El discurso que brindó el ex presidente José Mujica el pasado jueves en el acto realizado en el Club Olímpico de Mercedes, pareció de despedida. Si bien el ex mandatario suele utilizar un lenguaje coloquial utilizando anécdotas, referencias históricas o personales para explicar sus ideas en un par de tramos del discurso frente al auditorio que se congregó para escucharlo, como frente a los periodistas que participamos de la conferencia de prensa, hizo referencia a que está en el último tramo de su vida, o “capaz que soy un viejo medio loco”
Previo al acto se realizó la conferencia de prensa donde Mujica se explayó sobre diferentes aspectos, pero como en su alocución frente al público sobrevoló cierto mensaje de despedida. En esa conferencia de prensa con los ojos algo vidriosos tuvo un recuerdo para Manuela, su perra que lo acompañó durante años, y junto a la cual pudo vérselo, incluso en siendo Presidente de la República en diferentes actividades públicas.
Ese recuerdo para Manuela pareció también un mensaje de despedida: “Quisiera vivir todo lo que pueda y mientras viva si no estoy lelo me voy a morir luchando por lo que pienso. Ya no me queda nada en materia de propiedad. Lo único que me queda es un Fusca porque me lo regalaron los vecinos. Y lo voy a conservar porque los regalos no se pueden regalar. Lo demás se fue en el tiempo apoyando la Escuela; y el día que me muera me tienen que enterrar al lado de mi perrita (Manuela), que vivió 22 años y fue el miembro del gobierno más fiel que tuve. Y ahí está bajo un árbol. ¡Chau! Nada de pamento. Pero bueno, voy a durar todo lo que pueda.
Capaz que soy un viejo medio loco pero quiero ayudar a las nuevas generaciones”.