Luisa Cuesta nació en 1920 en Montevideo. Siendo niña, junto a su familia, pasó a residir en Mercedes. Trabajó en un taller de chapa y pintura, hasta junio de 1973, cuando la encarcelaron.
Luego su hijo, Nebio Melo Cuesta, tuvo que exiliarse en Argentina junto a su esposa e hija. Cuando en 1976, con 32 años, Nebio fue secuestrado y desaparecido, Luisa Cuesta comenzó su búsqueda. Comenzó así un largo e incansable trabajo de más de 40 años.
Su sobrino Nilo Patiño recordó su figura y trayectoria en ese reconocimiento realizado por el Instituto Nacional de Colonización. Nilo Patiño la definió como “enérgica, intransigente frente a las injusticias, irreductible en su ética”.