Por separado @gesor dio cuenta del comunicado de la Federación Médica del Interior (FEMI) "junto a sus 22 gremios médicos del Interior del país", donde emite su posición respecto a un tema que ha venido generando controversia en cuanto a su aplicación, especialmente a partir de la solicitud del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) de la aplicación de la cuarentena nacional general, una medida que el gobierno nacional ha dicho que por el momento no plantea aplicar aunque ha estado en el análisis.
Se trata de una medida que se viene aplicando en otros países y que a su vez determina a partir de su vigencia, establecer las excepciones a esa cuarentena y allí es donde hay diferentes variables en los países que la aplican.
En Uruguay se sigue apostando a la conciencia de la población, apelando a que se quede en casa y que solamente salgan aquellos que tengan necesidad de hacerlo.
En las últimas horas y a pesar de la presión que está ejerciéndose de parte de diferentes actores políticos, médicos, que reclaman la aplicación de la cuarentena general nacional, la FEMI salió y expresó que si bien reconoce la importancia de dicha cuarentena en cuanto a la eficacia que podría tener en la lucha contra el virus, también lanza una advertencia muy clara. En el punto 4 de su declaración señala "dicha medida tendría un efecto favorable en atenuar la propagación de la infección por SARS-cov -2, pero sus efectos podrían tener un alcance que excedan los planteados con una visión estrictamente sanitaria, impactando en distintos sectores de la economía nacional. Incluso en el Sistema Nacional Integrado de Salud -SNIS".
Y esta advertencia es coincidente con las dudas y alertas que lanzan otros actores de la ciudadanía respecto a los efectos que la cuarentena ocasionaría y apuestan a que la ciudadanía tome conciencia y se quede en casa para que no sea necesaria la obligatoriedad desde el gobierno al confinamiento nacional.
Es que el daño a la economía nacional y personal sería muy grande especialmente para aquellos asalariados del sector privado y mucho más para quienes no tienen el respaldo de la seguridad social por estar en la informalidad o están dentro de la población sumergida económicamente.
ALGUNOS DATOS DE SORIANO Y OTRAS PUNTUALIZACIONES
Para muestra de lo que estamos señalando tomemos el Informe de Coyuntura 2018 presentado en junio 2019 por el Instituto Cuesta Duarte en sede del Plenario Intersindical de Soriano, precisamente sobre este departamento, de donde surgía que el 38%, es decir prácticamente 4 de cada 10 personas ocupadas, estaban en la informalidad, o sea no estaban registradas en el BPS, por lo tanto hoy no podrían acceder a ningun tipo de seguro de paro o seguro de enfermedad. A su vez el 42% de los asalariados cobraban por debajo de los $ 20.000 líquidos, por una semana de 40 horas, sacando los que puedan ser funcionarios públicos que tienen un régimen especial, los privados que van al seguro de paro cobrarían bastante menos que eso en esta instancia. Y aquí no estamos hablando de los que asiste el Mides, si no de los que estaban ocupados, lo que les da una magnitud de lo que es el panorama, que se completaba además con casi 4.000 desocupados, de los cuales casi la mitad son menores de 25 años.
Y si esto lo trasladamos al análisis país, cuando escuchamos a diputados, senadores, expresidentes y demás dirigentes que cobran un salario del Estado y que con cuarentena o sin ella van a seguir ganando lo mismo, piden muy sueltos de cuerpo, exigen, la cuarentena general, saben que no estarán entre los incluidos en los efectos económicos, porque según las autoridades las sanitarias igualmente el COVID-19 alcanzaría al 80% de la población en mayor o menor medida.
Está claro que quienes toman la decisión de la cuarentena general nacional y quienes la piden en su gran mayoría, no son quienes la sufren y sí son quienes pueden quedarse en su casa.
Ah, y una aclaración que corresponde, no creamos que la posición de FEMI -con el respeto que nos merece- está exenta de intereses particulares, no señor, los tiene y es lógico, por eso termina la frase con el perjuicio al SNIS, es que si las empresas despiden trabajadores, éstos van a terminar en ASSE y las mutualistas van a perder afiliados y por ende ingresos per cápita y van a ser muchos.
Fotografía de archivo