En la actualidad son cerca de 40 los niños, en todo el país, que se encuentran acompañando a su mamás en establecimientos carcelarios. Una situación compleja, por las condiciones edilicias de muchas de las cárceles, el contexto propio de esos lugares y fundamentalmente porque se trata de niños de cero hasta 4 años, una etapa crucial del desarrollo del individuo. ASSE viene trabajando en la asistencia sanitaria de esos pequeños. El Referente Técnico del Área niñez de ASSE, Ignacio Ascione comentó que las patologías que esos niños presentan son similares a las del resto, haciendo énfasis en profundizar el trabajo también en los Social y Educativo para que esa asistencia en Salud sea integral.
¿ASSE como viene trabajando con aquellas personas privadas de libertad, fundamentalmente con aquellas mamás con niños?
-“Para nosotros es una preocupación bastante sentida porque sabemos que estos niños que están con sus madres privadas de libertad, están de alguna manera vinculados a esa situación que viven sus madres.
Estamos trabajando interinstitucionalmente con Uruguay Crece Contigo, con el Instituto Nacional de Rehabilitación para poder brindarle una atención de calidad. La idea es que los controles en Salud o cuando el niño tenga que estar por alguna razón con alguna consulta de urgencia, pueda ser evacuada en tiempo y forma. Pero sobre todo brindarle las mismas garantías que niños que están con sus papás en sus casas”.
¿Los problemas sanitarios que presentan los niños que acompañan a su mamá en los centros de reclusión son comunes al de los otros niños, o presentan patologías particulares?
-“En sí, más que nada es la situación, las patologías pueden ser las mismas. En invierno se enferman más del sistema respiratoria, en el verano quizá alguna diarrea, pero básicamente es el entorno, y eso es básicamente lo que nosotros, en lo que es la atención integral a la Salud tenemos que tener cuidado.
No sólo la presencia del sector Salud, sino el sector Social, Educación, que es lo que venimos a enmarcar en lo que se llama atención integral de la Salud”.
La reclusión para ninguna persona es algo gratificante, mucho menos para un niño de corta edad, ¿cómo es el acompañamiento sicológico?
-“Los niños, legalmente, pueden estar hasta los 4 años en un establecimiento de reclusión con sus mamás; y recordemos que la primera infancia es uno de los momentos muy importantes del desarrollo de un niño. Por lo tanto la repercusión sobre el desarrollo neurológico es tomada en cuenta.
El apoyo sicológico es uno de esas patas; y ahí sí tenemos que hacer el binomio madre-hijo. Porque no sólo tenemos que pensar en el bienestar del niño, sino también el de la madre. Y ahí consecuentemente el ambiente; por eso en la medida que se necesite el apoyo sicológico hay que ofrecerlo”.
La población carcelaria lamentablemente viene creciendo en el último tiempo. ¿La población de niños en los centros de reclusión también?
-“En principio no, porque ahí las consideraciones son las siguiente, no todos los niños ingresan con sus madres.
Nosotros tratamos, y quiero que quede claro, que los niños no debería estar con sus madres recluidas. Los niños deberían tener una contención en otro ambiente. En eso se vino trabajando con el Comisionado Parlamentario y varias instituciones, si no hay otro remedio que estén en lugares que no sean las áreas de reclusión habituales.
Por eso, no es que haya crecido, depende de las condiciones de la madre. Si hay una contención familiar quedan al cuidado de los padres, de la abuela, o tíos. En el caso que no hay contención familiar ingresan con las mamás”.