Es el alma mater, un referente del Movimiento Cultural Jazz a la Calle, y si bien hablar con él puede ser recurrente porque siempre está allí junto a toda esa gran cantidad que hace realidad el movimiento cultural en sus distintas facetas, tener su pensamiento más allá del evento en sí, entendimos que era necesario y justo para ver con la retrospectiva que da el paso del tiempo, que mirada puede hacerse a 14 años de iniciarse este proyecto, que podemos hoy decir que ha llegado a consolidarse.
Horacio Acosta, para todos conocido como "Macoco", jubilado bancario, pero músico de toda la vida, reconocido por haber integrado bandas de la región con trascendencia nacional e internacional, habla despojándose con sinceridad de lo a lo largo de su vida hizo musicalmente para generar esta propuesta y plantearse otra posibilidad de hacer música más allá de lo comercial.
Esto surgió del mano a mano de @gesor con "Macoco" Acosta apenas finalizado el 13er. Encuentro Internacional de Músicos Jazz a la Calle.
¿Qué sentís cuando estás solo en tu casa y pensás en aquella idea inicial que seguramente a esta altura debe haber sido superada por la realidad?
"Me cuesta mucho desconectarme de lo que estoy haciendo, la cabeza la tengo siempre a mil por hora, me he ido de viaje, después del primer festival me ofrecieron que me fuera un par de semanas a Punta del Este y estuve tres días no pude aguantar porque sentía que mi trabajo estaba acá y no podía desengancharme, después me fui a Estados Unidos, a Europa, siempre me pasó lo mismo, me quería venir. Soy hiperactivo, cuando me quedan cosas pendientes me cuesta dormir, siento que tengo cosas por hacer, no me puedo sentar a descansar al sol y mirar al cielo, me cuesta, es un defecto, de formación, que no lo estoy pudiendo manejar y termino viniendo a trabajar porque ahí disfruto, me siento como pez en el agua".
EN EL CORTO PLAZO VAMOS A COORDINAR MUCHAS COSAS CON LA GENTE DEL CONSERVATORIO MUNICIPAL QUE IMPRESIONANTE LO QUE ESTAN HACIENDO
¿Sos conciente que esto ayudó a que se movieran otros sectores de la enseñanza de la música como el Conservatorio Municipal, la apertura de la Dirección de Cultura, la venida de un músico del nivel de Nacho Algorta y todo lo que ha sido la transformación de esa histórica escuela que ha cambiando tanto?
"Impresionante, totalmente y que todavía falta coordinar muchas cosas con ellos, considero que de futuro, no sé cuanto tiempo nos va a llevar, pero en el corto plazo se van a empezar a hacer trabajos coordinados de tremenda valía para todo esto. En Jazz a la Calle recién están saliendo los primeros resultados, estábamos viendo los niños que pasaron por todo el proceso, entraron a los 4 años, hoy tienen 11, son increíbles, cuando terminen la Universidad van a ser unos músicos que va a venir gente hasta de China a verlos".
DURANTE AÑOS HICE MUSICA COMERCIAL Y BIEN QUE COBRE POR ELLA, HASTA QUE DESCUBRI LA PROFUNDIDAD FILOSOFICA, EMOCIONAL DEL JAZZ
Años atrás cuando hablábamos de esta propuesta se decía "a quién le importa el jazz, quién va a ir a verlos", sin embargo esta semana ha tenido una concurrencia magnífica y nos animamos a decir que inclusive alguna jornada como la de este sábado superior a cualquiera de las de Carnaval que es nuestra fiesta popular, ¿qué reflexión te merece este cambio?
