Más allá de lo pintoresco de los casos que habitualmente se dan en un acto electoral, hay aspectos que dejan margen para el análisis y en estas situaciones puntualmente temas referidos a la identidad de los electores, que si bien se trata de casos especìficos, bien pueden generalizarse si es que de futuro no se adoptan medidas de protección hacia el futuro.
En circuito de Centro de Papeleros Mercedes se presentó a votar una persona que argumentó que lo hacía en esas condiciones -maquillado y disfrazado de Spiderman- porque iba para una fiesta de cumpleaños a trabajar por lo que en la mesa receptora se le permitió votar pero lo hizo en condición de observado por identidad, tomándosele la huella digital que permitirá corroborar si efectivamente es la persona que dijo ser y que se chequeó con el legajo pero cuya foto no podía cotejarse por estar disfrazado.
Pero independientemente de este caso hubo otras dos situaciones en las que se presentaron ciudadanos a sufragar y se encontraron con que ellos ya habían votado, lo que originó el lógico reclamo.
Uno de los casos se dio en la Escuela 65 "Eduardo Víctor Haedo", y ambos asesuraron no haber sido ellos los que fueron a sufragar, indicando tener testigos que a la hora que presumiblemente podían haber votado (por el número de votante que tenían en la lista ordinal) estaban en otro lugar.
Lo que pudo haber ocurrido es por razones que pueden ser varias, de buena fe o de mala fe, por parte de quienes no serían los auténticos votantes, es que llegaron dieron un nombre y número de credencial cívica, porque no tenían el documento, y como está permitido votar en esas condiciones, cuando figuran en el padrón tras cotejar con los datos que se brindan, muchas veces, si la persona por ejemplo pudo haber sacado la credencial cívica a los 19 años y tener más 50 años actualmente la fotografía con su apariencia física actual no tienen nada que ver y como no hay obligación de renovar porque no tiene vencimiento la credencial cívica, no existe posibilidad de cotejar con la foto si efectivamente es la persona.
Por lo tanto quienes efectivamente dijeron y probaron ser los auténticos ciudadanos, debieron votar observados por identidad, porque ya figuraban como que habían votado, y por lo tanto será la Corte Electoral la que resolverá si ambos votos son válidos, en los dos casos, ya que quienes sufragaron antes, también lo hicieron, son ciudadanos y no hay forma de comprobar quienes son.
Estas situaciones plantean la necesidad de analizar la forma de votación y si deben activarse cambios en ese sentido, más cuando en el afán de encontrar soluciones para el electo se habilitó en la propia página web de la Corte Electoral un buscador que permite que con la fecha de nacimiento y el nombre del ciudadano, se obtenga el número de la credencial cívica, lo que permite que se consiga un dato con el cual se permite sufragar.