demuestran las múltiples acciones que el movimiento sindical, los colectivos feministas, las cooperativas y las organizaciones sociales en general, venimos
desarrollando a lo largo y ancho del país.
Nuestro ejercicio de la memoria no tiene que ver solamente con los crímenes que sufrieron tantos y tantas uruguayas. Nuestra memoria tiene fundamentalmente que ver con lo que fue la sustancia de las vidas de todos los trabajadores y las trabajadoras que se la jugaron porque querían una sociedad más justa, tiene que ver con la esencia vital de todas las personas que defendieron los derechos y las libertades que el Estado atropelló. Por eso, la memoria más justa es recuperar sus prácticas, en el Presente que nos toca. Tomar lo mejor de la tradición del movimiento popular uruguayo para fortalecer nuestras organizaciones y que la solidaridad sea lo Primero.
La solidaridad para responder a la emergencia, sin dudas, porque las consecuencias de la pandemia están siendo y serán muy duras. Pero también la solidaridad para enfrentar los significativos cambios que se pretenden instalar por la vía de la Ley de Urgente Consideración que, además de inoportuna, tiene contenidos que afectarán muy seriamente la vida de nuestras comunidades, porque implican recortes en las libertades y falta de garantías para el pleno ejercicio de los derechos humanos.
Para hacer memoria de verdad, para superar la emergencia del Presente que nos toca y para enfrentar todo aquello que atente contra la democracia y los derechos humanos, la solidaridad es lo Primero.

Comunicado: Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano