Las lluvias de estas horas en algunas zonas del país, y el alto porcentaje de humedad, están retrasando la cosecha de soja, a pesar que en los últimos días de Semana Santa se pudo ingresar en algunas chacras para realizar pruebas.
El retraso por las lluvias de esta semana no sería grave aunque terminará concentrando los trabajos en un período más corto al esperado. Hay barcos prontos para cargar soja en Nueva Palmira, donde ya se recibieron los primeros camiones con el grano, pero se espera que el volumen importante de producción entre sobre la segunda mitad de abril.
Hay algunas advertencias de asesores allegados a Blasina y Asociados en cuanto a que los rendimientos de soja no serían tan altos como se esperaba por un insuficiente llenado de granos.
En el mercado local las referencias se ubicaron sobre US$ 485 por tonelada luego de operar sobre US$ 505 por tonelada en los primeros días de la semana pasada.
Hasta ahora la soja había tenido el sostén de las demoras logísticas para la salida de la producción brasileña.
En Argentina, en tanto, las gremiales agropecuarias aconsejan retener las ventas ante la fuerte devaluación de la moneda. En China, el gobierno salió a vender stocks estatales ante el retraso en la llegada de soja desde América del Sur.
Preocupa el futuro del maíz
En Uruguay los valores pasados por la exportación cayeron de US$ 240 - US$ 245 a un nivel sobre US$ 220 por tonelada. En general, los exportadores ya completaron los cupos y hay pocas empresas pasando referencias.
En el primer trimestre del año se dieron solicitudes de exportación de maíz por más de 200.000 toneladas respecto a algo más de 70.000 toneladas que se exportaron el año pasado. De esa manera muchos agricultores pudieron asegurar un buen precio previo a la situación actual y un 25% de la producción prevista para Uruguay ha quedado colocada.
La presión a la baja en el mercado interno se agudizará con precios en Montevideo que hasta la semana pasada estaban sobre US$ 240 - US$ 250 por tonelada puesta en destino.
Fuente: Monitor Agrícola