Se realizó una teleconferencia de prensa para presentar el kit de diagnóstico de COVID-19, desarrollado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) y el Instituto Pasteur (IP), y producido en el marco de un llamado de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
La convocatoria Desafío ANII llamó a instituciones de investigación y empresas a desarrollar un kit diagnóstico en el lapso de un mes y medio. Es decir, se requería transformar un método de laboratorio en un paquete con reactivos con instrucciones listo para usar. El kit presentado consta de cuatro componentes necesarios para analizar la muestra de un paciente. Esta se mezcla con los componentes del kit y luego es procesada por la técnica PCR en tiempo real.
La conferencia contó con la presencia del rector de la Udelar, Rodrigo Arim; el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas; los investigadores de la Facultad de Ciencias y el IP, Gonzalo Moratorio y Pilar Moreno; y representantes de ANII, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y de la empresa biotecnológica ATGen.
Arim explicó que dentro de las medidas para colaborar en la mitigación de la expansión de la epidemia en nuestro país, entre la Udelar y el IP se diseñó y adaptó un protocolo de diagnóstico que permitió incrementar la capacidad nacional de una manera muy relevante. Desde fines de marzo, con la tecnología desarrollada se han realizado más de 4000 tests. Hoy, aproximadamente la mitad de los que se hacen diariamente en el país son producto de este desarrollo.
Asimismo, indicó que esto implicó un proceso de transferencia tecnológica para que no solo el IP y la Facultad de Ciencias realicen el diagnóstico, sino que se sumen instituciones como el Hospital Maciel, el Instituto Nacional del Cáncer, el Laboratorio de Virología Molecular de Salto, el Hospital de Clínicas, el Hospital Pasteur que está en proceso de adaptación, entre otras del sector público. El objetivo de este proceso, afirmó, fue poner el test de diagnóstico a disposición de las autoridades nacionales para ser utilizado en los centros asistenciales.
Paralelamente, a partir del llamado Desafío ANII para la construcción, diseño y elaboración de 10.000 kits, se inició un proceso de estandarización de los mecanismos de diagnóstico desarrollados por Udelar y el IP, y la empresa ATGen asumió la responsabilidad de producirlos. «Culminamos con éxito esta etapa», indicó Arim y señaló que el BID financió parte del proceso, mientras que FOCEM puso a disposición del país recursos para llevar a 50.000 la cantidad de kits.
El rector recordó que este «no es ni el único programa ni el único resultado que vamos a tener, pero nos parece importante transmitir al país los logros de nuestra comunidad científica disponibles para la sociedad en su conjunto».
Batthyány destacó que este proceso fue posible gracias a los jóvenes investigadores de la Udelar, del IP, y ATGen, que es la primera empresa biotecnológica de Uruguay y egresada de la Udelar. Para el investigador, la pandemia dejó en claro que el sistema científico uruguayo demostró que está pronto para servirle a la sociedad como lo hacen los del primer mundo. Remarcó que los países que son desarrollados lo son porque en algún momento de su historia los gobiernos decidieron invertir en ciencia, tecnología e innovación. «Estamos dentro de los países rezagados porque no estamos invirtiendo lo suficiente, pero si algo aprendimos es que se puede apoyar el país en sus científicos para evolucionar hacia un país en vías de desarrollo y brindarle a la sociedad productos que mejoren su bienestar y calidad de vida», concluyó.
Moratorio explicó que este paso de un test a un kit, no solo permite escalar la capacidad de diagnóstico en el país sino también reafirmar y asegurar características como reproducibilidad y validación en la ejecución del análisis. Contar con este kit en un momento en que el mundo cierra fronteras, cuando estos insumos son demandados por los países donde la pandemia golpeó más fuerte, «deja a Uruguay con una capacidad clave para manejar la epidemia, tener soberanía nacional a través de la producción genuina» de cabezas independientes y científicas.
