Muchas gracias señora Presidenta: Hoy queremos ocuparnos de un tema muy sensible, que tiene muchas aristas, pero que para nosotros es importante porque afecta al sentido común y a personas honestas que diariamente son víctimas de la inseguridad y la violencia. Estamos totalmente de acuerdo que el sistema carcelario no cumple con sus fines específicos de rehabilitación de los delincuentes y por el contrario ya no es escuela, sino facultad del delito. Hay mucho por hacer en este orden, pero felizmente estamos seguros que esta temática será abordada con seriedad, efectividad y certezas por el nuevo gobierno que, como Partido Colorado, nos honramos en pertenecer, pura y exclusivamente por decisión de los ciudadanos que, en el último acto eleccionario dieron señales claras de lo que querían: la unidad bien conducida, sin avasallamientos, sin soberbia, con humildad, que acompañe la mano firme y la asunción de responsabilidades por sus gobernantes. Está claro que esto llevará tiempo, pero en el mientras tanto, hay cosas que se pueden corregir en tiempo y forma para beneficio de quienes son los directamente perjudicados por la ola delictiva, lo que significa decir en beneficio de la sociedad en su conjunto. Todos quisiéramos y en lo particular ratifico el concepto, que todo delincuente tuviera que cumplir su pena, privado de su libertad, cuyo periodo fuera resuelto en función de la gravedad del delito cometido. Esto no es posible, por lo dicho en cuanto a la situación del sistema carcelario, por lo que se apela a las libertades vigiladas, las prisiones domiciliarias y las tareas comunitarias. Es precisamente a esta última instancia que me quiero referir, porque recojo la molestia de gente afectada que, habiendo sufrido pérdidas importantes al ser víctimas de hurtos y rapiñas, ven como los autores plenamente identificados se manejan impunemente en el cumplimiento de esas tareas comunitarias. Solo quienes los conocemos podemos saber que están cumpliendo tareas comunitarias; el grueso de la población los ve como un obrero común realizando su labor. Quienes los conocemos, los vemos trabajar, si se puede decir que trabajan, con una desfachatez total, que nos duele, que molesta y provoca una sensación de impunidad vigilada. Aunque el monto de lo hurtado o rapiñado por estos individuos cuantitativamente pudiera no ser importante, para las víctimas directas de estos hechos, representa la pérdida de lo suyo, que conseguirlo significó días, meses y años de trabajo honesto y sacrificios. Por esta razón y otras argumentaciones que podríamos realizar, es que vamos a solicitar simplemente que estos delincuentes, sean identificados ante la población para que reciban, aunque sea visualmente, el castigo que se merecen por su acción contra la sociedad. En ese orden, proponemos que vistan prendas, ya sea un chaleco o similar, donde mediante una rotulación, se identifique que están cumpliendo TAREAS COMUNITARIAS. Simplemente eso. Me anticipo a decir que con esto no estamos violando para nada sus derechos, sino pretendiendo defender la reafirmación de la honestidad. Es así porque vale recordar que los derechos humanos, son para todos y su defensa hoy no está llegando a los humanos derechos. Que mis palabras pasen al Poder Judicial y al Ministerio del Interior. Muchas gracias