En nota anterior informamos de la detención de nueve mujeres, seis de Montevideo y tres de Rivera, relacionadas con estafas realizadas vía telefónica por parte de alguien que es el ideólogo y maneja todo desde su "oficina" en el Penal de Libertad sin que la guardia "sospeche" nada de su accionar a pesar que hace años es su modo de vida y ha sido procesado y condenado por estafas a cientos de comerciantes, empresarios y personas en general y lo ha seguido haciendo hasta estos días.
Informamos sobre lo que fue la investigación de su última condena en octubre 2018, junto a un compinche, en aquel momento Eduardo Federico García Jara, ambos presos en el Penal de Libertad de donde manejaban todo, y también se condenó a otras personas y judicializó a otras todas ellas relacionadas de una u otra manera al principal ideólogo, Germán Eduardo Otero Granja, entre otras cosas por ser quienes concurrían a levantar los giros a través de las redes de pagos que acordaba telefónicamente vía llamada o mensajes con sus "estafados".
Pero la historia de Germán Otero Granja no se resume a esa instancia de octubre 2018 donde se le relacionaron con más de 70 estafas con un valor total de alrededor de un millón de pesos, sumando víctimas en 14 departamentos, entre ellos Soriano.
En junio 2011, según informe elaborado por Montevideo Portal también se dio cuenta de otro procedimiento policial por personal de Jefatura de Rocha, relacionado a que en marzo de ese año se denunció que esta persona llamaba a los locales comerciales, haciéndose pasar por jerarca de la Jefatura de Rocha logrando hacerse de recargas telefónicas y giros de dinero, siendo procesado por un delito reiterado de estafa. Tenía allí 33 años y hacía varios años que cometía estas estafas telefónicas desde la prisión.
En 2009 estafó a comerciantes de Florida, haciéndose pasar por inspector del BPS o la DGI, siempre desde el Penal de Libertad, por entonces ya había intentado cometer estafas en Lavalleja, Maldonado y Artigas.
También en Cerro Largo, donde el propietario de una parrillada dijo haber recibido la llamada de un inspector, que pedía el depósito de $ 5.000 por una infracción constatada. Tras las investigaciones se detuvo a una mujer que se dedicaba a cobrar el dinero que enviaban las personas engañadas por Otero Granja.
En el año 2010 cambió de rubro, y luego de fugarse fue el autor de un copamiento en Punta del Este. Junto a sus cómplices ingresó en la casa que alquilaban unos turistas paraguayos, utilizando máscaras de Halloween. La justicia le tipificó "rapiña con privación de libertad" y "hurto especialmente agravado en reiteración real".
Volvió a prisión, y en febrero quiso estafar a funcionarios del Correo de Salto, diciendo que era el Jefe de Policía, pero su maniobra fue detectada. En Artigas no tuvieron tanta suerte, y consiguió depósitos de $ 500 a un par de celulares.
En marzo cometió delitos similares en Flores. En abril lo hizo en Colonia, donde haciéndose pasar por agente policial o médico y mediante llamados telefónicos, solicitaba recargas virtuales de celulares y giros de dinero a diferentes personas.
Una de las denuncias fue de la propietaria de una pizzería en Colonia del Sacramento, quien recibió el llamado de un supuesto "inspector de Bromatología de la Intendencia de Colonia", pidiendo un giro de $ 3.800.
En uno de sus delitos más recordados, Otero Granja se hizo pasar por el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, estafando a productores rurales del departamento de San José.
Llamó a las autoridades de la Asociación Rural de San José y la Intendencia para solicitarles una lista de productores afectados por la sequía, a quienes se les entregaría agua. Se comunicó con ellos para informarles de la ayuda, y solicitó que depositaran entre $ 6.000 y $ 8.000 en una cuenta para pagar el transporte del agua desde Montevideo.
En noviembre 2016 nuestro colega Alan Xisle desde Nuevo Berlín también informaba sobre procedimiento policial que alcanzó en parte a esa localidad, además de otros puntos del país y que fue liderado por la Seccional 12a. de Montevideo, habiendo prestado declaración más de 25 personas como víctimas y tras lo cual volvió a ser procesado Germán Eduardo Otero Granja de 39 años, por reiterados delitos de estafa en concurrencia real, uno de ellos en grado de tentativa, quien ya estaba recluido en el Penal de Libertad y al igual que en otros de sus procedimientos, también fueron judicializadas mujeres utilizadas, en este caso tres, A N L T de 34 años, V K R C de 26 años, L L M W de 31años, las tres femeninas procesadas sin prision por el delito de "coautoras de reiterados delitos de estafa en concurrencia real, uno de ellos en grado de tentativa", imponiéndose que deban presentarse en la seccional una vez por semana por un lapso de 60 días.
Y OTERO GRANJA SIEMPRE VUELVE...
A esta altura parece que Otero Granja tiene todas las condiciones necesarias para operar desde la propia cárcel y siempre el Penal de Libertad, coincidentemente, y durante años todos miran para el costado los que deben asumir el compromiso y la custodia de quienes se alojan allí y más teniendo en cuenta los antecedentes, ¿esto va a seguir así? Este jueves Germán Eduardo Otero Granja es traído desde el Penal de Libertad a la Fiscalía de Mercedes de 2º Turno donde la Dra. Andrea Mastroianni y su equipo le tomarán declaraciones con toda la prueba y testimonios recogidos, para -una vez más- responsabilizarlo de cientos de estafas en diferentes puntos del país. Y nuevamente varias mujeres, seguramente reclutadas por la pareja de Otero, por unos pocos pesos, se prestan por necesidad para ir a levantar los giros de los estafados y también pasarán por la Justicia para establecer su grado de responsabilidad ante los hechos. El tiempo dirá si todo el trabajo que la Policía de Soriano, y la Fiscalía de 2º Turno con la Dra. Mastroianni a la cabeza del equipo, no fue en vano, si las nuevas autoridades del Ministerio del Interior y del INR toman las medidas adecuadas para que Otero Granja no se sienta como en su casa y opere desde la cárcel perjudicando a cientos de comerciantes, empresarios y personas en general, toda gente de trabajo.