Agradeció especialmente al Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDEClBA), «que nos ha formado en posgrados y apoyado para continuar nuestra formación en el exterior y retornar». Defendió el trabajo de los investigadores en ciencias básicas, porque el conocimiento generado en esta área puede impactar muy rápido en otras investigaciones de corto plazo, «tenemos el know how que permite hoy tener 10.000 kits y poder hacer muchos más, y la capacidad de responder en otros momentos de crisis». Agregó que no es apropiado distinguir entre ciencia básica y ciencia aplicada, sino que hay «buena ciencia y mala ciencia». Como ejemplo explicó que la investigación que algunos vienen realizando sobre los murciélagos, permitió conocer mejor este virus y generar conocimiento para elaborar vacunas.
Por su parte, Moreno recordó que la transferencia tecnológica para que en distintos laboratorios se realizara el test diagnóstico en las últimas semanas, corrió en forma paralela al desarrollo de este kit. Trabajar con esos laboratorios implicó un trabajo profundo que dependió de cada lugar: «tuvimos que adaptar grupos de trabajo de científicos voluntarios para ir a laboratorios, algunos muy preparados o ya montados, y otros, como el Hospital Maciel, que precisaban el montaje desde cero». «Fue un proceso largo, pero dio sus frutos», afirmó. Destacó el esfuerzo desinteresado de muchos para lograr estos resultados.
Moreno aclaró que la disponibilidad de kits no es el único factor que influye en la capacidad de testeo, sino que pueden generarse cuellos de botella relacionados con la toma de muestras u otros aspectos del proceso.
Colaborar y escalar
El representante de ATGen, Andrés Abin, comentó que este resultado se fundamenta en el trabajo de años de todas las instituciones y en la capacidad científica que tiene Uruguay. Señaló que la empresa, que en su origen fue incubada en la Facultad de Ciencias, asegura el cumplimiento de regulaciones internacionales, con estándares de calidad y buenas prácticas de manufactura que son fundamentales para el desarrollo del kit y, por tanto, cumple con una serie de requerimientos que serán evaluados por las autoridades sanitarias. Estos incluyen parámetros de sensibilidad, especificidad, estudios de caracterización y estabilidad de los reactivos, entre otros. Explicó que la empresa producirá kits manteniendo un stock adecuado a las necesidades en el manejo de la epidemia.
Matías Bendersky, representante del BID en Uruguay, recordó que la institución está trabajando en varios ámbitos de la emergencia sanitaria, en la contención social y en la reactivación económica. Haber realizado este kit aquí en Uruguay «es un resultado increíble, extraordinario», expresó y dijo que detrás de este logro sobresalen la gran capacidad de respuesta de la ANII y el MSP para coordinar y plantear el desafío científico y tecnológico local, las capacidades científicas y de emprendimiento local, y el trabajo colaborativo entre las instituciones.
Desde la ANII, su presidente Flavio Caiafa calificó este desarrollo como un ejemplo del trabajo que promueve la Agencia: vincular el trabajo de investigadores de ciencia básica con otros como el de las empresas que están entregando hoy kits para ser usados por todos los laboratorios. Recordó que la ANII tiene 4 proyectos relacionados con el COVID-19, planteados y ejecutados en tiempo récord, y próximamente lanzará nuevos desafíos para atender «el día después» de la pandemia y cómo ayudar a las empresas y al sector emprendedor.
Por su parte Salinas celebró el alcance de los propósitos del llamado realizado por ANII y el BID, que logra el financiamiento para producir 50.000 kits de diagnóstico por PCR, y 200.000 serodiagnósticos (análisis que no detectan el virus, sino los anticuerpos que generó la infección), sobre los que próximamente se harán anuncios. Indicó que de esta manera «se generó una red nacional de diagnóstico en un tiempo récord, se generó un producto innovador y creativo científico y tecnológico de primer nivel». Esto «nos posiciona en América Latina como el primer país en cantidad de diagnóstico por PCR por millón de habitantes».
Afirmó que es muy importante la interacción entre gobierno, científicos, empresas y universidad, sin temor a «derribar barreras». Se ha logrado una gran creación de valor agregado, expresó, este es un camino transitado a partir de una crisis, pero «no debería dar vuelta atrás en nuevos desafíos tecnológicos». Alentó a no perder el nivel de exigencia para lograr mejores resultados a futuro. Salinas también valoró las capacidades instaladas en la Udelar, que han permitido desarrollar hisopos, medio de transporte líquido para conservar la muestra, ventiladores, entre otros trabajos que aportan sustantivamente al control de la epidemia.