El hecho histórico, ocurrido el 4 de abril de 1811 tuvo como protagonistas a los valientes vecinos de la histórica villa, en el inicio de la gesta revolucionaria encabezada por el Gra. José Gervasio Artigas.
Con la organización del Comité Patriótico local, este jueves 4 a las 8:30 hs. en la plaza Artigas de Villa Soriano tendrá lugar el acto conmemorativo de los 202 años del Bombardeo a la mencionada localidad por una escuadra naval española el 4 de abril de 1811.
Luego de culminado el acto, se trasladarán al muelle y lanzarán una ofrenda floral al río Negro.
El combate
El 4 de abril de 1811, las fuerzas españolas al mando del Capitán Michelena intentaron tomar Santo Domingo Soriano por la fuerza. El acto fue en represalia al hecho protagonizado por los patriotas en febrero en el Grito de Asencio y la posterior toma de Capilla Nueva (tal la denominación de la época de la ciudad de Mercedes)
Estanislao Soler, que llegó a Villa Soriano a organizar la resistencia, apostó 50 hombres en Rincón de la Higuera (Oeste), 50 hombres en el Potrero del Estado (Este) y 100 hombres en el Paraje La Loma (Sur), en grupos al mando de Pedro Viera y Venancio Benavídes y Francisco Bicudo, que como se recordará tuvieron una destacada actuación en el Grito de Asencio y la posterior toma de Mercedes en la primera y decisiva victoria de la revolución Artiguista.
El español Michelena venía con el propósito de la rendición incondicional de Villa Soriano, que por aquellos años era el centro social, y político de esta zona del país. Después de algunos días de parlamento los patriotas informan a los españoles que Villa Soriano no se rinde, comenzando el asedio, a fuego de cañonazos.
Aún hoy se conservan vestigios en la histórica Iglesia de lo que fue la violencia del impacto de las balas de cañón contra la precaria población que resistió hasta que se produjo el encuentro cuerpo a cuerpo.
El desembarco de los españoles fue resistido por los criollos. Soler de frente con 100 gauchos e indios, Bicudo desde un costado con 50 gauchos e indios más y Viera y Benavides con 50 gauchos e indios más del otro costado, a lanza y sable lograron que se embarcaran nuevamente y emprendieran la huída hacia el río Uruguay.
En la actualidad esa huida de las fuerzas españolas es recordada en forma simbólica cuando los villeros cada 4 de abril arrojan flores al agua, en una acto que se realiza en el muelle.