"Es que estamos apostando a un proyecto que trae gente de afuera, una cosa es hacer un proyecto local que puede ser exitosísimo y yo no lo niego, creo saber como hacerlo. Si quiero amontonar gente en la rambla, creo que podría amontar 100.000 personas con una producción como si tal cosa, pero no es el objetivo de Jazz a la Calle, esto tiene una raíz mucho más profunda. Va mucho más allá de la música, hacia lo conceptual y el crecimiento integral de la persona, es una cosa muy distinta a divertirse y te lo puedo decir ahora que estoy de este lado del mostrador, porque estuve muchos años del otro lado del mostrador. Yo tuve una pequeña compañía de jingles publicitarios y tenés que saber cómo conmover a las personas puntualmente, con dos o tres líneas tenés que hacer que a una persona se le caiga una lágrima, ese es el laburo del tipo que hace música comercial, lo hice añares, por eso sé como hacer ese trabajo, lo que no sabía es que la música tiene un lenguaje que va mucho más allá de todo eso y a pesar que siempre supe que existía el jazz, no había podido descubrir la profundidad que tiene la parte filosófica del jazz, lo emocional, como toca determinadas fibras que no podés describirlo con palabras, en lugares donde no llegan las palabras. Yo no te puedo contar un concierto, te puedo contar el evento en sí, no te puedo transmitir lo que sentí cuando escuché la combinación de aquella nota con tal otra, o tal sonido con tal otro, eso no se puede transmitir si no por el mismo sonido.
¿POR QUE EN UN ENCUENTRO DE NUEVE DIAS CON TANTA GENTE, CON CONSUMO DE ALCOHOL Y SUSTANCIAS SICOACTIAS NO OCURRIO NINGUN PROBLEMA COMO EN EL FUTBOL O EN UN FESTIVAL DE ROCK?, PORQUE LA MUSICA TIENE UN TRATAMIENTO DIFERENTE
Y ese sonido afecta a partes del sonido y emocionales del ser humano, mucho màs directo y más fuerte que las palabras, que una letra, que una poesía. Por esa razón es que acabamos de tener un encuentro de nueve días y no hubo una pelea, un problema. Les pregunto todos los días a los muchachos de seguridad cómo van las cosas, qué problema hubo, y la respuesta es "nada, nada" y no me dirán que las condiciones son diferentes a otros lugares, porque sabemos que acá el alcohol corre, que corren las sustancias sicoactivas, no podemos negar eso, pero ¿por qué no suceden las cosas que pasan en una cancha de fútbol o en un festival de rock? ¿Cuál es la diferencia? La música, la música tiene un tratamiento diferente. Eso es lo que la gente entienda. No es lo mismo la música que se hace con fines lucrativos y mediatistas, que la hice toda mi vida y me gustó hacerla y buena plata que cobré con ello. Sin embargo esto va hacia otro lugar, va hacia un encuentro, hacia un lugar donde somos capaces que una comunidad se mancomune de tal manera que hacemos un festival que valdría millones de dólares con tres pesos y lo hace y lo cuida la gente. No solamente la gente de Mercedes, si no de todo el mundo, que se adueñó del festival. Tenemos gente que cuando está en Nueva York, o en Francia, o en cualquier lado, que cuando habla de Jazz a la Calle hablan de "nosotros... porque nosotros tenemos que hacer tal cosa, deberìamos...", son personas que nacieron en otro lugar. Ahí el tratamiento de la música tiene mucho que ver.
Puedo estar equivocado, nadie es dueño de la verdad, esto lo propusimos al principio y se està corroborando ahora.
LA GENTE SE HA APROPIADO DE JAZZ A LA CALLE Y ESO ES LO QUE BUSCABAMOS QUE SUCEDIERA, CREEMOS QUE LO HEMOS LOGRADO
Estoy muy contento con los resultados hasta ahora, creo y no quiero que esto suene pedante, que toda la comunidad tiene otro encare de la vida, de las relaciones humanas, de la relación con el vecino. LO vemos en el barrio del Puerto, estaba muy oscuro, con casas deshabitadas, bastante feas de pintura, viví allí toda la vida, sé como estaba y sé como está ahora y sobre todo cómo está ahora la cabeza de la gente de ese barrio. Ver a a 20 o 30 personas del barrio cortando banderines para adornar el lugar, eso no lo compraron, lo hicieron ellos, compartiendo momentos y meriendas, ahora termina el festival y vamos a hacer una reunión con todos los vecinos del barrio para felicitarnos entre todos y disfrutar de lo hecho, esas son las cosas que buscamos que sucedan, no sé si lo logramos que sucedan, yo creo que sí".